Ok, you’re on the green
Visualmente el The Golf Club no es precisamente rico en detalles, quizás tampoco sea algo muy necesario. No obstante, podría haberse cuidado más este apartado. Tanto la iluminación como los modelados de personajes y entorno son bastante estándar y justitos en detalles. Precisamente en la personalización de nuestro golfista encontramos otro de los aspectos negativos. Y es que el editor que tenemos es demasiado simple y apenas nos da unas pocas opciones. Es cierto que tampoco es algo de suma importancia en un juego de estas características, pero son pequeños detalles que se podrían haber corregido con un poco más de esfuerzo. En cambio ocurre todo lo contrario con el potente editor de campos del que hablaremos más adelante, en el que además se han incluido nuevos tipos de terreno con esta nueva edición, como el entorno tropical.
Por otra parte, la física de la bola resulta bastante realista. Desde los golpes, en los que la bola adquiere un efecto perfectamente perceptible según nuestro movimiento del stick, así como los botes de la bola dependiendo de cada terreno o la fuerza del viento, con el que habrá que tener cuidado si no queremos que nos juegue una mala pasada. Al igual que el golpeo con diferentes palos se encuentra bastante bien recreado. Sin embargo, también encontramos algunos efectos un poco extraños, como la interacción de la bola con algunos obstáculos como los árboles, o esa estela de luz que nos marca su trayecto, vale que es la mejor forma de apreciarlo, pero no queda un aspecto demasiado bueno.
El sonido es otro de los aspectos en los que el juego va justo. Las melodías que suenan entre los menús no están mal, y nos ayudan a relajarnos un poco antes de los torneos, aunque tampoco resulta nada especialmente destacable. Mientras que una vez en el campo apenas hay incluidos unos pocos efectos sonoros. También tenemos una voz en off que comenta nuestros golpes, que no está mal y nos ayuda a no sentirnos tan solos en el campo, aunque no llega ni doblada ni subtitulada al castellano. No os preocupéis que el resto de textos del juego sí que lo están.
Mejorando nuestro swing
Lo que en mi opinión es lo mejor de The Golf Club Collector’s Edition (incluso por encima del potente editor de campos) es su control y jugabilidad en general. Saltamos al campo y comenzamos a golpear la bola sin un solo consejo, sin un tutorial o al menos una explicación de para qué funciona cada botón. Imaginad lo que supone para alguien que no es especial conocedor ni del golf ni de los juegos basados en él. No obstante, casi se siente mejor así, ¿no os parecen muy pesados a veces los tutoriales? Lo que queremos es empezar a jugar cuanto antes. Imaginad también lo que supondría tener que aprender todos los entresijos del golf y del juego mediante pesados tutoriales.
Pero no hay que temer demasiado, una vez comenzamos a golpear la bola nos damos cuenta de que la cosa tampoco es tan complicada. El sistema de swing basado en el tacto con el stick derecho resulta realmente eficaz y satisfactorio. Tirando hacia abajo de la palanca cargamos el golpe, y dependiendo la fuerza y lo precisos en la dirección que seamos al llevarla hacia arriba dependerá el destino de nuestra bola. No hay más complejidad que esta para jugar a The Golf Club.
Y sin embargo, su profundidad no queda aquí, ya que tenemos a disposición toda la gama de palos y diferentes golpeos para trazar la estrategia que nos parezca más adecuada. Aunque habitualmente lo que adopta nuestro golfista al situarse ante el próximo golpeo suele suponer la estrategia más lógica. Por supuesto, también deberemos tener en cuenta la dirección y fuerza con la que sopla el viento, o las yardas y obstáculos que hay entre la bola y el hoyo en cuestión.
En The Golf Club Collector’s Edition, como ya hemos dicho, no existe un modo carrera o algo similar que nos haga sentir una experiencia verdaderamente profunda en el sentido más rolero. Sin embargo, la sensación de progresión mientras jugamos se hace tangible, no en adquirir nuevos objetos, mejoras o algún tipo de nivel de reconocimiento, sino en nuestra propia técnica para golpear la bola y atender a la mejor manera de afrontar cada hoyo.
Así nos vamos dando cuenta del nivel de exigencia, que notaremos especialmente comparando nuestros números con los de otros jugadores online. Esa sensación es la que hace nos piquemos a superarnos a nosotros mismos, al resto de la comunidad, y que continuemos jugando. Y a poco que el juego consiga engancharnos comenzaremos a sentir que comenzamos a entender cada vez más sobre este deporte. ¿Qué otra cosa mejor se le puede pedir a un simulador deportivo?
Este es nuestro club
El otro punto fuerte de The Golf Club Collector’s Edition lo encontramos en una comunidad que, lejos de lo que pudiese parecer, se encuentra bastante activa. Lo podemos comprobar en cada una de las clasificaciones online, o en los campos creados por otros usuarios. El juego ha sido dotado de unas posibilidades sociales muy interesantes, no solo encontramos un buzón de mensajes, sino que todas nuestras estadísticas se encuentran perfectamente detalladas para ser comparadas con las de otros jugadores, o también es posible competir contra ellos en tiempo real a través de sus fantasmas, lo que nos permite observar cuál ha sido su jugada y compararla con la nuestra. Todo ello sitúa a The Golf Club a favor de la competición y el pique por ser el mejor.
En lo social también nos encontramos con un enorme editor de campos que al igual que el resto del juego resulta muy accesible, con la posibilidad de crear campos de manera casi aleatoria y retocarlos ligeramente. Pero también puede resultar mucho más profundo si así lo deseamos, y es que el editor nos da la posibilidad de retocar prácticamente cualquier aspecto de nuestro nuevo campo, ya sea antes de probarlo por nosotros mismos o de compartirlo con los demás. Si sois amantes del golf, disfrutaréis creando vuestros campos preferidos, o ideando cualquiera que se os ocurra, desde modificar el terreno a añadir cualquier tipo de obstáculo. Además, si nos atrevemos a enfrentarnos a los campos de otros el juego resulta prácticamente infinito.
Por otro lado, también tenemos la posibilidad de editar nuestros propios torneos. Aún así es este otro de los puntos flacos del título, ya que no encontramos una gran variedad de modos de juego, más que jugar en partidas más o menos rápidas o participar en torneos que resultan algo insulsos. Se echa en falta algún tipo de modo carrera que resulte más ameno y que nos incite a ir mejorando y creciendo como golfista, quizás, ¿la asignatura pendiente para una nueva entrega? Mientras que también podemos echar unos hoyos en local junto a cuatro amigos. Una pena que tampoco exista ningún tipo de licencia oficial, lo que nos hubiera permitido elegir a nuestro golfista favorito para enfrentarnos a nuestros amigos o participar en torneos oficiales.
Pero esto es ante todo un título para jugar al golf, y donde The Golf Club Collector’s Edition se hace realmente grande es, como decimos, en su aspecto online. Y no estamos del típico sistema multijugador en el que todos los jugadores compiten a la vez, ya que poco sentido tendría eso en un juego de estas características, sino de todas las opciones para interactuar con otros usuarios que ofrece. Su faceta “club” es con diferencia lo más cuidado del título. De hecho, si tenéis más amigos en la consola a los que también les guste el golf disfrutaréis mucho de este juego. Obviamente en la interacción con desconocidos pierde enteros, pero tampoco está nada mal, al contrario, se nos invita a continuar jugando y picándonos para mejorar nuestras puntuaciones, comparar en tiempo real nuestros golpes con los del fantasma rival para aprender sobre los demás, o enfrentarnos a los hoyos creados por otros jugadores.
En definitiva, si sus mecánicas consiguen engancharnos, creed que no es demasiado complicado hacerse con ellas incluso para un novato en simuladores de golf, y a poco que nos integremos en la comunidad comparando estadísticas, probando campos o diseñando los nuestros, tenemos juego para bastantes horas. Aunque si ya habéis disfrutado del juego en su lanzamiento original, esta nueva edición probablemente no os ofrezca tanto contenido como para justificar su compra. Tenéis cinco nuevos campos de golf y la posibilidad de crear otros campos haciendo uso de un entorno tropical. Pero la verdad es que con los campos creados por la comunidad no es un aspecto que se eche muy en falta.
Conclusión
The Golf Club Collector’s Edition tiene lo que más importa de un simulador deportivo, la satisfacción de que cuanto más jugamos más sensación de mejoría tenemos, tanto en nuestra habilidad como en lo que vamos aprendiendo sobre el propio deporte. No obstante, no es un juego completo en varios aspectos, se echa en falta algún modo de juego más profundo, personalización, licencias, o un aspecto técnico más cuidado. Si bien todo ello son carencias que olvidaréis sin muchos problemas si realmente os gusta el golf, la competición y sus mecánicas os atrapan. Un buen trabajo por parte de HB Studios, que si mejora algunos aspectos, podría traernos un nueva entrega muy buena. Eso sí, si ya tenéis la versión estándar, el contenido de esta nueva edición probablemente no os merezca la pena el nuevo desembolso.
Por fin, podemos decir que existen otras alternativas dentro del género para Xbox One y no nos encontramos con una única opción, como Rory McIlroy PGA Tour, la apuesta de EA Sports que resulta más completa en algunos aspectos, pero no posee una comunidad tan potente, o Powerstar Golf, que puede jugarse gratuitamente, al menos a parte de su contenido, aunque tiene bastante menos de simulador y es más cercano a lo arcade tanto en lo técnico como en lo jugable. The Golf Club Collector’s Edition resulta en cualquier caso la mejor opción.