The Falconeer es un juego difícil de analizar y la razón es la siguiente: es un juego con grandes ideas, pero también un juego que termina siendo repetitivo y aburrido demasiado pronto. Sin embargo, es un juego que ofrece tanta calidad en físicas, gráficas que se quedan contigo luego de jugar. Y por último, fue hecho por una sola persona, lo que es sin duda un mérito difícil de igualar, sobre todo por la calidad en muchas de sus opciones.
Así es, en una época en la que se necesitan equipos de cientos de personas para desarrollar los juegos más grandes (y también los pequeños), Tomas Sala tomó la decisión de dedicarle años de su vida al desarrollo de este videojuego. Es interesante cómo Xbox decidió darle apoyo a dos diferentes desarrolladores solitarios para lanzar su juego junto con sus nuevas consolas. Sin embargo, si comparamos The Falconeer con Bright Memory, podemos darnos cuenta con facilidad que The Falconeer es una experiencia considerablemente más refinada.
Para este Análisis de The Falconeer se utilizó la versión de Xbox Series X del juego.
No es un avión, es un Pájaro
The Falconeer es un juego de combate aéreo de mundo «abierto», en el que puedes volar alrededor de un planeta a lomos de pájaros de guerra gigantes equipados con armas de rayos. Su área de operaciones es el Geat Ursee, un vasto océano en el que la población se posa en los afloramientos de islas rocosas y la piratería abunda. Así que la superficie que predomina es el mar, que se extiende en todas direcciones mientras el día y la noche cambian, junto con el clima que puede ser tormentas por un lado y por otro un atardecer soleado.
Si algo logra bien este juego, es la creación de un mundo realmente bello. Volar sobre el mar, con el atardecer, las tormentas, los cielos estrellados en la noche, se ve y siente glorioso. Es curioso que al mismo tiempo lo que es lo más bello sea también uno de sus defectos más grandes, pues este mundo no deja de sentirse vacío. Los poblados no tienen nada de especial, por ejemplo, ni personas, ni animaciones de nada. Se trata de unas cuantas casas con un diseño semejante entre poblados, en los que tendrás que posarte para poder interactuar con unas personas que te salen a modo de sprites animados.
En todo caso, este no es un juego de rol, o un juego para hablar. Es en todo su sentido un juego de combate aéreo. Y por eso quizás no tengamos problema con los poblados tan poco interesantes. Con todo, su mundo lleno de agua no deja de sentirse vacío. Pero no por eso menos bello. Algo que realmente vas a agradecer durante tu experiencia con The Falconeer es su modo foto. Es en este modo en el que puedes experimentar toda la belleza de ese mundo. Además de que ofrece la posibilidad de cambiar la hora del día para la foto. Es espectacular.
Cayendo aprendes a volar
Si algo hace mal The Falconeer es su comienzo. Un breve tutorial te presenta el sistema de control que aunque es realmente simple, está explicado de una manera bastante extraña (al menos en español). Algo así como que te digan que debes presionar el «botón izquierdo» y debas adivinar a qué botón se refiere. Pero una vez lo descubres, está bastante bien: el joystick izquierdo controla tu movimiento, el gatillo derecho dispara tu arma, puedes hacer un giro evasivo y obtener un aumento de velocidad a través del LB.
No porque sea simple es menos efectivo y divertido. De hecho, su sistema de vuelo cuando más brilla es en el combate. Con buenas físicas que aprovecha muy bien. Durante el tutorial también te enseñan que no solo puedes volar a las tormentas eléctricas, sino que debes hacerlo para cargar tus armas. Pero el tutorial tiene uno de los problemas que tendrá en general el juego. Y es que si por alguna razón te equivocas y pierdes, debes iniciarlo desde cero. Lo mismo pasará en las misiones normales, lo que se convertirá en algo bastante frustrante. La ausencia de puntos de control es una mala decisión.
Esto sin contar que algunos de los objetivos que te proponen desde el tutorial pueden llegar a ser bien complicados, como el primer combate aéreo, en el que vas a morir unas cuantas veces, y por tanto tendrás que iniciar todo de nuevo. Hay que decirlo, los combates en este juego se me hicieron muy bien logrados, solo que no son sencillos, requiere que te acostumbres a sus propias mecánicas, a aprovechar todo lo que te da el juego y hacerlo bien.
No hay calma en la vida del mar
Si esperas una historia profunda, este tal vez no sea tu juego. De hecho, ese es el otro problema con el que me encontré jugando Falconeer. No es que lo videojuegos tengan por obligación que contarte una historia para ser buenos. Pero si te la cuentan, lo mínimo es que la cuenten bien. Y The Falconeer es uno de estos juegos que te cuenta una historia, pero no lo hace bien. Utilizando recursos como la voz en off y animaciones muy simples. Además, utiliza un lenguaje que se siente pesado y que al final no transmite nada.
No es que se pueda juzgar este juego por su historia, pues de lo que se trata este juego es de combatir, y eso lo hace bien. Sin embargo, no deja de ser un limitante que el juego la use, intente contarte la historia, pero no logre transportarte a su lore y hacerte sentir parte de él. En cuanto a lo que tienes para hacer en este mundo, se trata de una serie de misiones relacionadas con la suerte de islas que te encuentras, y también misiones más generales de estilo mensajero.
Con las misiones ganas dinero que se puede usar para mejorar tu pájaro de guerra a través de mutágenos que aumentan las estadísticas. También puedes comprar nuevos tipos de armas, o incluso puedes comprar pájaros de guerra de diferentes clases. Las misiones no me parece que lograran tener toda la diversidad suficiente para mantener mi interés constante en el juego. Es cierto que The Falconeer intenta cambiar la motivación de una misión a otra. Pero en últimas se trata de volar de a algún sitio, enfrentarte a unos enemigos, y proteger este objetivo, o recoger este paquete.
Conclusión
The Falconeer es un juego para quienes disfrutan de los combates aéreos. Para ser un juego independiente, lo que ofrece como experiencia jugable, es realmente completo e interesante. Sobretodo si piensas que el juego fue creado por una banda de un solo hombre. Es una pena, que no logre cautivar lo suficiente, que su mundo y su lore no atrape lo suficiente por los medios que utiliza para narrar su historia, pero también porque su historia no logra ser lo mejor.
En cuanto al uso del poder de las nuevas consolas, por su condición de Indie no logra explotar el potencial del hardware de la nueva generación de Microsoft. De hecho, yo probé este juego en su versión de One X y en general se siente que en esta consola funciona muy bien. Eso sí, con su modo 120 FPS solo disponible en Xbox Series X|S, tendrás toda la nueva generación que un juego como este puede darte.
Yo diría que es un juego que vale la pena probar solo si eres fan de los juegos de combate. Y es que durante cada combate sientes la emoción de estar sobre un halcón de guerra, defiendo a tus aliados y consiguiendo los objetivos. Las físicas que usa para volar y combatir son de primera clase, y una vez las dominas llegas a disfrutarlas mucho. Pero sobre todo lo mejor es como se ve el cielo con todos sus colores y climas.