Imagínate un GTA, con todos su gags, expresiones, situaciones, pero en el medioevo y con vista isométrica. De eso se trata este análisis de Rustler. No es que Rustler haya decidido ser una copia indie de GTA 2, sino que más bien quiere ser al mismo tiempo un tributo como una opción de ese concepto en un universo totalmente distinto. Rustler es un juego lleno de humor, momentos absurdos, y una historia disparatada.
Se trata de una aventura de aprox. ocho horas en la que tendrás que arar los campos, trabajar como recolector de cadáveres e incluso ayudar a un grupo de fanáticos religiosos que han iniciado su propio negocio de alcohol ilegal. Entre los problemas que presenta el juego, están problemas de optimización, mecánicas repetitivas y un combate que no resulta muy atractivo, entre otros. Es un juego para pasar un rato divertido, pero nada más allá de eso.
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Análisis de Rustler
El guión de Rustler es en su mayoría es desenfadado dentro de una ambientación medieval alternativa, en la que encontrarás un mundo lleno de crimen y situaciones absurdas. Como ocurre en los primeros dos juegos de GTA, pasarás la mayor parte del tiempo deambulando por el pequeño mundo abierto, usando en tus conflictos todo tipo de armas. El juego hace lo suficiente con su conjunto básico de mecánicas para mantener la sensación de frescura.
En realidad es un juego que apuesta por una fórmula simplista en lo que respecta a la jugabilidad, con mecánicas que bien podrían ser parte de un pasado remoto. Y lo que ofrece a cambio es un humor irreverente que no siempre funciona bien. Sin duda, lo mejor de su humor son los bardos que hacen beatboxing.
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Última actualización el 2023-03-30. Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados. SomosXbox podría recibir una comisión por tus compras. Más información.
Una secuela espiritual
Como hemos dicho en este análisis de Rustler, el juego consigue parecerse mucho a los dos primeros juegos de GTA, siendo esto una decisión de diseño del juego, lo que da la sensación de que podría haber sido un sucesor espiritual del antiguo modelo de GTA. Hay algunos ligeros ajustes para hacerlo más jugable para el público moderno, pero no hay suficientes elementos que logren marcar una diferencia, por lo que fans de los primeros tiempos de esta saga tendrán lo que quieren.
En cuanto a si esto es bueno o malo, habrá que tomar decisiones. En principio te diviertes con sus referencias, sus gags, y su alocada trama. Pero muy pronto esto se va desgastando y aunque el juego no es muy largo, parece que las mecánicas implementadas como la de repintar tu caballo para huir de la policía, o la de quitar carteles para que te dejen de buscar, además de las misiones que haces para diferentes «pandillas», no logran renovarse en el juego y pueden aburrir un poco.
Simplista y no simple
Hay una gran diferencia entre que algo sea simple y que sea simplista. Esta diferencia radica en que la simpleza puede ser toda una virtud, en lo que respecta a diseño. Por el contrario, que algo sea simplista quiere decir que no hubo mucho esfuerzo atrás. Y definitivamente ser simplista es algo de lo que podemos acusar a Rustler. Por un lado, está su humor que no siempre funciona, y a veces solo pasa por algo insatisfactorio.
Además, su trama principal no es precisamente convincente. Es interesante ver cómo Guy intenta surgir desde sus humildes comienzos para ganarse la mano de la princesa, pero la mayoría de sus misiones secundarias son bastante básicas y repetitivas, aunque necesarias muchas de ellas. También hay otras cosas que hacer, como recoger notas musicales y herraduras para mejorar las habilidades, pero no son actividades que satisfagan enteramente.
Está también el hecho de que el juego utilice mecánicas que no terminan de consolidarse. Tiene un árbol de habilidades que funciona pero no por eso hace al juego más satisfactorio.
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Conclusión
Si bien Rustler es un sandbox divertido que logra ser una referencia de los primeros GTA, lo cierto es que la experiencia puede verse empañada por algunas carencias. Lo primero es su diseño de mecánicas simplistas, que funciona al principio pero se gasta rápidamente, su humor que no llega a ser tan satisfactorio. Puede ser que todo esto haga parte de su aspiración a ser un juego gracioso, y nos diga que no debemos tomarlo en serio. Sin embargo, un poco más de empeño por este lado haría más grata la experiencia.
Además, tiene una variedad de problemas técnicos, como que pueda reiniciarse alguna misión, o que el juego crashee por completo sin previo aviso. Hay también algunos pequeños descuidos en el diseño como que las monturas a veces no reaparecen si se cargan desde un punto de control es un problema. Así las cosas, es poco probable que Rustler mantenga a los jugadores comprometidos a largo plazo.