Los aficionados al mundo del deporte y a los videojuegos disfrutan cada año de un amplio abanico de entregas deportivas para disfrutar en su plataforma favorita. Franquicias como FIFA, Pro Evolution Soccer, Madden NFL o NBA 2K hacen acto de presencia temporada tras temporada y logran entretener a una enorme cantidad de jugadores. Sin embargo, en la actualidad nos encontramos con que la inmensa mayoría de títulos deportivos buscan ofrecer una propuesta lo más cercana posible a la realidad. Todo esto difiere de una época anterior que vivimos en las dos generaciones anteriores donde teníamos propuestas más alocadas y surrealistas, como podrían ser el caso de FIFA Street o NBA Jam. Pues bien, después de mucho tiempo de espera NBA Playgrounds busca recoger ese testigo y ofrecernos una perspectiva totalmente distinta de la NBA.
NBA Playgrounds se puso a la venta a principios de mayo, y se trata de un videojuego desarrollado por Saber Interactive y publicado por Mad Dog Games, con el cual los fans del baloncesto y/o la NBA podrán disfrutar de lado más salvaje y gamberro de la competición. Lo cierto es que el título se basa en una premisa tremendamente sencilla de partidos 2 versus 2, los cuales prometen diversión, acción y emoción a raudales. Así que, si estáis deseando descubrir cuál es la propuesta completa de NBA Playgrounds os invito a que nos acompañéis a lo largo de este texto para descubrir, con todo lujo de detalles, lo que nos propone.
Diversión en la pista
Como ya hemos comentado en el párrafo anterior, el elemento diferenciador de NBA Playgrounds es su apuesta por partidos que en los cuales se enfrenan equipos de dos jugadores. Estos pueden estar formados por dos jugadores de cualquiera de los 30 equipos NBA que forman parte de la liga. De todas formas, no tendremos libertad absoluta para escoger el jugador que deseemos, sino que necesitaremos previamente haber conseguido la carta del jugador en un paquete de sobres. Nada más empezar nos darán algunos de ellos, y luego iremos consiguiendo más al subir nuestro nivel de jugador, y al completar los distintos torneos disponibles. En total, hay 152 jugadores.
Precisamente, uno de los problemas que encontraremos son las escasas posibilidades de juego. Es decir, las opciones para el jugador se limitan a jugar un partido rápido tras otro (solo o con amigos en modo local) contra la CPU, online contra otros jugadores o, los distintos torneos que hay disponibles. Estos son muy escuetos en número (son un total de 6), y para desbloquear uno, deberemos haber completado el anterior. Entonces, ¿dónde radica el gran reto? Pues en que a lo largo de los cuatro partidos que forman parte del torneo, cada uno de ellos tendrá un desafío adicional que nos permitirá conseguir la máxima puntuación. Estos retos constan, por ejemplo, en conseguir un determinado número de rebotes, anotar una cantidad concreta de triples, etc.
Jugablemente, NBA Playgrounds es fácil de aprender y controlar, consiguiendo que rápidamente desde un primer momento podamos disfrutar del baloncesto callejero. En resumidas cuentas, los partidos se limitan a mates espectaculares, triples imposibles, codazos para deshacerse del rival, driblings y tapones. Pero eso no es todo, y es que también podremos conseguir canastas de cuatro y de hasta cinco puntos. ¿Cómo es eso? Pues en el caso de realizar un tiro perfecto, esa canasta recibirá un punto extra, mientras que la primera del partido viene acompañada de otro punto como premio.
Pero eso no es todo, en la pista también tendremos que vigilar una barra que se recarga con acciones como mates y tapones, que al completarse nos permite hacer uso de una habilidad especial. Estas habilidades las vamos consiguiendo a medida que completamos campeonatos y, por ejemplo, nos permitirá conseguir una zona desde donde nuestras canastas valdrán el doble, podremos reducir el tiempo de posesión del rival, la velocidad de nuestros jugadores o lanzar un tiro infalible.
Aun así, hay un par de elementos que no me acaban de convencer en absoluto de NBA Playgrounds. La primera de ellas es que un elemento tan importante en los partidos de básquet como es la lucha por el rebote, queda totalmente desdibujado y pasa a ser algo puramente anecdótico. Esto es debido a que cuesta mucho posicionarse a la hora de capturarlo, algo que se suma a la dificultad de ver fallar al rival. El segundo detalle cuestionable de la jugabilidad son los tiros de dos puntos, y es que es muchísimo más sencillo anotar triples o realizar mates que anotar una bandeja o un tiro a media distancia.
Un acabado llamativo
Llegados a este punto, nos toca hablar un poco de la faceta más técnica, así como del apartado estético de NBA Playgrounds. En una mano tenemos una estética divertida y desenfadada con un toque cartoon y unas versiones cabezonas de las distintas estrellas NBA que hacen acto de presencia en el juego. Lo cierto es que todos ellos están muy bien conseguidos, siendo realmente gracioso ver las versiones caricaturizadas de los hermanos Gasol, LeBron o Curry, por citar algunos. Este humor también está presente en el diseño de las distintas pistas, quienes cuentan con espectadores tópicos de las distintas ciudades (por ejemplo, Londres o París), junto con elementos distintivos y representativos de cada nación. Todo ello adornado con efectos especiales en determinadas jugadas, bailes de celebración al anotar una canasta, etcétera.
En la otra mano tendríamos los aspectos más técnicos y aquí valdría la pena destacar que NBA Playgrounds, sin ser un videojuego excelente, funciona de manera bastante solvente. Es importante reseñar que el título funciona a una tasa de 60 fps constantes, y no cuenta con problemas de resolución notorios que si hemos padecido en otros juegos. Sin embargo, hay otros aspectos que acaban haciendo que el resultado final desluzca un poco. Estos son, por un lado, la enorme cantidad de tiempos de carga junto a la duración de los mismos, así como también algunos problemas de estabilidad en las partidas multijugador online. Siendo esto último, un problemilla para disfrutar al máximo de NBA Playgrounds con otros aficionados al baloncesto.
Además, NBA Playgorunds viene con los textos traducidos por completo al castellano. Aunque esto viene acompañado de una banda sonora que, si bien es divertida en ocasiones, acaba haciéndose repetitiva con el paso de los partidos. Algo que se acentúa todavía más cuando hablamos de los comentaristas, los cuales son íntegramente en inglés, pero carecen en muchos momentos de emoción, así como también son comentarios bastante básicos y que se repiten de manera constante.
Conclusiones
En definitiva, NBA Playgrounds cuenta con una base jugable bastante sólida y sencilla que convierten al título de Saber Interactive en una apuesta segura para aquellos jugadores que buscan pasar un buen rato a los mandos de su consola. El videojuego cuenta con la licencia oficial de la NBA, lo cual significa que tendremos a nuestra disposición jugadores actuales y clásicos de los 30 equipos de la competición. Obviamente, aquellos fans de la NBA o del baloncesto disfrutaran más de NBA Playgrounds viendo como sus jugadores favoritos han sido representado en el juego, y como estos hacen auténticas virguerías en la cancha. Aunque, esto no quita para que todo jugador que le dé una oportunidad al título pase un rato divertido con él.
Sin embargo, NBA Playgrounds está muy lejos de ser un producto redondo. Y es que cuando entramos en el meollo de la cuestión, nos encontramos con un título tremendamente funcional, pero con notorios defectos. El primero, y, principal, es la falta de modos de juego, tanto para un jugador como en su faceta multijugador, lo cual podríamos resumir en jugar un partido tras otro sin nada más a tener en cuenta. El segundo, en mi opinión, es lo mal aprovechado que esta el sistema de personajes, especialmente en lo que respecta a la progresión de los jugadores la cual es anecdótica.
Resumiendo, NBA Playgrounds es una buena alternativa para todos aquellos que buscáis un juego de baloncesto distinto y, además, tiene un precio de mercado de 19,99 euros, algo que resulta bastante atractivo y que puede acabar inclinando la balanza hacia un lado u otro.