Hace algunos meses se produjo una noticia del todo inesperada: Xbox cerró Tango Gameworks, un querido estudio afincado en Japón y creador de licencias tan potentes como The Evil Within, Hi-Fi Rush o GhostWire: Tokyo. Los fans no podían creerlo, pero afortunadamente salió Krafton al rescate y compró el estudio junto a los derechos de su última gran saga, Hi-Fi Rush.
Ahora el CEO de Krafton ha desvelado el sorprendente motivo tras la compra de Tango Gameworks y Hi-Fi Rush. Y es que parece ser que el movimiento no es financiero, pues Changham Kim ha explicado en una charla con el portal Game Developer que una secuela de este exitoso videojuego, al menos en lo que a crítica profesional y del público se refiere, no les dará dinero.
Hi-Fi Rush 2 no dará dinero, según Krafton
Así ha contado el CEO de la compañía surcoreana propietaria también de PUBG qué supone para Krafton haber comprado Tango Gameworks más allá de lo financiero:
“No podemos adquirir Tango Gameworks basándonoslos en sus finanzas o sus números, ¿verdad? No creemos que Hi-Fi Rush 2 vaya a darnos dinero, para ser sinceros. Puede que Hi-Fi Rush haya supuesto un pequeño revés en cuestiones financieras, pero es un equipo que debería ser motivado para crear algo nuevo y seguir su viaje. Queremos tener más equipos así bajo nuestro paraguas”.
Según lo que se desprende de las palabras de Kim, la compra de Tango Gameworks por parte de Krafton es por un motivo meramente de imagen de marca, lo que les permitirá tener un mejor catálogo de juegos bajo su sello incluso si no logran tener buenos resultados económicos. La compañía coreana ya intentó esta expansión hacia occidente con The Callisto Protocol, de Striking Distance. Ese primer intento no fue fructífero y acabó con el creador Glen Schofield (Dead Space) marchándose del estudio y dejando la secuela en una situación muy peliaguda.
Ahora Krafton lo va a volver a intentar con Tango Gameworks y Hi-Fi Rush, pues esa es la única licencia que han adquirido de la antigua Tango, por lo que The Evil Within y GhostWire: Tokyo han quedado en manos de Xbox. Lo que hagan o no hagan con ellas, eso nadie lo sabe.