Aunque ya lleva algo más de dos años en PC, Michael Todd nos trae ahora Electronic Super Joy a Xbox One, permitiéndonos disfrutar de esta psicodélica mezcla de plataformas, música electrónica y una dificultad endiablada. Os contamos cómo fuciona esta interesante propuesta y lo que podéis esperar de él en nuestro análisis de Electronic Super Joy.
Las princesas ya no se llevan
Empezamos a jugar a Electronic Super Joy a través de una hilarante historia, según la cual nuestro curtido personaje ha ido perdiendo miembros del cuerpo poco a poco a través de sus diferentes enfrentamientos, hasta perder, literalmente, el culo. Por tanto, nuestra misión es partir en busca de venganza para recuperarlo. Bajo esta premisa encontramos tres modos de juego diferentes, aunque en todos haremos lo mismo, saltar y esquivar obstáculos, que no son pocos, de la forma más precisa que podamos. Donde sí variarán será en la dificultad, ya que uno de ellos incrementará la velocidad convirtiendo el juego en un desafío aún mayor (como si no lo fuese ya), y el tercer modo será un modo infinito en el que intentar llegar lo más lejos que nos permitan nuestros reflejos. En el modo principal, tendremos un total de 50 niveles, divididos a lo largo de 5 mundos, y creed que, completar todos ellos no será un tarea precisamente sencilla. Por no hablar de los jefes finales de cada mundo, donde sin duda pasaréis un buen rato hasta lograr superarlos. Mientras que en el otro modo esta cantidad se reducirá a 9 niveles, pero será aún más complicado superarlos.
Electronic Super Joy es un plataformas de 8 bits clásico, en el que ir superando todo tipo de obstáculos y peligros hasta completar cada nivel. La particularidad de su propuesta viene a través de un diseño artístico sencillo a la vez de llamativo, que afecta de forma directa en su jugabilidad. Y es que deberemos atravesar todo tipo de niveles psicodélicos con efectos de luces y diferentes colores que buscarán confundirnos en nuestro avance de todo tipo de formas. Debido al estilo sencillo de los escenarios, que habitualmente son bicolor, resulta muy fácil que nuestro personaje quede camuflado con el fondo de la pantalla durante momentos, pudiendo distinguir únicamente sus ojos (dos puntitos), equivocarnos de plataforma a la que saltar, o que éstas quedan camufladas bajo los efectos de luz.
Saltando al ritmo
Este aspecto psicodélico enlaza directamente con su apartado sonoro, con una música electrónica que irá guiando constantemente nuestros pasos, y que no solo será una invitación a que intentemos hacerlo cada vez más rápido, sino a que mantengamos «el ritmo» a pesar de haber caido al vacío. Convirtiéndose así no solo en un elemento clave de su jugabilidad, sino en el sustento de un juego cuya premisa principal es resultar adictivo.
Electronic Super Joy consigue que, partiendo de un apartado técnico extremadamente sencillo, su diseño resulte óptimo para su propuesta: atravesar niveles rodeados de miles de peligros, como esos malditos misiles que no cesan de perseguirnos hasta darnos por cu… perdón, que no teníamos. Por suerte, lo que sí tenemos son infinitas oportunidades para superar cada nivel, por lo que aunque cada punto de control se encuentre cada vez más distanciado del anterior, podremos repetir cada nivel una y otra vez hasta que logremos superarlo. Es aquí donde, quizás, se habría agradecido un puntito menos de dificultad en Electronic Super Joy durante algunas fases. Puesto que a pesar de poder repetir una y otra vez cada momento, y su atractivo musical, que resta mucha importancia a cada muerte, hay momentos de estancamiento en los que una fluidez algo mayor le habría sentado mejor a la experiencia de juego. A cambio, eso sí, de haber acortado su duración. Algo que tampoco supondría un grave problema, dado que su diversión y gran calidad musical bien merecen rejugar el título una vez hayamos conseguido completarlo. Y si aún así os sabe a poco, tenéis una serie de retos extra que cumplir (o intentarlo), como reunir todas las estrellas que hay repartidas por el escenario, algunas casi inaccesibles, completar los niveles en un determinado tiempo o hacerlo sin morir. Vamos, que si os mola su fórmula, tenéis opciones de sobra para exprimir el juego.
En cualquier caso, Electronic Super Joy resulta un juego muy disfrutable para cualquier amante de los plataformas clásicos. Con un control sencillo en el que apenas usamos un par de botones, pero que resulta totalmente eficaz. Además cada fase aportará algo más de variedad a nuestro recorrido, por ejemplo permitiéndonos saltos más largos, o hacerlo de manera doble, o bien obligándonos a avanzar de forma contante.
Por último, si sois amantes de los dobles significados. En Electronic Super Joy encontraréis una buena ristra de referencias sexuales, desde la coña de partir en busca de nuestro culo, hasta esa sugerente voz que aparece cada vez que logramos alcanzar un punto de control, pasando, cómo no, por los inquietantes y siniestros misiles, tan puntiagudos como incansables en busca de nuestro mutilado cuerpo. Ya desde la pantalla de título se nos avisa del riesgo de epilepsia y del contenido obsceno, cosas que podemos tomarnos como una broma más de un juego que, dada su dificultad, a veces parece que busca quedarse con nosotros, pero que ciertamente están ahí. Por cierto, el juego está en completo inglés, pero tampoco será un impediemento para que disfrutéis de él.
Conclusión
Electronic Super Joy llega algo tarde a Xbox One si lo comparamos con su lanzamiento en PC. Pero lo cierto es que se trata de uno de esos juegos que no envejece, dada su fórmula jugable y aspecto técnico. Nunca está de más que nos lleguen también a nuestra consola propuestas como estas, sobre todo teniendo en cuenta la escasez actual de títulos plataformeros de calidad. Con este, eso sí, tenéis por delante un reto más exigente de lo habitual, pero que os recompensará con un diseño visual y musical realmente atractivo, y que ayuda a que esos momentos de frustación se hagan más ligeros. Si os apetece pasar un rato divertido, de salto en salto, sin tener que darle muchas vueltas más a las cosas, tenéis en Electronic Super Joy una gran opción. Un juego tan sencillo como eficaz y adictivo.