Konami anunció hace unas semanas el lanzamiento de tres colecciones de lo más apetecibles para los fans de lo retro, para los que crecieron jugando a las recreativas y también para cualquier fan de la compañía. Tres colecciones que recogen ocho juegos Arcade, de Castlevania y de Contra, siendo la colección de Arcade la primera que nos ha llegado. A pesar de lo interesante de su propuesta y de lo nostálgico de los juegos que incluye, la colección no consigue ofrecer todo lo que habría podido; tanto en cantidad como en calidad y variedad. Sin más presentaciones, os dejamos con nuestro análisis de Arcade Classics Anniversary Collection para Xbox One.
“Matamarcianos”, el género del que beben todos
Puede que el género “matamarcianos” pille de nuevas a los usuarios más jóvenes, pero los veteranos que hemos crecido entre recreativas siempre los recordaremos con cariño. Especialmente por sus notas más características: enorme dificultad, cantidad de jefes y enemigos y por todo el dinero que nos tocaba invertir en ellos para poder pasar al siguiente nivel.
Aunque el género nació en los años 70, no fue hasta la década de los 80 cuando logró alcanzar su mayor éxito, con títulos como Defender (1980) o Bosconian (1981). Sin embargo, fue Space Invaders (1978) el juego que consiguió no solo presentar el género, sino también aquel que consiguió que los juegos se expandieran a nivel internacional. El juego se desarrolló por Taito Co., compañía que a día de hoy pertenece a Square Enix.
Junto a otras empresas niponas veteranas de los arcade, como Capcom, SNK, Sega o Neo-Geo, Konami es una de las más prolíficas en el campo de los «matamarcianos» y arcade en general. Juegos como Astro Invader (1980), Crisis Force (1997) o las sagas Nemesis y Gradius son de lo más importante de la compañía. Además de otra de sus sagas insignia, Contra, de la que podremos disfrutar en la colección que nos llegará en verano.
Una colección de culto, pero escasa
Arcade Classics Anniversary Collection llega con ocho juegos clásicos del género matamarcianos. Juegos con los que muy probablemente muchos hayan crecido. En total, Haunted Castle, Nemesis (Gradius), Life Force, Scramble, Thunder Cross, Typhoon (A-Jax), TwinBee, Vulcan Venture (Gradius II) forman la colección. Ocho juegos que nos presentan el género matamarcianos de los 80 en estado puro.
Exceptuando Haunted Castle, que es la nota discordante en este recopilatorio arcade, los siete juegos restantes ofrecen lo que cualquier matamarcianos al que estemos acostumbrados. Nuestra misión será pilotar una nave (o vehículo equivalente), al tiempo que disparamos a todos los enemigos que se nos vayan presentando. Según avancemos, tendremos la oportunidad de coger items que nos sirvan en nuestra misión; ya sea combustible para la nave o en ocasiones nuevas armas. Por supuesto, el género no sería lo mismo sin los jefes de cada nivel, que nos pondrán las cosas algo complicadas.
Scramble (1981) es el juego más antiguo de la colección y lo notaremos rápidamente. No solo en su aspecto gráfico, sino también jugable, porque es el que más dificultades presenta de todos. En esta ocasión, pilotaremos una nave cuyo combustible se irá agotando. Para repostar, deberemos lanzar bombas hacia los depósitos que nos vayamos encontrando. El problema es que los disparos no están nada bien ejecutados y será frecuente que las bombas aterricen cerca de los depósitos, pero no en ellos. Siendo muy difícil el poder continuar nuestra aventura.
De la misma saga nos encontramos Nemesis (Gradius), oficialmente considerado como el primero. Este título recoge las mecánicas básicas anteriormente descritas, pero introduciendo novedades como la posibilidad de conseguir distintas armas e items (desde mayor velocidad hasta disparos dobles). Si nos fijamos, a lo largo de todo el juego escucharemos la frase “Destroy the core!” (“destruye el núcleo”). Frase que nos será de mucha ayuda de cara a ciertos enemigos, cuyo núcleo tendremos que destruir para poder seguir avanzando. Le siguen Vulcan Venture (Gradius II) y Life Force. Destaca especialmente este último por introducir pantallas tanto horizontales como verticales y por ser uno de los primeros juegos de este género en incluir el modo cooperativo. Además de ofrecer una jugabilidad algo mejorada y un control un poco más preciso respecto a sus predecesores.
Thunder Cross (1988) toma prestados muchos elementos de los juegos anteriores. En este caso, nuestro piloto se encuentra en el planeta ficticio de Haniamu IV, en el que deberá detener a los enemigos implacables que lo han conquistado. Thunder Cross se estructura en varios niveles, que se nos harán bastante complicados. Los enemigos dispararán proyectiles y balas a un ritmo frenético, mientras que nuestra capacidad de reacción y movimiento será bastante más reducida. Algo que nos hará pasarlas canutas en más de una ocasión.
Completan la colección A-Jax (Typhoon, 1987), TwinBee y Haunted Castle, la nota discordante de la colección al ser el único con una estética y jugabilidad que lo acerca más a Castlevania. De hecho, nuestra arma será el látigo Vampire Killer y tendremos que rescatar a la esposa del protagonista del Castillo de Drácula. A pesar de lo interesante de su premisa, el control es lento, Vampire Killer no es todo lo eficiente que debería y los enemigos no son proporcionados a nuestros movimientos.
En general, los títulos nos ofrecen varios niveles de dificultad y también la posibilidad de entre dos y siete vidas para nuestro personaje. Algo que nos será bastante útil, aunque en ocasiones apenas notaremos la diferencia entre mayor o menor dificultad. Sin embargo, como ya ocurriera con Capcom Beat’Em Up Bundle, lo mejor que podemos destacar de Arcade Classics Anniversary Collection es el Bonus Book. Un apartado lleno de todos los detalles creativos de los juegos de la colección; diseños originales, curiosidades, entrevistas con sus creadores e imágenes inéditas. Un auténtico detalle que Konami sí que ha sabido cuidar y que hará las delicias de quienes quieran conocer más a fondo este género de nicho. ¿El problema? Llega en completo inglés.
Se echan en falta los 90
Aunque la colección recoja ocho de los juegos más simbólicos y de culto del género, es cierto que también tiene muchas carencias. Los ocho juegos escogidos no son lo mejor que puede ofrecer Konami, experta en este género, ni mucho menos. Echamos en falta muchos títulos para la colección; tanto de cantidad como de calidad y de variedad.
Por ejemplo, Konami podría haber incluido muchos más juegos de la saga Gradius, la más prolífica de la colección con diferencia. Juegos de la década de los 90, que ya ofrecen un control y una jugabilidad más ajustados y evolucionados. Y también podría haber aprovechado para traer más variedad en los géneros que incluye. Únicamente Haunted Castle ofrece algo diferente, porque los siete títulos restantes son prácticamente todos iguales. Sunset Riders, X-Men: The Arcade Game o el juego de Las Tortugas Ninja que vio la luz en 1989 podrían haberle dado algo más de gracia y entretenimiento a la colección.
Conclusión: una colección que no consigue estar a la altura
A pesar de lo interesante de su propuesta, Konami no consigue lucirse con Arcade Classics Anniversary Collection. Aunque los juegos que incorpore sean auténticos clásicos, se echan en falta muchos más títulos que ofrezcan una jugabilidad mejor, una mayor variedad al género y una mayor cantidad de juegos. Pese a esto, si sois fans del género o queréis descubrir el origen de los videojuegos actuales, podéis darle una oportunidad.