El éxito de Clair Obscur: Expedition 33 no deja de sorprender. El primer proyecto de Sandfall Interactive ha alcanzado una cifra tan redonda como simbólica: 3,33 millones de copias vendidas en 33 días. Una combinación numérica que parece hecha a propósito, pero que simplemente confirma lo que ya sabíamos: estamos ante uno de los grandes fenómenos de 2025.
Desde su lanzamiento el pasado 24 de abril, el RPG narrativo desarrollado por el pequeño estudio francés ha ido acumulando hitos a un ritmo vertiginoso. En tan solo tres días superó el millón de unidades vendidas, a las dos semanas ya había duplicado esa cifra y, en poco más de un mes, suma 3,33 millones. Y todo ello sin el respaldo de una gran editora pero con la apuesta de Xbox por una IP completamente nueva para el servicio Game Pass.
Una trayectoria meteórica para un debut indie
El juego, que desde el primer momento cautivó a la crítica especializada, ostenta actualmente el primer puesto como el título mejor valorado del año. A ello se suma el entusiasmo de una comunidad de jugadores que ha conectado profundamente con su universo, personajes y propuesta artística.
Otro de los aspectos destacados ha sido su espectacular banda sonora. La obra de Lorien Testard, compositor principal del juego, ha superado los 33 millones de streams en solo tres semanas, mientras que el vídeo musical oficial Lumière ha alcanzado más de 13 millones de visualizaciones a nivel global. Este fenómeno audiovisual demuestra que Clair Obscur: Expedition 33 ha sabido tocar la fibra más allá del mando, dejando huella también en lo emocional y artístico.

El juego está disponible en Xbox Series, PC y PS5, y desde el primer día también forma parte del catálogo de Xbox Game Pass. Su impresionante rendimiento comercial confirma que los modelos de suscripción y venta directa pueden convivir sin problemas. Es más: se potencian mutuamente cuando la calidad está presente. Con más de medio año por delante, Expedition 33 ya se perfila como uno de los grandes candidatos al premio de Juego del Año. Y visto lo visto, nadie se atreve a dudarlo.