Las historias sobre asesinos en serie vuelven a formar parte de la moda popular y los videojuegos no podían quedarse sin su propia adaptación de terror. Eso es precisamente lo que hace The Devil in Me, la cuarta y última entrega de la primera temporada de The Dark Pictures Anthology, la saga de Supermassive Games (Until Dawn, The Quarry). Nosotros ya hemos podido jugarlo y te contamos qué nos ha parecido en nuestro análisis de The Dark Pictures: The Devil in Me para Xbox Series X, que concluye esta primera temporada siguiendo con la trayectoria ascendente que la franquicia ha demostrado desde que debutó en 2019 con Man of Medan.
La casa del terror
Como cualquier otro juego de Supermassive, The Devil in Me nos pone en la piel de un grupo de variopintos personajes, los cuales pueden ser controlados por diferentes jugadores, aunque también por uno solo si quieres experimentar la historia en solitario. Ese ha sido nuestro caso. En esta ocasión el grupo de cinco personajes protagonistas son los integrantes de una productora de documentales de poca monta. Lo componen Charlie, el veterano dueño de la productora; Kate, la presentadora; Mark, el cámara; Jamie, la técnica de iluminación; y Erin, la técnica de sonido y recadera de Charlie, recién llegada al equipo.
El grupo se encuentra trabajando en un documental sobre H. H. Holmes, el primer asesino en serie de Estados Unidos, que mató a casi doscientas personas. Sin embargo, están un poco perdidos hasta que reciben la llamada de un ricachón que heredó en su día el hotel de Holmes, convertido ahora en una suerte de atracción turística. El señor Du’Met, que así se llama, les invita a pasar un fin de semana en el lugar para poder obtener imágenes e historias para su documental, pero lo que el equipo no espera es que las cosas se empiecen a torcer y que absolutamente todo dentro del hotel se convierta en un peligro para sus propias vidas.
Bajo esta nueva premisa de corte slasher, la especialidad de Supermassive, se esconde probablemente una de las mejores tramas de The Dark Pictures Anthology hasta la fecha, una vez más uniendo historias del pasado con una ambientada en la actualidad. The Devil in Me también cuenta con un reparto de personajes muy variado y mucho más inspirado que en episodios anteriores. Es uno de esos en los que verdaderamente duele perder a un personaje u otro.
Foco en la exploración
Para un usuario que haya jugado a otros juegos de Supermassive no será una sorpresa saber que The Devil in Me tiene un gran componente de exploración, más allá de los elementos clásicos de estos cuentos de terror, como los quick time events o las decisiones difíciles. Sin embargo, lo nuevo de The Dark Pictures Anthology hace un especial foco en la exploración, lo cual es un acierto mayúsculo. Los escenarios cuentan con más verticalidad que en el pasado, lo que nos obliga a encontrar los caminos subiendo, bajando, arrastrándonos, trepando, apoyándonos en un compañero e incluso moviendo objetos que nos faciliten alcanzar nuevas alturas o desbloquear caminos, toda una novedad dentro del llamado género película interactiva de terror.
Eso no es todo, no obstante. Como ya ocurría en otros títulos del estudio británico, explorar los escenarios tiene recompensa. No solo hallaremos documentos que nos aportan información sobre la historia, sino que en esta ocasión podemos encontrar también archivos o audios sobre personajes del juego, lo que hace que nuestros protagonistas tengan una información que más tarde compartirán con el resto de integrantes y que cambiarán comportamientos y situaciones. Finalmente, pero no por ello menos importante, también vuelven las Fotografías oscuras. Encontrarlas nos dará una pista sobre acontecimientos que podrían tener lugar más tarde en el juego y que también podrían ayudarnos a salvar una vida de uno de nuestros personajes… si lo interpretamos correctamente.
Aunque ya hemos comentado muchas novedades a este respecto, aún falta la más importante. Y es que en The Devil in Me cada uno de nuestros personajes jugables tiene sus propios rasgos y habilidades, lo cual hace que manejarlos aporte variedad jugable y no solo narrativa. Por ejemplo, Jamie puede reparar circuitos eléctricos con un divertido minijuego, Charlie puede usar su tarjeta de visita para forzar cajones cerrados y Erin puede hacer uso de su equipo de sonido para seguir pistas sonoras a través de las paredes mientras se mueve por el hotel.
Decisiones y crecimiento
El punto álgido de este tipo de juegos se produce cuando llega la hora de tomar decisiones complicadas. Obviamente no entraremos en detalle porque no queremos incurrir en spoilers, pero The Devil in Me nos ha puesto a prueba como hacía mucho que no lo conseguía ninguno de sus juegos. Es posible que sea porque sus personajes nos han importado, pero también porque estamos ante una historia bien construida (aunque con sus licencias e incoherencias) y que nos acaba llevando a situaciones límite, aquellas en las que cualquier decisión que tomes será mala (o tal vez no). También nos ha dado la sensación de estar algo más guiado hacia donde el juego quiere que vayamos que episodios previos, pero esto es difícil de determinar sin tener delante todo el mapeo de ramificaciones que se producen tras cada decisión y todos los escenarios a donde nos llevan esas elecciones.
No cabe duda de que The Devil in Me es un nuevo paso adelante para The Dark Pictures Anthology. La colección de historias de terror empezó con mal pie con Man of Medan, pero no ha dejado de mejorar con Little Hope, House of Ashes y ahora The Devil in Me. Si bien cada uno tiene sus gustos personales y subjetivos, es indudable que Supermassive ha ido aprendiendo de cada experiencia y mejorando esta fórmula reducida, menor en tamaño a Until Dawn o The Quarry, pero tan bien trabajada como cualquiera de esos dos juegos. The Devil in Me poco tiene que envidiarle al mencionado The Quarry, que también ha llegado este año.
Dónde mejorar
Sí hay un punto en el que Supermassive necesita centrar todos sus esfuerzos para próximas entregas de la franquicia: el técnico. Ya nos hemos acostumbrado a ese sonido ligeramente enlatado de todas sus producciones, por lo que no profundizaremos más en él, pero el visual sí es uno a tener muy en cuenta. Y es que resulta increíble ver el magnífico trabajo que hace Supermassive a la hora de capturar facialmente a actores reconocidos (The Devil in Me cuenta con la nominada al Oscar Jessie Buckley). Lucen como personas reales, pero después ese realismo se combina con unas animaciones faciales que en ocasiones dejan que desear. Lo mismo ocurre con las transiciones entre escenas.
En el pasado nos topamos con saltos extraños entre unas y otras, por lo que en The Devil in Me Supermassive ha tomado la decisión de situar una micropantalla de carga entre una y otra. A nivel de inmersión mejora la experiencia, pero sigue siendo poco aceptable tener una pequeña pantalla negra de carga cada vez que cambiamos de situación. A ello hay que sumar la carga tardía de texturas cada vez que iniciamos una nueva escena. Nada especialmente molesto, pero que sí que cabe reseñar. Esperemos que el parche del día uno corrija la mayor parte de estos problemas.
Conclusiones
The Devil in Me cierra de forma brillante la primera temporada de The Dark Pictures Anthology. Una historia cuidada y emocionante, un elenco de personajes interesante, una compleja toma de decisiones y una experiencia mucho más centrada en la exploración son algunos de sus principales elementos. A pesar de algunos pequeños problemas técnicos que ya son habituales dentro de la saga, The Devil in Me es un absoluto imprescindible para los fans del terror, especialmente para aquellos que disfrutan de las historias interactivas. Y es que el hecho de poder jugarlo tanto en solitario como con amigos, cada uno controlando a un personaje, le aporta una vida extra al videojuego.