El análisis de Anima: Gate of Memories llega, por fin, a SomosXbox. Decimos »por fin» porque llevamos más de dos años siguiendo este juego, desde antes de tener la nueva web, incluso, y ya estamos rozando el lanzamiento con la yema de los dedos, un lanzamiento que se producirá el próximo viernes 3 de junio de la mano de BadLand Games, la distribuidora española que acogió a los tres miembros que forman Anima Project Studio.
El director de Anima Project es, nada más y nada menos que, Carlos García, el creador del universo Anima: Beyond Fantasy, una serie de juegos de rol que tiene su comunidad y que esperaba el videojuego con los brazos abiertos. Durante estos dos años os hemos hablado muy bien del juego, incluso hemos charlado con el creador del universo en uno de nuestros Party Chat pero, ¿habrá cumplido las expectativas? Descubridlo en el análisis de Anima: Gate of Memories.
Historia
La historia de Anima: Gate of Memories se desarrolla en el mundo de Gaia cuyo destino pende de un hilo. El Imperio ha caído y la población está a punto de emprender una guerra para hacerse con el trono. De hecho, cuando nosotros nos ponemos a los mandos de Bearer, una de las protagonistas, la guerra parece haber comenzado ya que, lo primero que veremos será un pueblo devastado en el que tenemos que encontrar a la Dama Roja, nuestra mentora y ladrona de un poderoso artefacto perteneciente a la orden a la que sirve Bearer, la Orden de Nathaniel.
Tras un encuentro con la Dama Roja, el primer combate ‘serio’ del juego, damos con nuestros huesos en una torre llamada Arcane, un misterioso lugar que en nuestra realidad estaba en ruinas pero que en el presente de Bearer se presenta en todo su esplendor. No estaremos ahí por casualidad, algo que iremos descubriendo a medida que juguemos, ya que Arcane es una especie de catalizador de dimensiones que está atrayendo a alguna de las almas más atormentadas, violentas y peligrosas del mundo, desde locos que dejaron la humanidad atrás hasta seres casi divinos. Y, entre todos ellos estaremos nosotros, una joven desmemoriada y su libro.
Bearer, también conocida como Portadora de la Calamidad, o Portadora, es un personaje un poco seco que no recuerda su pasado, ni su propio nombre, vaya, y está ligada a una poderosa fuerza demoníaca que la salvó en el pasado y que ahora se encuentra encerrado en un libro. Ergo Mundus, el demonio, será el otro personaje que controlaremos en esta aventura, un demonio socarrón encerrado en un libro. Ciertamente, y aunque parezca que no, la personalidad de Ergo es la que nos irá ganando poco a poco a lo largo de la aventura, con sus cancioncitas, sus gracietas y su estética (de hecho, es el personaje al que más he llevado durante la aventura).
Jugabilidad
Dentro de la jugabilidad no es normal el contaros cómo se desarrolla la historia pero creo que, en el caso de Anima: Gate of Memories, la propia historia depende de la jugabilidad y las mecánicas que Anima Project ha implementado en el juego. Es fácil de explicar en pocas palabras: si queremos conocer la historia nos lo tendremos que currar. Así de simple. Y es que, una vez estemos en la Torre podremos ir a nuestro aire, dentro de ciertos límites, como los pisos de la propia Torre (tres en total).
En la Torre los niveles o escenarios se dividen en estancias. Cada estancia tiene un enemigo final y una serie de enemigos propios de dicha estancia que tendremos que derrotar antes de llegar al enemigo final, amén de algún mini-boss por algún lado del camino. Lo especial del asunto es que cada uno de los jefes finales tiene una dificultad distinta, algo que es lógico en los videojuegos, el tercero, por ejemplo, suele ser más difícil que el primero. Sin embargo, en Anima: Gate of Memories podremos elegir, sin saberlo, un camino que nos lleve a Kappel, por ejemplo, en lugar de a Nascal, lo que conllevará que nos enfrentemos al jefe más fuerte en primer lugar. Sin embargo, para llegar a cada uno de los jefes tendremos que recuperar sus fragmentos de memoria, cinco por jefe, lo que nos obligará a explorar cada estancia hasta el más mínimo rincón.
Lo curioso del asunto es que, estos fragmentos de memoria no estarán al alcance de nuestra mano. Tendremos que trabajarnos cada uno de los fragmentos y, para ello debemos superar oleadas de enemigos, pequeños puzles, leer los fragmentos anteriores y el lore del juego para resolver acertijos, superar fases de plataformas, etc. Al final conseguiremos nuestro ansiado ‘trofeo’, un fragmento de memoria que no es un mero objeto que nos permite acceder al jefe final de la estancia (con tres fragmentos nos permitirán enfrentarnos a él) sino que nos contarán quién es el jefe y por qué ha llegado a convertirse en un mensajero de la destrucción del mundo, lo que no sólo hará avanzar la historia al permitirnos avanzar en el juego sino que nos dará más contexto sobre el mundo de Gaia y sus personajes. Por otra parte, si queremos contexto también podremos hablar con diferentes personajes en Arcane, incluido Ergo.
Pero, ¿por qué elegir personaje? Anima: Gate of Memories hace gala de una mecánica de juego única que consiste en permitirnos cambiar entre los dos personajes principales con tan solo pulsar un botón, RB, un sistema que no es estético, ni mucho menos. Y es que, continuamente tendremos que ir cambiando entre personajes ya que no sólo será una buena forma de guardar la salud de uno de ellos, sino que será necesario para enfrentarse a algunos enemigos que serán vulnerables sólo a uno de los dos protagonistas, e incluso encontraremos enemigos que nos obligarán a atacar con uno u otro personaje en función del momento del combate en el que nos encontremos. Uno de los jefes, por ejemplo, será vulnerable durante unos minutos a Bearer y durante otros minutos a Ergo, lo que no sólo nos obliga a estar atentos para que no nos alcancen sus ataques sino que tendremos que fijarnos para atacar con el personaje adecuado.
Ambos personajes tendrán su propia pestaña de personalización y su propio árbol de habilidades. La hora de personalización nos permitirá equiparnos distintas armas y objetos que potenciarán nuestro ataque físico, nuestro ataque mágico y nuestra defensa (tanto física como mágica). No es algo estético (dará igual equiparnos el Ojo Derecho o una Katana) ni algo funcional, ya que nuestro personaje atacará de la misma forma que antes de equiparnos el arma, pero si se nota a la hora de ver el daño que quitamos. Aquí encontramos una importante mecánica, ya que Bearer, por ejemplo la tengo como maga, con objetos y armas que potencian esa faceta, y a Ergo lo tengo con todo el ataque físico potenciado. Tener dos personajes tan diferentes nos beneficiará a la hora de combatir ya que cubrimos el daño a distancia y el daño físico con personajes diferentes. Eso sí, también podéis crear personajes más equilibrados, todo va en gustos.
Por otro lado encontramos el árbol de habilidad, uno para cada personaje, por lo que tendremos que desarrollarlo de manera independiente a cada uno. Gracias al árbol iremos desbloqueando habilidades pasivas y activas, las cuales podremos equipar en el botón que queramos para crear nuestro propio mapa de control, algo importante ya que tendremos que sentirnos cómodos con los controles porque esquivar y atacar en el momento preciso será vital para ganar, así como aprenderse las rutinas de los enemigos. Atacar a lo loco en dificultad normal se traducirá en una cosa: muerte.
Para terminar, ya he mencionado que existen fases de plataformeo, algo que no funciona del todo bien. Los saltos son algo difíciles de medir, no nos desesperaremos pero es, sin duda, un apartado que no está a la altura del resto del juego. Por último toca señalar que nos encontramos con una aventura difícil, con sabor viejuno en cuanto a su desarrollo, con varios finales y jefes finales opcionales y una duración de unas 15 horas. Si os parecen pocas, siempre podéis probar el modo New Game + e intentar encontrar todos los secretos y misiones secundarias.
Gráficos y sonido
Estamos ante un apartado con luces que brillan mucho y sombras que, bueno, desaparecen al poco de empezar la aventura. Vale, Anima: Gate of Memories no luce como un juego de esta generación, quizás como uno de principios de la anterior pero en 1080p (resolución variable en el caso de Xbox One). Sin embargo, hay algo que consigue que nos olvidemos del apartado gráfico enseguida. Por un lado tenemos el diseño de escenarios y personajes, un ejercicio de buen gusto donde Anima Project ha echado el resto para ofrecer un mundo con una gran variedad de escenarios y, además, todos diferentes entre sí.
Hay varias estancias dentro de Gate of Memories, escenarios que están todos interconectados con la Torre de Arcane pero que no se parecen nada entre ellos, que os dejarán con la boca abierta, en especial la catedral, un escenario que me ha encantado debido a una de las salas que encontramos allí y donde, además, se produce un combate bastante interesante. Las praderas, las mazmorras, la citada catedral, los parajes helados e incluso el pueblecito del principio y Arcane, por supuesto, todas son zonas que lograrán que nos creamos el mundo que estamos jugando, algo que no consigue con sus gráficos pero sí con su diseño, lo cual considero incluso más loable. Eso sí, gráficamente los personajes lucen muy bien, las animaciones son buenas y el estilo anime encaja a la perfección con algunos efectos como las estelas de algunos golpes y las explosiones. Ese tipo de efectos tiene un acabado cel-shading que me encanta.
Por otro lado encontramos un frame-rate clavado a 60 frames por segundo, algo esencial para disfrutar de un combate tan rápido y que combina personajes como el que plantea Gate of Memories. En nuestra experiencia no hemos sufrido ningún bajón en el rendimiento o, al menos, no nos hemos dado cuenta, ni en las salas repletas de enemigos ni en las grandes extensiones de terreno. Esto es muy importante señalarlo porque, Anima: Gate of Memories está creado con el motor Unity y, cuando hablamos con desarrolladores, cada uno cuenta una cosa sobre este motor y, precisamente, donde suelen coincidir es que el motor en juegos 3D no suele dar un rendimiento demasiado bueno. Bien, olvidaos de eso porque rinde a la perfección en este caso.
Para terminar hay que hablar de la impresionante banda sonora creada por los valencianos de Sonotrigger. Las melodías acompañan a la perfección este mundo de fantasía, desde la que encontramos en el menú principal hasta las que disfrutamos en los combates. Son una auténtica delicia, algo parecido a lo que ocurre con las voces de los personajes (en inglés pero subtituladas al castellano). El reparto de papeles me parece más que correcto y las dos voces protagonistas encajan muy bien entre sí.
Conclusión
En SomosXbox teníamos muchas ganas de traer el análisis de Anima: Gate of Memories, un juego que prácticamente hemos visto nacer y que se ha desarrollado no sólo según lo previsto sino, incluso, por encima de nuestras expectativas. Tiene defectos como algunos saltos, no me gusta que no se pueda controlar el menú con la cruceta y la cámara hay que reajustarla algunas veces, pero la jugabilidad a 60 frames por segundo, el diseño tan alucinante del que hace gala el juego,la dualidad de personajes, el sonido, las conversaciones entre Ergo y Bearer (más bien Ergo) y la forma de contar la historia, una historia que tendremos que ir descubriendo a medida que conseguimos memorias, son elementos tan buenos, tan bien trabajados y tan bien implementados que parece mentira que un estudio de sólo tres personas haya podido mezclar todos estos elementos para cuajar un juego que no debe faltar en vuestras estanterías (digitales, en el caso de One).
Si os gustan las buenas historias, los elementos RPG y la acción, además de la dificultad, Anima: Gate of Memories no os defraudará, en absoluto. Y…. ¿lo mejor? Supone un punto de apoyo para todos esos jugadores de Xbox One que se ven huérfanos en cuanto a juegos A-JRPG se refiere en su consola.