Kickstarter es una plataforma muy conocida dentro de la industria del videojuego, y que ha promovido la posibilidad de que juegos que nunca habrían llegado de otra manera, pudieran ver la luz gracias a la financiación de los propios jugadores, tal y como por ejemplo ocurrió con Wasteland 2, Pillars of Eternity o Bloodstained: Ritual of the Night. Aunque en los últimos años la ha plataforma ha sido menos sonada, lo cierto es que sigue habiendo proyectos realmente interesantes.
De hecho, en los últimos meses ha habido un juego que ha arrasado en Kickstarter, o mejor dicho, un proyecto de dos juegos. Compartiendo la misma publicación, WILD BUNCH Productions, compañía fundada por anteriores miembros de los creadores de Wild Arms; y YUKIKAZE, compañía fundada por el equipo que desarrolló Shadow Hearts, han estado trabajando tanto en Armed Fantasia: To the End of the Wilderness y en Pennyblood.
El juego que ha arrasado en Kickstarter es una campaña doble
Tanto Armed Fantasia: To the End of the Wilderness como Pennyblood son dos juegos que pertenecen al género JRPG por turnos, pero que quieren ofrecer propuestas realmente diferentes. Mientras que en el primero exploraremos un mundo de fantasía, en el segundo seremos unos investigadores que viajaremos por América, Europa y Asia explorando los países que han sufrido grandes derramamientos de sangre.
Como hemos dicho, la campaña de Kickstarter fue un rotundo éxito, logrando triplicar la cantidad de dinero que era necesaria para que el proyecto siguiera hacia delante. Sin embargo, parece que el desarrollo de estos dos juegos no han ido en sintonía, ya que mientras que Aremd Fantasia: To the End of the Wilderness parece que va viento en popa, en el caso de Pennyblood la cosa ha sido mucho peor.
En la última actualización que realizaron a través del propio blog de la campaña, donde señalaron que Pennyblood está atravesando una serie de problemas que han impedido que el desarrollo del juego pueda continuar como les habría gustado. Al parecer, se han encontrado con una serie de problemas de derechos de autor y otros baches que han impedido que todo fuera como esperaban. Sin embargo, el estudio ha querido mandar un mensaje de esperanza diciendo que «vamos a seguir viviendo».