Muchos conocerán carreras como el Dakar, donde los coches se exponen a una gran expansión de terreno que recorrer. Dentro de las competiciones de esta modalidad, encontramos la subcategoría de la Baja, donde se recorren menor distancia siendo menos extrema. No obstante, entre los estadounidenses, hay una gran pasión por la competición que tiene lugar en California, la Baja 1000, que ofreció varios juegos en la generación anterior. Uno de ellos, BAJA Edge of Control, es recordado por muchos amantes del género arcade, ya que ofrecía una experiencia poco usual con muchos matices interesantes.
THQ Nordic ha decidido dar una nueva oportunidad a BAJA Edge of Control ofreciendo una versión remasterizada de aquel juego de la generación anterior, ofreciendo nuevas oportunidades de competir sin los límites del asfalto. Una propuesta que puede no parecer tan atractiva o diversa como otros juegos de la misma editora, que abogan por las dos ruedas, o también, juegos que abordan otra disciplina como los rallies, que están dejando buenos juegos, pero que pueden resultar muy exigentes en comparación a este arcade.
Quienes recuerden el juego de la anterior generación tendrán un grato recuerdo de aquella experiencia
Cuatro ruedas salvajes
Una de las peculiaridades de BAJA Edge of Control es que ofrecía en su momento acceso a unos vehículos poco usuales. Hablamos de todoterrenos de competición que van desde categorías bajas, con vehículos de pequeña cilindrada, hasta las bestias de más de 700CV. Un interesante abanico de oportunidades que, precisamente en este título, ofrecía un catálogo de vehículos diverso pero nada exagerado. No obstante, podemos reconocer algunos modelos, como es el VW Beetle, el Toyota Land Cruiser, el Ford F150 o el siempre carismático Hummer.
En un total de cinco categorías, definidas por prestaciones, accederemos a diferentes campeonatos de diferentes modalidades, desde carreras en entornos cerrados, pruebas de ascenso, tramos cronometrados y la competición más exigente, la BAJA. Dividida en diferentes distancias, tendremos la oportunidad de poner a prueba nuestra pericia al volante a través de los desérticos escenarios del sur de California y norte de México. La prueba reina puede ser todo un desafío, por su longitud, y es que esta prueba ha ganado una gran relevancia como consecuencia de su dureza.
Una interesante diversidad de vehículos, aunque no estaría de menos más modelos
Correr contra los elementos
Uno de los aspectos más interesantes de BAJA Edge of Control es que permitía gestionar la conducción de una forma diferente. Un título que permite gestionar la precisión de la aceleración con el embrague, que puede permitir sacarnos de algún que otro apuro, así como mejorar la tracción en determinados momentos. Pero si puede parecer que es un elemento que tiene trampa, pues a veces el coche sale disparado como una exhalación, hay que tener en cuenta que en BAJA Edge of Control hay daños. Daños mecánicos que se generan de forma notable dadas las circunstancias de la carrera.
No es tanto preocuparse por los contactos entre vehículos, o por el hecho de tener un accidente. El desgaste de las piezas, así como el consumo de combustible, son aspectos que hay que tener en cuenta cuando estamos disputando las pruebas más largas. En las primeras carreras, que son de pocas vueltas, apenas tendremos que atender la presencia de las zonas de reparación, pero cuando las carreras se alargan, todo cambia. Es donde BAJA Edge of Control ofrecía una experiencia muy gratificante, además de ser un reto realmente complicado.
El modo carrera es muy arcade, completas carreras, ganas dinero y a la siguiente, algo que está muy caducado
Cuando estamos en la pista y nos dirigimos a la meta a toda velocidad, los terrenos bacheado y abruptos generan daños constantes en la suspensión, los neumáticos se van desgastando y el embrague va sufriendo. Si no tenemos cuidado, estos daños pueden obligarnos a detenernos más de lo normal, incluso en zonas donde no hay soporte y hay que recurrir al helicóptero de rescate. Hasta aquí, los que jugaron a la versión de la anterior generación se darán cuenta de que la remasterización no ha incluido ninguna novedad.
Un paisaje conocido
La llegada de BAJA Edge of control se presenta como una renovación, como una remasterización. Puede parecer raro que un juego de este tipo haya sido considerado para remasterizar, pero hemos visto que es una propuesta que caló hondo entre los fans de la conducción por lo que aporta en cuestión de concepto. Incluso, en aquella versión que vio la luz en a generación anterior, visualmente no era un juego desfasado, sino que cumplía con creces y ofrecía un espectáculo bastante aceptable.
Ahora, con los nuevos hardwares y la palabra remasterización, se espera que el juego mejore visualmente. En cambio, podemos ver que el juego se ha adaptado bajo mínimos a una resolución mayor y obtiene un gran rendimiento, manteniendo la velocidad en todo momento. Ahora bien, como remasterización, se podría decir que es muy pobre. A la hora de entrar en una nueva generación y plantear una remasterización se tiene que intentar ser más ambicioso y este caso no es para nada atrevido.
Un juego como este requiere de ofrecer más opciones que una superficie sinuosa, debería tener una superficie dinámica
En líneas generales el acabado es pobre, incluso en detalles, ya que se ha heredado toda la infraestructura y diseño del juego y se ha adaptado mínimamente a la nueva resolución. Apenas se pueden encontrar mejoras visuales, con escenarios bastante amplios, pero pobres en detalle. Pasa totalmente desapercibido si han trabajado en elementos como la naturaleza del desierto, salvo la presencia de algunos animales salvajes que se mueven fugazmente con animaciones robóticas bastante ridículas.
Se podía esperar un trabajo más incisivo en el detalle, donde apenas se ha trabajado en el polvo que levantan los vehículos, sin oclusión ambiental, sin efectos de salpicadura ni rodadura. Ante esta propuesta, lo más probable es pensar que han invertido un tiempo en adaptar un juego de forma poco meritoria cuando podían haber planteado algo nuevo en base a ese concepto. Parece que la llegada de otras alternativas, como es Gravel de Milestone, podría acabar con las pocas posibilidades que tiene un juego como Baja Edge of Control HD, dado que al menos, ofrece algo que sí parece estar algo más adaptado a esta generación.
Lejos de ser un aspecto que afecta únicamente a lo visual, el sonido tampoco parece haber sido bien ajustado. Aquí no hay remasterización alguna, con un sonido de motor demasiado estático y monótono, que ahoga la banda sonora rockera que se intuye de fondo. En lineas generales todos esos elementos parecen entre mezclarse sin ton ni son, en un tono estridente que puede resultar hasta cansino o molesto.
Arcade de la vieja escuela
Si hacemos caso omiso a la escasa aportación que esta remasterización hace en el apartado técnico, en los aspectos de jugabilidad no ve incrementada su experiencia. Ahora bien, en ocasiones aquellos juegos que recordamos con cariño es mejor que se queden en el recuerdo. BAJA Edge of Control HD ofrece una experiencia que muchos recuerdan como apasionante y exigente. No obstante, lo que encontramos ahora es algo que parece estar lejos de aquello.
Y es que solo hay dos niveles de dificultad, fácil y difícil, donde la diferencia entre ellos es excesiva. Si bien en fácil todo es un paseo, en dificil parecen confabularse en muchas ocasiones para no dar tregua en ninguna curva. De hecho, da la sensación de que ha habido algún desajuste con la jugabilidad, donde las físicas dan más problemas que gratas experiencias. Es un juego arcade, donde prácticamente todo está permitido. No obstante, es un juego que usaba las físicas para dar cierto rigor a una experiencia dura y desafiante por los daños que se ocasionaban en el vehículo.
Formar parte de la competición puede resultar un desafío interesante
De este modo, encontrarse con una jugabilidad dura, imprecisa y con saltos que denotan una ausencia total de físicas, hace pensar que hay algo que ha cambiado y no para mejor. Coger uno de esos coches de las primeras categorías y dar saltos de varios segundos resulta inusual. No importa mucho que se pueda dirigir el coche en el aire, es una opción arcade más, pero a la hora de gobernar el coche, parece que importa más el efecto del terreno sobre el coche que el lento cambio de dirección del volante cuando el coche sobrevira.
La IA se comporta de forma errática, siendo más molesta que inteligente. Sin notar nuestra presencia en pista, sus aceleraciones a veces rozan el ridículo y merman el interés por competir en un juego que por algún motivo presenta una conducción errática e imprecisa. Estar pendiente de la dirección, ya que incluso en línea recta te puede dar algún susto, no afectará en la dificultad fácil, pero es un incordio en el modo más dificil. Podríamos pensar que con un poco de tacto, el juego ofrece una experiencia más realista, pero la realidad es que incluso así, estos imprevistos ocurren. Divertir, divierte, es un reto de los que se comienzan y engancha hasta no parar. Pero en ocasiones, es mejor parar para no lanzar el mando a la televisión.
Una experiencia ineficaz
Ante una situación contradictoria para los fans de la conducción off-road con bases arcade, BAJA Edge of Control HD deja un sabor más amargo que dulce. Los que disfrutaron el juego original tienen gratos recuerdos de lo que aportó. Sin embargo, ante el deseo de volver a gozar de la experiencia que este juego propuso, la remasterización puede parecer la decisión más controvertida, más cuando se ven los resultados.
Ante una propuesta que se ve obsoleta por diversidad de vehículos y entornos, la temática podría justificarlo y ser aceptado a regañadientes. La experiencia original era fascinante, con una conducción desafiante, con elementos como el desgaste y los modos de juego que exigen al jugador mucho control en muchos apartados. Pero lo que era una conducción divertida e intuitiva, se ha convertido por algún motivo en algo más tortuoso. Injustificado, del mismo modo que la pobreza visual que ofrece esta presunta remasterización que parece más un reescalado simple.
El buen juego que se recuerda, se ve desvirtuado con una remasterización pobre
A estas alturas, con la retrocompatibilidad disponible, lo que aporta esta remasterización no justificaría un proyecto independiente. Se podía haber abordado un proyecto nuevo, basado en el mismo concepto, que resulta muy atractivo y usar la retrocompatibilidad para recrearse en aquel título que dejó tan buen recuerdo. La realidad, es que puede tener el mismo atractivo y puede apetecer disfrutarlo otra vez, pero el esfuerzo del equipo responsable ha sido escaso, o ha sido ineficaz, pues el juego dista mucho de ser algo que realmente de la sensación de ser parte de esta generación.
Una oportunidad malgastada, pese a que BAJA Edge of Control HD ofrece esa experiencia complicada, vinculada a una competición diferente y con una jugabilidad exigente a la que hay que adaptarse sí o sí. El problema está en convencer de que a estas alturas y con retrocompatibilidad, las remasterizaciones puedan ajustarse tanto a un resultado tan poco mejorado.