Bright Memory llegó de lanzamiento a Xbox Series X|S el pasado 10 de noviembre siendo el juego mejorado para las nuevas consolas con el menor precio de todo el catálogo, aunque está más que justificado. Os lo contamos todo sobre este peculiar juego en nuestro análisis de Bright Memory para Xbox Series X|S.
Con Bright Memory nos encontramos ante un juego que se podría considerar como una demo, un primer capítulo de un juego mayor que está por llegar… y es que literalmente es eso. En su momento estaba algo confundido ante lo que era Bright Memory: Infinite y Bright Memory, pero la situación es bien simple: Bright Memory es el preludio, el primer episodio de lo que será Bright Memory: Infinite, un juego que llegará más adelante.
Lo que nos ofrece Bright Memory es una primera toma de contacto con un juego prometedor y cuya mayor virtud es que está siendo desarrollado por una sola persona utilizando el Unreal Engine, mezclando elementos de diferentes géneros con un gameplay frenético que en ocasiones nos recuerda (aunque con las aparentes diferencias) a DOOM, un diseño de niveles algo simplón pero directo y un apartado técnico que podría ser bastante mejor. Pero vamos a desgranar este Bright Memory por partes.
Una trama a medias
Bright Memory nos mete directamente a la acción. Nuestra protagonista es Shelia, una agente especial cuya misión consiste en recuperar un objeto legendario con un tremendo poder. Sin saber mucho más nos vemos envueltos en un tiroteo y de allí vemos como nos encontramos completamente rodeados, hasta el momento en que se nos teletransporta a un extraño lugar. Allí no solo los humanos serán nuestro enemigos, sino que seres extraños y animales de todo tipo nos pondrán las cosas difíciles.
En general la trama de Bright Memory es lo que podemos esperar del inicio de un juego, con todo lo malo que ello acarrea. Estamos desorientados, carecemos de explicaciones y no nos da tiempo a entender quién es quién en este nuevo universo. Y es que el juego no da para más. Difícilmente la partida nos lleve una hora de juego y con eso ya os podéis imaginar que no seremos capaces de entender gran cosa ni de familiarizarnos con ningún personaje.
Gameplay frenético, la mayor baza
Creo que la mayor baza de Bright Memory es que resulta divertido de jugar. Su combinación de mecánicas de First Person Shooter y Hack and Slash nos brindan todo tipo de oportunidades tanto a larga y media distancia como a corta distancia, donde la espada de Sheila se muestra como la mejor manera de acabar con los enemigos.
Los diferentes tipos de enemigos nos harán ir cambiando entre pistolas, fusiles de asalto, escopetas y espada. Además, dentro de la posibilidad de utilizar la espada contamos con 3 tipos de ataques diferentes, desde uno normal a otro especial y rápido y otro que lo que hace es hacer flotar a los enemigos para que los rematemos al aire.
En general, pocos reproches se le pueden hacer al gameplay de Bright Memory y es que esta frenética combinación de FPS y Hack and Slash es de lo más divertida y dinámica, los enemigos nos suponen un desafió bastante interesante y los jefes tienen sus patrones y ataques especiales. Se trata de un juego simple, sí, pero efectivo en cuanto a gameplay.
La mayor pega quizás llega en las pocas secciones de plataformeo o de puzles presentes, ya que resultan demasiado obvias o consistentes en pulsar un solo botón para avanzar entre una plataforma u otra. En este planteamiento es donde se nota que el juego es obra de una misma persona y es que por mucho que algo se no de bien, no podemos ser buenos en todos los apartados.
Y sí, me parece espectacular que FYQD esté formado por un solo desarrollador, pero esa información resulta en simple marketing y es una enorme pega de cara a hacer un buen juego. La clave de los proyectos es que en ellos participen multitud de mentes con diferentes ideas y habilidades, que juntas conformen una visión que de forma individual jamás habría resultado igual de buena.
Seguramente con más opiniones en el equipo y especialistas en cada campo habríamos contado con un diseño de niveles y escenarios más pulidos, así como una vertiente técnica de verdadera next gen.
Sufriendo por mi Xbox
No os lo voy a negar, jugando a Bright Memory sufrí por mi Xbox Series X y no por cómo se veía el juego, sino por la cantidad de glitches, tirones y demás problemas que obviamente originaba el juego y no por un problema de la consola. Luces raras, zonas de la imagen que se volvían verdes, artefactos extraños… sinceramente Bright Memory es un juego que está mal optimizado y eso que creo que es el primer juego que pruebo en consola que cuenta con un menú de selección de características gráficas.
En ese menú podemos definir las características de las texturas, SSAO, filtro antroscópico, implementación de V-Sync y demás opciones por las que un usuario de consola no debería preocuparse jamás. Para mi partida jugué con todas las opciones por defecto activadas (incluido el v-sync desactivado) hasta que noté un horroroso tearing de la imagen. Una vez activado el v-sync la situación con el tearing mejoró a expensas de una menor estabilidad en los frames por segundo, así como mayores glitches en la pantalla.
En general, Bright Memory es un juego mal optimizado que me recuerda mucho a lo que sufrí en su día con Crysis Remastered. Y sí, el juego se ve bastante bien y cuenta con efectos de luz impresionantes, pero desde luego podría rendir mucho mejor. Una vez más, la cantinela de «hecho por un solo desarrollador» prima sobre la calidad final del juego.
También cabe destacar que he tenido serios problemas con el audio del juego que se paraba de golpe llegando al absoluto silencio o con canciones repetidas en bucles de 5 segundos que me introducían en una especie de tortura, unas actuaciones de voz realizadas por amateurs que daban bastante vergüenza ajena y unos efectos de sonido que al menos resultaban correctos. Por otro lado, PLAYISM, editora del juego, se ha asegurado de que nos llegue traducido al español en cuanto a subtítulos, cosa a agradecer.
Análisis de Bright Memory – Xbox Series X|S
Toca cerrar este análisis de Bright Memory con sensaciones bastante mezcladas, por un lado el gameplay me gustó e incluso me llegó a enganchar bastante, justo 10 segundos antes de que el juego decidiese terminar. El ritmo de Bright Memory es confuso y apresurado y quizás habría sido mejor regalar este título como una demo de lo que será Bright Memory: Infinite en vez de cobrarlo, aunque su precio no llegue ni a los 10€.
Tenemos ante nosotros un juego corto, confuso y con serios problemas de rendimiento que no aprovecha el potencial de Xbox Series X|S, únicas plataformas en las que ha sido lanzado además de PC. Respecto a Bright Memory: Infinite, este primer capítulo o como su creador lo quiera llamar me tiene intrigado, ya que me gustan ciertas cosas que ofrece, pero se queda lejos de unos estándares de calidad aceptables en los demás.
Mi mayor consejo es que deje atrás el marketing de «one man army» y se relacione con desarrolladores que puedan suplir sus carencias, ya que el juego tiene potencial, un potencial que muy difícilmente conseguirá si se empeña en hacer el juego él solo.
En cuanto a los jugadores, si os llama la atención yo me esperaría a ver si se lanzan algunos parches que solucionen sus problemas técnicos, ya que de verdad yo sufrí por si algún glitch del juego afectaba negativamente a mi consola. Por lo demás, creo que su gameplay destaca por encima de todo y puede resultar muy gratificante, la mayor pega resulta en su apresurada duración, que incluso os puede llevar media hora en terminar.