En los últimos años se ha ahondado mucho sobre la calidad del trabajo de los estudios. Y tenemos una nueva noticia por las declaraciones de un extrabajador de Bungie refiriéndose a la situación en el estudio, exponiendo denuncias por la toxicidad en el liderazgo de Marathon. Después de las primeras impresiones que está dejando el próximo juego del estudio responsable de licencias como Halo o Destiny, un exdesarrollador del estudio, conocido como Spirited, ha denunciado públicamente la cultura laboral dentro del equipo, describiendo el liderazgo como «extremadamente tóxico y humillante», y exigiendo una reforma completa dentro de la compañía.
El post ha sido eliminado, pero era tarde a la hora de evitar las consecuencias de unas declaraciones realmente duras. Spirited expresó su frustración al recordar su tiempo en el estudio, comentando que «cada día era una lucha por la autonomía y la confianza. Nos decían que no podíamos hablar sobre problemas en un tono profesional. Bungie necesita una limpieza completa en su liderazgo.»
Las denuncias por la toxicidad en el liderazgo de Marathon han resonado contra Bungie en redes sociales
Las críticas no son nuevas. Desde hace meses, empleados actuales y exmiembros del equipo han expresado su frustración por la falta de autonomía y el micromanagement extremo dentro de Bungie. La insistencia de los líderes en mantener a Marathon exclusivamente centrado en el PvP, ignorando reiteradas solicitudes de incluir un modo PvE, ha sido motivo de malestar interno. A pesar de las advertencias, la dirección desestimó las preocupaciones, profundizando la crisis dentro del estudio.
La situación ha empeorado con despidos masivos, obligando a Bungie a depender de contratistas y herramientas de inteligencia artificial, lo que ha generado una sensación de incertidumbre y desvalorización entre los empleados restantes. Otros exempleados de Bungie han respaldado estas críticas, como la ex-gestora de comunidad Liana Ruppert, quien también señaló problemas internos tras ser despedida en 2023. La acumulación de testimonios refuerza el llamado a una reforma profunda dentro del estudio.
Las preocupaciones sobre Marathon no solo giran en torno a la gestión interna, sino también al desarrollo del juego en sí. Entre el escepticismo por su jugabilidad, las acusaciones de plagio en su dirección artística y los cambios inesperados en la estrategia de marketing, Bungie enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia reciente.
Queda por ver si el estudio tomará medidas drásticas para corregir el rumbo y recuperar la confianza de sus empleados y jugadores. ¿Será Marathon víctima de sus propias controversias antes de llegar al mercado, o Bungie logrará remontar esta crisis y demostrar que aún puede ofrecer experiencias inolvidables?