The Occupation es una de esas propuestas que surgen de vez en cuando y tratan de escapar de los convencionalismos propios de un género. En este caso, la producción de White Paper Gamesy Humble Bundle se presenta como una aventura en primera persona, pero como anteriormente hicieran juegos como The Vanishing of Ethan Carter, no lo hace desde una aproximación shooter, sino que aprovecha esta perspectiva de manera narrativa para contar una historia. Una historia de intrigas y secretos que podrían cambiar drásticamente el transcurso de los acontecimientos.
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Periodismo de investigación
La historia transcurre a finales de la década de los 80 en el noreste del Reino Unido, una época muy interesante a nivel social tratada en multitud de medios culturales. Una explosión tiene lugar en una de las corporaciones más importantes de la zona y acaba con la vida de 23 personas, este ataque terrorista impulsa una ley del gobierno para limitar severamente las libertades individuales y sociales, lo que origina un gran malestar en la población. A través de una acusación no muy transparente, se señala a un trabajador, Alex Dubois, como el culpable del atentado. Nuestro papel será el del periodista Harvey Miller, que prepara un reportaje de investigación sobre el caso que le permita demostrar o no la culpabilidad de Dubois. Para ello tendrá que entrevistarse con sus antiguos compañeros y ver qué secretos se esconden en los despachos de Carson & Bowman Corporation.
Aunque es una mecánica muy socorrida en muchas ocasiones por diversos títulos, pocas veces se ven propuestas enteramente de investigación. Y es que en este aspecto es donde residen las mayores virtudes de The Occupation, que propone muy buenas ideas, pero falla al llevarlo a la práctica.
Una vez llegados al complejo de Carson & Bowman Corporation (lugar del ataque) en los pies de Harvey, el juego transcurre a través de cuatro horas en las que tenemos asignadas diferentes entrevistas con personas cercanas al caso y otros episodios intermedios de corte lineal a modo de flashbacks. Entre cita y cita disponemos de tiempo libre para explorar de forma abierta las instalaciones y encontrar el mayor número de pruebas concluyentes y pesquisas que nos ayuden a sacar una respuesta clara a los entrevistados. Una de las claves de su propuesta es que la acción transcurre en tiempo real, por lo que deberemos darnos prisa y ser lo suficientemente inteligentes para saber dónde mirar.
Durante nuestro tiempo libre de investigación podremos recorrer cada rincón del lugar, inspeccionar archivos, leer mails, colarnos en despachos y desactivar alarmas, o abrir cajas fuertes. El problema es que en muchas ocasiones nos encontramos perdidos ante tantas posibilidades a causa de un escueto dossier parco en detalles que es difícil de entender y manejar y que, en un juego que transcurre en tiempo real, nos hace perder el tiempo. De igual manera que la incomprensible limitación de llevar solo un objeto encima a pesar de cargar un maletín con nosotros.
Demasiados inconvenientes
El hecho de que la acción transcurra en tiempo real es a la par una virtud y un inconveniente que juega en su contra a causa de cuestionables decisiones de diseño y errores técnicos que nos hacen perder el tiempo y rompen la narrativa del juego. La ausencia de guardado manual se convierte en un frustrante problema en esto de luchar contra los errores del juego para no perder el tiempo y que tengamos que empezar el nivel de nuevo o, automáticamente y sin mayor explicación, se dé por fallido el objetivo y una pantalla en negro nos lleve a la siguiente zona.
A nivel técnico el propio sistema tiene gran parte de culpa de esa frustración al ver que, en ocasiones, la retícula es absurdamente imprecisa a la hora de realizar acciones tan simples como pulsar los botones de un teclado o darle al play de una grabadora, mostrando el botón contextual en cuestión muy lejos de su ubicación real. Si esto no acaba por desesperarnos todavía, el tosco movimiento del personaje puede hacer que quedemos atascados en una esquina dando saltos incansablemente, atrapados en una silla o hacernos caer al fondo del sistema por un agujero del escenario. En cualquiera de los casos, resulta en hacernos llegar tarde a la cita en cuestión o tener que reiniciar el nivel y perder los progresos.
The Occupation tiene una muy buena presentación visual con su estilo cell-shading, su ambientación ochentera neo-digital y su banda sonora. La actuación de los intérpretes de voz también es notable, y aunque no está doblado a nuestro idioma sí cuenta con localización de textos, de aquella manera. Empezando porque las cinemáticas carecen siquiera de subtítulos y a pesar de que sigue con algunos errores de localización, por ejemplo, en el dossier de pistas, la localización al castellano ha mejorado enormemente con un parche que llegó hace escasas horas. Antes de eso estaba completamente rota.
Conclusiones
Como ejercicio periodístico de un trabajo de investigación, The Occupation muestra una fiel representación de la profesión y presenta interesantes propuestas jugables. Lástima que se pierda en un sinfín de cuestionables decisiones de diseño y errores que rompen la jugabilidad y el ritmo narrativo. La buena noticia es que ya ha empezado a recibir soporte mientras escribíamos estas líneas y comienza a pulir sus fallos, el problema es que esto no consigue quitarnos el sabor agridulce de su lanzamiento.