Ahora que se ha desvelado la ASUS ROG Xbox Ally, parece que todos esos indicios de una futura Xbox como un PC se desvanecen. Ahora, se ratifica que AMD impulsará la próxima Xbox y que esta empleará un concepto que se describe como una consola tradicional. Los de siempre han hablado en redes sociales y han dejado constancia de este plan de desarrollo cuando las redes han empezado a señalar que Playstation ya está centrada en su próxima generación. El debate creció cuando el periodista Jez Corden, voz habitual en la escena Xbox, intervino para confirmar que la compañía trabaja con la retrocompatibilidad como prioridad absoluta. Corden se declara “99 % seguro” de que todos los títulos adquiridos en Xbox Series X|S y Xbox One funcionarán sin coste extra en la nueva máquina, algo que blindaría la continuidad del ecosistema digital que Microsoft ha cultivado estos años.
Pero esto llegará dado un cambio de parecer de estos insiders, que ahora señalan que AMD impulsará la próxima Xbox con un nuevo SoC dedicado, destacando que Microsoft apostará de nuevo por una arquitectura cerrada de consola en lugar de transformarla en un PC disfrazado. Esta decisión llega envuelta en las filtraciones del reputado insider Kepler, quien asegura que el hardware será “una consola normal” y no un dispositivo híbrido. De golpe, se contradicen meses de especulación sobre un viraje hacia un modelo más abierto que permitiera instalar libremente tiendas de terceros.
The SoC of the next gen Xbox will be from AMD and it will be a traditional console not a PC…Will support your existing library…Steam integration in doubt
byu/Hot-Cause-481 inGamingLeaksAndRumours
AMD impulsará la próxima Xbox, que abandona las ideas de un PC híbrido con acceso a Steam
La gran incógnita, sin embargo, gira en torno a la rumoreada integración nativa de Steam. Corden admite que, en etapas preliminares, el equipo de Redmond exploró la idea, pero afirma no tener pruebas de que vaya a materializarse. Kepler, mucho más tajante, descarta por completo esa opción aludiendo a la lógica económica. Y es que esa teoría era básicamente un suicidio comercial. El hecho de permitir que los usuarios compren juegos en la tienda de Valve dañaría de raíz el modelo de negocio de Xbox, que subsidia el hardware y recupera márgenes a través de su propia plataforma digital, Game Pass y las suscripciones online.
El pulso entre ambos filtradores no es una guerra abierta, sino la evidencia de que hay movimientos internos aún por definir. Ahora bien, aunque se sabía desde hace tiempo, en el apartado fundamental del desarrollo del hardware, parece irrefutable la idea de que el hardware será de AMD. Del mismo modo, el SoC no determina cambio en el sistema de software, que seguirá apostando por Windows y consolidará la compatibilidad de todos los juegos de los sistemas previos basados en Windows y DirectX. Pero lejos de ser un acercamiento a PC, el formato seguirá siendo el de una caja cerrada que prioriza la experiencia plug-and-play. Donde divergen es en el grado de apertura hacia tiendas externas, un asunto que, de confirmarse, marcaría la frontera entre una evolución continuista y una ruptura histórica en la forma de distribuir juegos en consolas.

Ahora bien, todavía queda una larga espera que se rellenará con especulaciones hasta que Microsoft la presente oficialmente. Sabiendo que el plan de Microsoft buscaría anticiparse al futuro modelo de Playstation, y con Nintendo haciendo la carrera por su cuenta, se señala a 2027 como fecha objetivo. El proyecto se perfila como un equilibrio delicado entre la fidelidad al catálogo existente y la necesidad de blindar los ingresos de la plataforma. Mientras Microsoft decide cuánto poder ceder a los jugadores y cuánto retener en su propia tienda, la conversación entre insiders ilustra la tensión permanente entre la comodidad del consumidor y la sostenibilidad financiera de la industria de hardware dedicado.