¿Os acordáis de aquel primer análisis que leísteis en una revista de videojuegos? Qué sensación tan inesperada la de ver que una persona ha escrito un texto tan largo y variado, lo que finalmente desembocara en una de mis pasiones en el futuro actual. En mi caso, Onimusha 2: Samurai’s Destiny es un videojuego que me acompañó en un momento dulce de mi vida; un recuerdo del paso hacia la adolescencia, la cual iba a ser una puerta de entrada para conocer parte de mis sagas favoritas; de probar nuevas experiencias e incluso de tener ese primer acercamiento a Xbox.
Pero volvamos con Onimusha. En 2001, Capcom había conseguido una nueva franquicia tras el éxito de la primera entrega, la cual no dejaba de ser, en mayor o menor medida, una variante de la estrella que era Resident Evil en la época, pero con una ambientación radicalmente diferente, una jugabilidad completamente nueva y una historia que mezclaba la era feudal nipona junto al folklore e historia japonesa. Derrotar a Nobunaga Oda, comandante, tirano y a su vez demonio, no era una cosa fácil y su secuela tenía la misión de estar más que a la altura ¿Y su remasterización?
Nobunaga Oda nunca se rinde
El antagonista principal ha vuelto. Bueno, en realidad nunca se fue, pero sin duda alguna la figura de Nobunaga Oda está mucho más presente aquí, de forma más onírica y con referencias a la leyenda negra y el folklore que tuvo el recordado señor feudal de la era Sengoku. En esta ocasión también controlaremos a otro personaje icónico de la historia nipona: Jubei Yagyu, aunque realmente nuestro protagonista es un cruce de varios samuráis reconocidos por algún motivo desconocido.
La aldea de Jubei ha sido asediada por el ejercito de Nonubaga Oda, una horda de demonios que son difíciles de derrotar. Nuestro espadachín descubre que tiene habilidades sobrenaturales y puede poseer el guantelete oni para absorber el alma de sus enemigos y a su vez empuñar espadas y todo tipo de armas peculiares, cada una bañada en un elemento característico, como el viento o el hielo. Estas armas servirán como «llaves» para avanzar en los diferentes niveles, que aunque pueda tener parte de metroidvania, la sensación de linealidad está ahí y de hecho ayuda a que no se haga tan cuesta arriba el avanzar.
Lo clásico es contemporáneo
Onimusha 2: Samurai’s Destiny se adelantó a muchos videojuegos en algunos aspectos. Durante la travesía, mientras volvemos a una aldea alejada que sirve como base para Jubei, nos encontraremos con diferentes personajes secundarios que nos ayudarán en la aventura si nos portamos bien con ellos. En cierto modo, nos recordará al contenido de Persona 5 con sus Social Links característico, hasta tal punto de influir en la misma historia, aunque de manera vaga.
Al final del día no deja de ser una secuela de manual, para bien y para mal. Por un lado, hay escenarios que se repiten del Onimusha original en algunas ocasiones, pero también es notable sus mejoras en el combate. Ahora, tanto bloquear como esquivar son indispensables si queremos salir airosos y los enemigos han recibido un cambio notorio en su IA, aunque todavía hay margen de mejora.
En esta nueva revisión, la cual se queda un poco justa como remasterización por sus texturas, podemos cambiar de armas con solamente pulsar el pad junto al botón RB, dejando de lado esas pequeñas pausas en el menú que tenía el original. La cuestión es que sus cambios están enfocados a que jugablemente sea mucho más directo y objetivo, con mucha más facilidad para hacer parrys, y ya os digo que eso es extraordinario.
Samurái de acero
La saga Onimusha nunca ha sido conocida por su duración y esta segunda parte es algo más larga que el título original, pero sin pasarse. Eso sí, el videojuego da motivos para que juguemos instantáneamente una segunda nueva partida para conocer algunas fases que no hemos probado, ya que dependiendo de nuestra relación con los personajes, desbloqueamos niveles exclusivos, además de los cambios narrativos que mencioné anteriormente.
Otro añadido interesante es que en esta ocasión contamos con el doblaje al japonés, algo que sin duda se agradece debido a la ambientación japonesa. La traducción al castellano es la misma que la del original, pero con ciertas revisiones que pude percibir. Por parte del contenido extra, ha faltado más cositas, más allá de ciertas imágenes extras, las cuales desbloquearemos cuando terminemos por primera vez el videojuego.
Conclusiones – Análisis de Onimusha 2: Samurai’s Destiny
Que Onimusha 2: Samurai’s Destiny regrese tras tantos años de incertidumbre con la franquicia es un signo de victoria. Una franquicia que fue un símbolo para toda una generación de jugadores tenía que estar de regreso, pero tal vez habría estado mejor recibir una remasterización más completa y ambiciosa, por por ejemplo la de Dead Rising. Las mejoras de QoL y su rejugabilidad opacan alguna de sus carencias, pero no es suficiente.
Esperemos que este camino no esté del todo cerrado y pronto podamos escribir la llegada o el anuncio de Onimusha 3: Demon Siege en Xbox, el cual sigue inédito en la plataforma de Microsoft. Todo parece apuntar que sí, pero por el momento toca disfrutar de esta fantástica aventura de acción, que mezcla personajes históricos con el folklore japonés de buena manera.