A lo largo de la historia el ser humano ha mirado al cielo estrellado y ha soñado con conquistar lo que había más allá, con el paso de los siglos, la conquista espacial fue algo que cautivó a generaciones y enfrentó a grandes potencias. El afán de conocimiento ha motivado muchas investigaciones y promovido grandes gestas en busca de la heroicidad que supone salir de nuestro amado planeta y conquistar las estrellas. Elite Dangerous comenzó con estas mismas premisas una andadura que hizo llegar un producto fascinante, hace más de un año, vía Xbox Game Preview, y que a lo largo de los meses ha ido adaptándose a las nuevas exigencias de una comunidad ávida por colonizar el espacio.
En este momento ha llegado la primera gran expansión, haciendo referencia a su condición de pago, que responde al nombre de Elite Dangerous: Horizons, pero que consigo trae nuevos y ambiciosos planes que depararán todo un universo de experiencias. Elite Dangerous se expande, incluyendo ahora la opción de aterrizar en algunos planetas y satélites, para poder así, conocer algo más que nuevos sistemas, explorar hasta el más mínimo recodo de la galaxia. Tomar el control de una nave es un sueño, poder explorar la superficie de un planeta a bordo de un vehículo, es llevar la ambición a un nuevo extremo.
El límite inexplorado
Elite Dangerous tuvo un origen humilde, una propuesta independiente que requirió de la inversión de los usuarios para poder completarse y evolucionar. Tras muchos meses, la propuesta básica de Elite Dangerous se ha visto ampliada, ofreciendo una importante diversidad, acertada, con la segregación de opciones, ofreciendo no solo el modo campaña descrito, también, un modo PvP que se puede adquirir por separado, Elite Dangerous: Arena. De este modo, si os gusta la acción, hay más opciones de disfrutar de este simulador de naves espaciales, convirtiéndose en una plataforma para dar cabida a combates estelares contra otros usuarios.
Claro que, Elite Dangerous se mostró como un proyecto tan ambicioso que llega a ser abrumador. Una galaxia ingente, que se abre ante nosotros y que supone un reto el mero hecho de explorarla. Tomando el control de nuestra nave, no existen límites más allá de los que nuestro sueños impongan. De este modo, Elite Dangerous exponía diversidad de opciones, una libertad de acción desconocida hasta la fecha, porque cada cual elegía si ser un comerciante, un traficante, un combatiente o un mercenario. Junto a un powerplay donde se exponen diferentes facciones que luchan por el control de los sistemas y la galaxia, cada uno puede elegir su facción y apoyarla de muchas maneras diferentes, pues lejos de obligarse a una expansión belicosa, también se pueden controlar los diferentes sistemas desde la vía diplomática o económica.
Y es que Elite Dangerous es un juego dinámico, donde los mercados varían en base a la continua interacción de la comunidad de pilotos, donde el control de cada sistema se ve sometido a la lucha de diferentes sub-facciones más pequeñas con las que competiremos o nos aliaremos. Atender la demanda, aprovechar bien el mercado, incluso, dedicarse a la minería extrayendo minerales y vendiendolos. El abanico de opciones disponible es extraordinario, hasta el punto de ser tan diverso y amplio como el propio universo.
Descubriendo los planetas
Elite Dangerous Horizons es una expansión que principalmente ha aportado a un ambicioso planteamiento, un grado más de complejidad. Aunque parece una idea obvia, los sistemas presentan planetas, estos pueden presentar satélites y, ante la expansión de colonias, resultaba obvio que todo puede transcurrir en la órbita de estos. Como respuesta al feedback, Frontier ha logrado aprovechar las buenas ideas y crear un planteamiento más ambicioso de lo que ya se tenía, ahora podremos aterrizar en los planetas.
Esto supone una inversión importante de recursos, pues no solo los veremos con un grado de detalle abrumador, bañados por la estrella del sistema y recurriendo a un scáner de superficie para saber más de él. Esos misteriosos cuerpos celestes pueden dejar de ser desconocidos, pues podremos entrar en su órbita, podremos acercarnos a la superficie y aterrizar en ellos. Incluso, con la adquisición de un vehículo terrestre, podremos conducir por la superficie de estos planetas. Obviamente, todo esto sirve para habilitar una expansión general, con nuevas bases, instalaciones, opciones de juego y misiones. Si os parecía extenso, la adición de planetas con sus consiguientes bases, terminales, estaciones y demás, supondrá un incremento exponencial de las opciones de juego básicas.
Es así como ahora, gracias a la renovada interfaz que presenta todos los elementos mucho más ordenados, podremos comprobar que todo cobra una nueva dimensión. Donde las misiones de la facción o sub-facción están bien diferenciadas de otras que igual, no nos interesan tanto. Habrá misiones específicas para visitar planetas, algo que está bien que se matice, para aquellos que no vean necesario obtener esta expansión, o bien, que no es el momento todavía. Es de este modo como podremos investigar esta nueva opción que abarca la posibilidad de acercarnos a un planeta, descender y llegar a tocar superficie.
Son notables los cambios que esto supone en la experiencia, pues lejos de ser una aproximación basada en velocidad y distancia, como pasa con las estaciones, deberemos de considerar una serie de protocolos de aproximación. No resultará tan sencillo, pero es muy entretenido, una vez localizamos nuestro objetivo en superficie, si hay, aproximarnos en distancia visual a la vez que vamos acercándonos a la superficie. Ir descendiendo, hasta llegar a un punto crítico de altura, a unos 25km, donde pasamos del espacio a la “atmósfera”, y lo matizo así, porque no todos los planetas tienen.
Los cambios en el hud de la nave denotan el cambio, donde la variación del mismo nos dará pistas de cómo proceder para la entrada en la atmósfera. Una vez entremos, el acercamiento será exactamente igual, pero debemos considerar el cálculo para no acabar demasiado lejos. De este modo, este paso que suele ser bastante protocolario en el caso de las estaciones que orbitan planetas y satélites, se hace, tan complejo como interesante, ofreciendo, si cabe, mayor diversidad de acción. Habrá quien piense que no poder aterrizar en todos los planetas puede parecer un error, claro que si consideramos que hay planetas gaseosos, donde no se puede aterrizar, pues tampoco parece tan grave, de hecho es realista. A la opción de poder aterrizar en la tierra, o especular con otros planetas con corte similar, pues entre que está demasiado vista y que sería algo poco realista, al final, estos aparentes límites no son tan poco propicios.
Explorar hasta debajo de las piedras
Una vez entramos en un planeta, bien podemos seguir los pasos debidos para aterrizar en una estación, pidiendo los pertinentes permisos y siguiendo los protocolos, si no queremos acabar destruidos. Pero ahora, contamos con una nueva opción que es explorar la superficie bajando al suelo. Claro que no es que vayamos a ir caminando, primero habrá que equiparse con un vehículo y su correspondiente hangar dentro de la nave. Una vez nos posemos sobre la superficie, apaguemos motores de la nave, pasaremos a ocupar el asiento de un buggy, por llamarlo de alguna manera.
Tomando el control de este vehículo, el control del mismo estará sometido a los cambios producidos por las circunstancias de cada planeta. Dependiendo de la gravedad, se podrá conducir “mejor” o “peor”, donde el principal problema es el agarre, el irregular suelo y la cantidad ingente de obstáculos que podemos encontrarnos. Aunque en el fondo, se abren nuevas vías, nuevos objetivos, que serán mayores seguramente, con la llegada de más actualizaciones. Actualmente, habrá que buscar un sentido a la inclusión de un sensor de datos, un depósito de carga, con su correspondiente bahía para coger cosas del exterior, y una torreta. Esto expone un gran potencial para habilitar nuevas misiones o para satisfacer el ansia exploratoria de muchos usuarios. De hecho, por un lado, el mero placer que supone coger el vehículo y explorar la superficie hasta que el combustible prácticamente se agote, es algo que puede resultar entretenido, más, si vamos con amigos y nos dedicamos a hacer carreras y derrapes.
Pero, de hecho, todos estos artefactos servirán como plataformas para que futuras actualizaciones vayan descubriendo el gran potencial que emerge de la llegada de Elite Dangerous Horizons. Obtener datos, objetos, minerales…son nuevas opciones que podemos suponer, puedan incluirse como futuras misiones, aunque puedan ser simples opciones para satisfacer la curiosidad. En cierto modo, podría tener algo que ver con otra de las novedades interesantes que también habría llegado a Elite Dangerous, los Ingenieros.
Evolucionando la tecnología
Y es que desde que vio la luz Elite Dangerous, si bien lo que más se puede requerir es la llegada de la actualización que traduzca todos los textos al castellano, que no está disponible todavía, son las actualizaciones que han ido incluyendo nuevas opciones como es el caso de Ingenieros. Esta actualización permite desarrollar tecnologías y mejoras para las diferentes piezas que tenemos equipadas en la nave, para lo que debemos investigar en base a los requisitos que cada una de ellas necesite.
Y es que ahora, las misiones no solo darán recompensas remuneradas con dinero, también podemos hacer determinadas misiones que otorguen ciertos materiales como recompensa. Algunos se pueden vender, debiendo encontrar aquella estación que ofrezca mejor precio por ella, pero también hay otros que sirven para ser empleados en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan mejorar el equipamiento de la nave. Ahora bien, esto es algo que puede venir muy bien, independientemente del rol que cada jugar desee jugar en Elite Dangerous.
Ingenieros permite abordar una experiencia con mayor profundidad, requiriendo implicarse en esta tecnología para buscar ciertas ventajas, o al menos, para no verse en desventaja con los enemigos que nos encontremos. Es un aspecto muy complejo, que requerirá de una mejor explicación que la que un análisis puede aportar, pues no es la labor describir la profundidad tanto como matizar su importancia en el conjunto de la experiencia propuesta en Elite Dangerous.
Belleza misteriosa
Ya en su momento, Elite Dangerous pudo considerarse un juego bien planteado en su diseño y realización, ofreciendo algunas carencias derivadas de los efectos que puede tener sobre el rendimiento la aparición de un buen número de naves en el mismo escenario y derivados de la interacción online. Pero desde aquel entonces el juego también ha evolucionado en lo técnico, cuidando mucho más detalles e intentando ser mucho más realista. Sigue resultando brillante como desde Frontier ofrecen una experiencia que permite sentir la belleza misteriosa que esconde el universo.
En general, el oscuro y vacío espacio está repleto de detalles, estrellas lejanas que nos insinuan la presencia de nuevos sistemas, de nuevos destinos, que parpadean como si nos guiñasen el ojo invitándonos a acercarnos. La realización del entorno es simplemente magestuosa, y es que a muchos les resulta realmente apasionante poder descubrir los secretos que se exponen a simple vista, pero que dadas las dimensiones del universo, no resultan tan claras de observar. Haciendo hincapié en un mapa que se sale de todas las escalas conocidas para los videjuegos, se exponen cientos de sistemas, que abarcan millones de posibilidades para el jugador.
Ahora, hay una nueva opción, aterrizar en planetas, lo que abarca mayor complejidad y muchas más opciones. Así que cuando nos disponemos a aterrizar, comenzaremos a notar un cambio que, lejos de haber podido realizarse de forma suave y progresiva, muestra algunas carencias que, si bien son subsanables, ahora condicionan el acabado. Claro que a esto no le daremos tanta importacia, no resultará tan grave observar como las texturas van cargándose al unísono ganando matices según nos aproximamos. Puede interpretarse como algo que pudiera suceder, gana detalles según podemos percibirlos, pero la realidad es que la realización no es así, es más un defecto de carga que de percepción.
Ya en su momento argumentamos que, pese a que las estructuras que encontramos representando bases y estaciones estelares, se podían repetir, la variedad de diseños era bastante interesante. Incluso, daba la sensación de que no había dos estaciones realmente iguales si intentábamos entrar en detalle, porque la cantidad de detalles que estas tenían podían bien variar. Claro que no es cuestión de decir que hay una variedad en dos estructuras que solo se diferencian por el nombre de la estación en una textura. Ahora, se habilitan nuevos diseños, pues las superficies expondrán nuevas bases, nuevas estaciones, incluso algunas instalaciones que están ahí por amor al arte, pues no son aptas para que aterricemos con nuestra nave. Pero son objetivos que dejan entrever que algo podrá hacerse con ellos en diferentes misiones, porque si bien no hay hangar, si tienen medidas de seguridad.
¿Como saberlo? Investigando, es muy sencillo, tomando el control del vehículo y aproximándonos a ellas podremos comprobar que por no ser relevantes para el comercio o la interacción con nuestra nave, no van a diseñarla y presentarla debidamente. De este modo podemos comprobar que el trabajo de diseño no se ha parado demasiado a pensar en el rendimiento, al menos, no en su adaptación para Xbox One. Hemos descrito algunos problemas en la carga de texturas, no obstante, los problemas más graves pueden encontrarse cuando estamos a los mandos del vehículo de superficie, donde el rendimiento decae de forma drástica, sobre todo, al principio. Pese a que se puede observar que la mayor parte de los objetos que hay en superficie no son visibles hasta que están a cierta distancia, la amplitud del mapa parece hacer resentir el rendimiento igualmente. Parece que no han encontrado un equilibrio adecuado con el rendimiento, o que a falta de una actualización que aporte más estabilidad, es algo que pueda subsanarse.
Y es que, en realidad, la llegada de Horizons a Elite Dangerous ha supuesto un pequeño paso atrás en las versiones de las actualizaciones, ya que no se han considerado las versiones posteriores al lanzamiento en PC, estableciendo un nuevo origen para la versión de Xbox One en el desarrollo de Elite Dangerous. Es de esperar, que en un futuro, Frontier prosiga con la labor tal como ha hecho en PC y otorguen, en cierto modo, una mejoría en esta estabilidad del framerate. Pero las actualizaciones no serán únicamente técnicas.
Evolucionando sin límites
Elite Dangerous se mostró como una plataforma para representar una experiencia en expansión. Desde que vio la luz hasta hoy, el juego ha mejorado considerablemente, sobre todo, en lo que refiere a la experiencia y las opciones de juego. Claro que, mejorar un juego que ya desde el principio abordó una experiencia cuyos límites dejan en ridículo a cualquier juego lanzado hasta la fecha, tanto por extensión como por opciones de progreso, que se siga expandiendo parece impensable. Pero el universo no tiene límites y la experiencia de Elite Dangerous parece que tampoco.
Considerando los anuncios realizados, aquellos que apuntan a la posibilidad de unir escuadrones en flotillas para combates de magnitudes impensables, como la opción de poder invitar a los amigos a montar en nuestra nave, incluso de poder atracar pequeños cazas en grandes acorazados, el futuro de Elite Dangerous es prometedor. Un juego que, pese a haber descrito todo como si fuese para un jugador, incluye un componente multijugador importante, pues se podría decir que es un MMO, convierten a esta propuesta en algo magnífico. Los fans de la exploración espacial y los combates estelares tienen en Elite Dangerous un producto realmente fascinante, que salvo por algunas carencias, dada las proporciones de la propuesta, puede atrapar, más que por horas, por meses.
Elite Dangerous Horizons es una expansión esperada, una expansión que aborda la opción de aterrizar en planetas. Podría decirse que lo único que aporta es esto, abarcando así muchas más misiones, pero sería injusto obviar todo lo que este juego ha ganado y como se expone en este momento. Elite Dangerous es un juego infinito, Elite Dangerous Horizons es un mismo producto que se expone todavía más ampliamente, de forma que abordar la expansión como una mera adición de bases dada una opción de aterrizar en algunos planetas, sería totalmente injusto, pues Horizons, expande la ilimitada experiencia propuesta en Elite Dangerous.