Tras el éxito cosechado por los indies en el género de las plataformas gracias a apartados artísticos espectaculares como los geniales Child of Light u Ori and the Blind Forest, Aaru’s Awakening llega a Xbox One dispuestos a embarcarnos otra de esas aventuras que son un regalo para la vista. ¿Tendrá lo necesario para engancharnos como ya han hecho otros pequeños desarrollos y convertirse en uno de esos títulos aclamados por todos?
Una experiencia dibujada a mano
El apartado artístico del título es sin duda su gran baza, y es que realmente esa sensación de que todos los niveles han sido dibujados a mano entra por los ojos. Incluso Aaru, el protagonista, parece en realidad un boceto a medio hacer del personaje, sin demasiados detalles y un aspecto simple y abstracto. Verlo en movimiento es también bastante interesante pues consigue transmitir la sensación de que estamos ante una escena de animación tradicional, de las de finales de los noventa. Esta sensación se refuerza también gracias a un gran trabajo en el diseño de la animación de todos los elementos móviles en pantalla (personaje, enemigos, etcétera) donde parece que falta algún frame, dando la sensación ligeramente entrecortada típica en estos dibujos animados.
La banda sonora también tiene un peso especial en este título para cerrar el círculo de un trabajo técnico impecable a la altura de los grandes títulos del sector. El resultado es una experiencia llamativa en el momento en que la ves, aunque bien es cierto que se ensombrece ante la portentosa belleza que otros títulos indie han conseguido alcanzar. No obstante es un buen reclamo para cualquier buen fan de los títulos independientes.
Endiabladamente difícil
Si por algo destaca Aaru’s Awakening además de por su apartado artístico es por su desquiciante dificultad, y no exactamente en el buen sentido. En ciertos momentos de algunos niveles el juego exige una velocidad y precisión que es prácticamente imposible de conseguir con los extraños controles del juego (ahora hablaremos de ellos más en profundidad) consiguiendo que, más que motivarnos a seguir con la aventura, el juego nos cabree y acabemos tirando el mando (si no lo he tirado es porque no cobro lo suficiente para comprar otro).
Como ya digo no es culpa realmente de que el juego sea difícil, sino de un mal diseño de niveles y, sobre todo, del sistema de control que es imposible de manejar con rapidez. Abandonando los controles típicos de estos juegos, Aaru’s Awakening nos propone una nueva forma de jugar en un sistema basado en los botones LT y RT además de una especie de puntero que nos indica hacia donde nos movemos y hacia dónde apuntamos nuestros ataques. Es un sistema complicado y bastante tosco, al que tardarás bastante tiempo en acostumbrarte, quizá demasiado, pues antes de que puedas tenerlo controlado ya llegan esos momentos de exagerada exigencia de precisión y velocidad que convierten al juego en un imposible que nadie quiere terminar.
Una gran historia no demasiado bien contada
Cuando uno va avanzando en el juego, va teniendo la sensación de que el apartado artístico del juego ha sido cuidado en hasta el más mínimo detalle, mientras que todos los aspectos más técnicos que determinan lo que es un buen juego y lo que no lo es han sido pasados por encima de forma rápida y sin hacer mucho hincapié en ellos. Muestra de ello es la cuidada historia, acorde con el genial apartado gráfico y sonoro que nos cuenta la gran guerra de Lumenox entre Amanecer, Día, Noche y Ocaso y cómo tú, Aaru, campeón de Ocaso debes ponerle fin y restaurar la paz. Una historia narrada casi como un cuento por una mujer.
Su contrapunto está en el diseño de niveles, bastante pobre, muy repetitivo y endiabladamente complejo que nos exige en muchos puntos morir en varias ocasiones hasta, a base de ensayo y error, encontrar la forma de pasar ciertas fases muy poco intuitivas. No me malinterpretéis, me encantan los juegos difíciles pero lo cierto es que en este tipo de aventuras la gracia está en avanzar «disfrutando del paisaje» y maravillándote de las preciosidades que los desarrolladores han ido diseñando. Esta dificultad adicional sin duda empobrece una aventura que a todas luces tenía grandes cosas para convertirse en un gran juego y que sin embargo queda empequeñecido y probablemente poca gente llegue a saber de él.
En definitiva, Aaru’s Awakening es un título indie con un gran apartado artístico pero demasiado pobre en el resto de facetas del juego, en especial en un control y un diseño de niveles que dan como resultado una dificultad excesiva y que además no ayudan a motivar al jugador para continuar una aventura que tiene una duración total de unas 7 horas. No obstante es un buen comienzo para Lumenox Games, y esperemos que vuelvan con nuevos títulos que sean capaces de solucionar estos problemas técnicos.
[row_box class=»box_cols»]
[col type=»1_2″ class=»»]
Lo bueno
[arrow_list]
- Gran diseño artístico
- Buena banda sonora
- Interesante historia
[/arrow_list]
[/col]
[col type=»1_2″ class=»»]
Lo malo
[arrow_list]
- Demasiado complicado
- Los controles
- El diseño de los niveles
[/arrow_list]
[/col]
[clear]
[/row_box]