Techland ha dejado claro que Dying Light: The Beast durará unas 20 horas en lo que respecta a su historia principal, una cifra que, para muchos, puede parecer escasa dentro del género de mundo abierto. Sin embargo, su director, Tymon Smektala, lo ve como una virtud más que una limitación. En una reciente entrevista, el creativo ha argumentado que no todos los juegos deben apostar por la escala desmesurada, y ha aprovechado para comparar su enfoque con propuestas como Assassin’s Creed Shadows, que podrían resultar excesivamente grandes para buena parte del público.
Smektala reconoce que títulos como el de Ubisoft ofrecen mucho contenido por el precio que se paga, pero también se pregunta cuántos jugadores llegan realmente a completarlos. “Desde que empiezo Assassin’s Creed Shadows sé que nunca lo voy a terminar”, admite, subrayando que la experiencia de valor no siempre pasa por ver los créditos, sino por disfrutar del trayecto.
Dying Light: The Beast es un mundo abierto menos abrumador
El debate sobre si el precio de un videojuego debe medirse por sus horas de contenido vuelve a ponerse sobre la mesa. Smektala explica que, si bien hay juegos AAA que se terminan en apenas 15 horas, eso no impide que sean experiencias satisfactorias. Y con esa idea en mente, asegura que Dying Light: The Beast ofrecerá suficiente contenido como para justificar cada euro, dólar o yuan invertido.
Lejos de querer competir en tamaño, desde Techland apuestan por la densidad y el diseño artesanal. “Los mundos abiertos no van de escala, sino de la sensación de estar ahí”, afirma Smektala. El estudio busca crear un entorno donde el jugador esté inmerso de forma constante, sin perderse entre actividades repetitivas o un mapa gigantesco que solo sirve para inflar la duración. Además, remarca que Dying Light es “uno de los mundos abiertos más densos del mercado”, lo que implica un enfoque centrado en la exploración activa, el detalle y la autenticidad de los entornos.

En cuanto al tono del nuevo título, el equipo ha dejado claro que no apostarán por una narrativa demasiado seria. Aunque la historia estará presente, su intención es ofrecer una experiencia centrada en el gameplay, con personajes interesantes y mecánicas que enganchen. “No necesitamos estar preguntando a los jugadores sobre la moralidad todo el tiempo”, declara el director.
Techland quiere mantener la esencia de la saga: acción dinámica, parkour, combate intenso y una ciudad que invite a ser explorada. Nada de convertirlo en un ensayo sobre la condición humana. Dying Light: The Beast se lanza el próximo 22 de agosto para PC, PS5 y Xbox Series X|S.