Os traemos el análisis de Los Sims 4 en Xbox One, el primer juego de la saga creada por Maxis y llevada ahora por Electronic Arts para la actual generación de consolas que nos invita a llevar una segunda vida, virtual en este caso, sin necesidad de salir de casa. Tras llegar hace tres años a PC, ahora desembarca en consolas con un sistema de contenido bastante peculiar. Acompañadnos en nuestro análisis de Los Sims 4 para Xbox One para descubrir si, de verdad, vale la pena esta entrega o es mejor seguir en PC. ¡¡Sun sun!!
Los Sims en consola
Los Sims es una saga que no necesita presentación. Desde su aparición en el año 2000, la saga se convirtió en un auténtico éxito. El patrón durante estos 17 años ha estado claro en PC, con juegos base bastante limitados que se van completando a base de expansiones de pago. En consola también han tenido sus intentos, pero de un modo bastante más tímido que en PC. De hecho, el propio lanzamiento de este juego es… eso, tímido. La fecha de lanzamiento se filtró hace unos pocas meses y, claro, poco después vino el anuncio oficial. Sin embargo, no hemos visto demasiada promoción por parte de Electronic Arts.
Hablando del juego en si, la versión que tenemos entre manos comienza exactamente igual que la de PC, con un editor de personajes que nos permite crear un sim a nuestra imagen y semejanza (con un editor bastante completo, todo hay que decirlo) que nos permite empezar a jugar enseguida si así lo queremos, o profundizar en la personalización con herramientas de cincelado muy potentes. El objetivo en Los Sims 4 para Xbox One es vivir nuestra vida y, una vez tenemos un personaje (o una familia), toca comprar una casa baratita o un solar y empezar a crear nuestro hogar a base de esfuerzo (no, no está el motherlode o el rosebud, para los más veteranos).
Toca buscar trabajo, ir a currar, tener nuestras necesidades satisfechas y, en definitiva, cuidar a nuestro personaje sin descuidar elementos como el factor social. Y esto es algo que no es un punto negativo de esta versión en concreto, sino de Los Sims 4 en general. Si la tercera entrega de la saga nos abrió las puertas de la calle para conocer a nuestros iguales e ir de compras sin tiempos de carga, en Los Sims 4 se nos vuelve a castigar en casa de una manera inexplicable. ¿La explicación? Las emociones.
Una segunda vida
Sims 3 era sinónimo de libertad mientras que Sims 4 lo es de personalidad. Los sims siempre han tenido preocupaciones, pero en este juego todo va un paso más allá. Los sims sienten y, por tanto, tenemos que estar mucho más pendientes de ellos, tanto de sus necesidades básicas (como comer, ir al baño o ducharse) como de las propias necesidades emocionales. Una vez tenemos dominado este aspecto, podremos hacer que las criaturas prosperen, ganen más dinero y vivan en casoplones más grandes. Aquí es donde entra en juego el sistema de construcción y decoración.
Hay muchos jugadores que prefieren construir a vivir, yo soy uno de ellos, y Los Sims 4 nos sigue dando una buena excusa para crear nuestra casa ideal. El sistema de control se ha simplificado para adaptarlo a consola, pero sigue sin ser intuitivo, lo que demuestra que este juego, la saga en general, está fuertemente ligada al PC y, sobre todo, al ratón. Los Sims 4 en Xbox One están bien adaptados a nivel de interfaz, pero el control es tosco cuando queremos editar la casa o construir (además, hay unos tiempos de carga bastante molestos al cambiar entre construcción y vida). Sí, hay estancias predefinidas para ahorrarnos pasos, pero no es suficiente.
Este es el principal problema de Los Sims 4 en consola, ya que convierte una tarea sencilla y relajante, como es decorar (gracias a una banda sonora que sigue siendo de lo más agradable) en algo pesado debido a un control tosco y poco intuitivo que nos llevará a dar más pasos de los que deberíamos para hacer casi cualquier cosa. Eso sí, al menos, cuando vivimos la vida con nuestros sims, da gusto disfrutar de las casas gracias a un apartado visual que no ha experimentado cambios respecto a la versión de PC, pero que sigue siendo bastante resultón y, sobre todo, simpático.
Ay, los DLC…
El plan de lanzamiento de Los Sims desde hace 17 años está claro. Hay una primera versión que tiene poco contenido y que, poco a poco y a base de expansiones, se va completando con más opciones, muebles, vestimentas y, en definitiva, posibilidades. Los Sims 2 replicaron lo que hizo grande a Los Sims, pero con mejores gráficos. En aquella época vivimos diferentes juegos para consola de Los Sims, y el olvidable Los Urbz, pero eran juegos que no terminaron de cuajar debido a un problema fundamental, el control y la imposibilidad de expansión.
Los Sims 3 revolucionaron la base jugable al permitirnos salir a la calle sin tiempos de carga y, así, hacernos creer que vivíamos en una comunidad real. En PC estaba muy bien y eso se intentó llevar a consolas con un tímido lanzamiento. No sabemos si por las ventas o porque no estaba en el plan de ruta, Electronic Arts desaprovechó la oportunidad de actualizar Los Sims 3 en consola con las opciones que llegaban a PC, algo posible ya que los DLC ya existían y se podían actualizar los juegos vía online.
Los Sims 4 para Xbox One va por el mismo camino de Los Sims 3 en consolas. Se trata de una entrega que parece que llega porque tiene que llegar, porque no cuesta trabajo hacerla para consolas y con lo que venda, genial. Es cierto que se trata de un juego bastante más completo que el que llegó en su día a PC (antes de las expansiones), ya que tiene cierto contenido adicional extraído de los DLC de los juegos de PC, pero hay algo que sigue fallando: el control.
Es tosco y lo que en PC es un placer, como el construir, en consolas es lento, pesado y… no apetece, en definitiva. No es un mal juego, pero sí es cierto que no cambia nada, tampoco aporta demasiado y no lo necesitábamos en consola, la gran mayoría, claro. Sí, hay usuarios que puede que lo esperaran con ganas, pero una de las cualidades de Los Sims 4 es que están muy bien optimizados para PC y, sin duda, el ordenador sigue siendo el entorno perfecto para disfrutar de esta experiencia, por mucho que nos guste ver a estas personitas en pantalla grande.
No es un mal juego, en absoluto, pero le pesa demasiado el mencionado sistema de control. Además, no entiendo por qué no hay opciones online para compartir contenido, algo que ya está inventado e implementado en los últimos juegos de la saga en PC. Eso sí, si no tenéis un PC de hace unos cinco años en adelante, puede que sí os compense disfrutar de Los Sims 4 en Xbox One con algunos packs de contenido como Urbanitas, el pack de contenido Vampiros, y los packs de accesorios Glamour Vintage y Patio de Ensueño. Faltan las mascotas, algo que esperamos que llegue vía DLC.