Con el paso de los años, todos los periféricos gaming han ido evolucionando hasta unos estándares que hace poco habríamos considerado inalcanzables. De hecho, cada vez es más habitual encontrarnos con todo tipo de modelos que ofrecen experiencias prácticamente insuperables. En Razer encontramos uno de esos fabricantes que ha estado innovando año tras año, ofreciendo dispositivos para ordenadores como teclados o ratones de máximo nivel. No obstante, la marca es consciente de que el mercado de consolas también merece ese tipo de atención, y lo ha demostrado en innumerables ocasiones.
El fabricante ha encontrado en los mandos «Pro» un lugar donde demostrar que también están a la vanguardia de los periféricos para consola, y es algo que quiere seguir demostrando con el Razer Wolverine V3 Pro que nos cedió hace unas semanas, y que hemos podido probar en varios escenarios completamente diferentes. Si logrará estar o no a la altura de otros de sus productos es algo que os cuenta a continuación en este análisis del Razer Wolverine V3 Pro.
Análisis del Razer Wolverine V3 Pro
Características
Especificaciones | Razer Wolverine V3. Pro |
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Conectividad | Hyperspeed Wireless a través del dongle incluido Conexión por cable USB C a USB A de 3 m |
Requisitos del sistema | Xbox o PC (Windows 11 de 64 bits o posterior) Conexión a Internet para la aplicación Razer Controller |
Razer Chroma Lighting | Sí |
Botones de acción mecánicos | Botones de acción táctiles mecanizados Razer |
Botones multifunción | 4 palancas posteriores con clic de ratón 2 botones superiores con agarre en pinza |
Panel de control rápido | No |
DPAD intercambiable | No |
Sticks intercambiables | Palancas de mando analógicas con efecto Hal antideslizamiento |
Gatillos con topes | 2 gatillos analógicos de efecto Hal con topes de gatillo con clic de ratón |
Entrada de micrófono | Sí |
Salida de audio | Sí |
Duración de la batería | Hasta 20 horas |
Configuración a través de APP | Sí |
Funda | Funda de transporte para el mando y los accesorios |
Dimensiones | Longitud: 156,7 mm Ancho: 105,7 mm Altura: 65 mm |
Peso | 304 g |
Una presentación perfecta
En más de una ocasión he mencionado que Razer es una compañía que cuida la presentación de sus productos hasta en el más mínimo detalle, y no podía ser menos con el Razer Wolverine V3 Pro. En esta ocasión nos encontramos con una caja de una gran factura, donde el lema de «for gamers, by gamers» está presente justo antes de poner las manos en el dispositivo. Una vez abierta, nos encontramos con el estuche que guarda el dispositivo, que no solo nos permitirá transportarlo a cualquier lado, sino que también ofrece un nivel de protección bastante elevado, gracias a su acabado rígido.
En el interior del estuche, nos encontramos con (casi) todo lo que incluye este producto. Como es lógico, tendremos el mando, al que además le acompaña el receptor USB Razer Hyperspeed Wireless, que deberemos conectar para poder jugar de manera inalámbrica tanto en nuestra consola como en PC (si queremos exprimir el modo de 2,4 GHz de baja latencia), y dos «sticks» intercambiables, uno de ellos con una longitud más elevada y otro con una «seta» cóncava. Y hablábamos de casi porque justo debajo del estuche podemos encontrar el cable USB con el que podremos conectar y cargar el dispositivo.
Como podéis ver, se trata de una presentación bastante completa, aunque siempre hay espacio para la mejora. Me habría gustado que se incluyera algún «stick» adicional, tal y como podemos encontrar en otros mandos «Pro». Y por ponerme quisquilloso, no habría estado de más que también ofreciera la posibilidad de intercambiar la cruceta analógica, aunque es algo que tiene sentido que no incluyera y que os contaré a continuación.
Un diseño al que no cabe ponerle un pero
El mando de Xbox siempre ha sido considerado por los usuarios como uno de los mejores controladores que existen. De hecho, no es casualidad que el dispositivo de Microsoft esté entre los más utilizados de Steam, y Razer ha sido consciente de esto. Nos encontramos ante un dispositivo que presenta un diseño prácticamente idéntico al mando de Xbox Series X|S, con pequeñas diferencias que lo hacen todavía más ergonómico si cabe.
La primera diferencia que vemos es el acabado algo más redondeado que el dispositivo de Microsoft, lo que ofrece unas asideras más gruesas que se hacen especialmente cómodas para todo tipo de manos. Esta forma hace que la mano encaje a la perfección, y que podamos llegar a todos los botones traseros y gatillos sin el más mínimo esfuerzo, lo que ejemplifica el gran trabajo que han realizado desde Razer a nivel de diseño. Además, también nos encontramos con una parte trasera con agarre texturizado, que es perfecto para aquellos que suden mucho, para evitar cualquier resbalón inoportuno.
La otra gran diferencia que existe es la cantidad de añadidos que Razer ha optado por aplicar en este mando. En la parte trasera podemos ver como nos encontramos con cuatro palancas traseras que, al contrario que en el Xbox Elite Series 2, no son extraíbles. Además, a estas hay que sumarle otros dos botones situados en el canto superior, quedando a una altura entre los botones LT/RB y RT/RB. Y por si fuera poco, también contamos con un dos interruptores que permiten acortar el recorrido de los gatillos, algo que os adelanto que he utilizado muchísimo.
Una vez que empiezas a utilizar el mando, te das cuenta de que existen muchas más diferencias. La primera vez que lo enchufé me di cuenta de que los botones cuentan con un acabado clicky, lo cual se debe a la inclusión de la tecnología Meca-táctil, la cuál ofrece una experiencia similar a la que podemos encontrar en los switches de los teclados mecánicos. Era la primera vez que probaba un mando con esta tecnología, y aunque en un primer momento me chocó, lo cierto es que funciona de manera exquisita.
Pero los botones no son los únicos que incluyen esta tecnología. Razer ha optado por incorporarla también en su cruceta, sobre la cuál os adelanté que tenía sentido que no incluyeran un recambio junto al dispositivo. Lo cierto es que probablemente me haya encontrando frente a la mejor cruceta de un mando de Xbox, ya que ofrece un nivel de precisión ideal para géneros como los juegos de lucha.
Lo cierto es que todas las adiciones del mando y la manera en las que están implementadas tienen sentido, y es algo que notas cuando empiezas a jugar. Durante los días que he probado el dispositivo he podido jugar a títulos como Forza Horizon 5, Star Wars Outlaws, Mortal Kombat 1, e incluso a última hora, a la beta de Call of Duty: Black Ops 6. Mis sensaciones son prácticamente inmejorables, con un solo punto que, sin ser malo, podría ser mejorable: la batería. Aunque es suficiente para ofrecer largas sesiones, me da la sensación de que la carga completa dura algo menos que el mando oficial. Sin embargo, como digo, será más que suficiente para todo el mundo.
Una experiencia que se ajusta al dedillo
En anteriores análisis de Razer siempre he comentado que el fabricante presta especial atención a las opciones de personalización vía software, y con el Razer Wolverine V3 Pro no ha sido menos. En esta ocasión, Synapse deja paso a Razer Controller Setup for Xbox, una aplicación que podemos descargar tanto en la Microsoft Store como en la tienda de Xbox, y con la que podremos configurar multitud de aspectos del dispositivo.
La aplicación nos ofrece la posibilidad de crear varios perfiles, dentro de los cuáles podremos modificar aspectos como la asignación de botones, los ajustes de la palanca del mando, la intensidad háptica, la iluminación e incluso el ahorro de energía inalámbrico. Todos estos aspectos son personalizables, lo que permite que cada uno de nosotros configuremos la experiencia a nuestro gusto, o en base al título al que vayamos a jugar. Por poner un ejemplo, en mi caso configuré las palancas traseras para que hicieran las funciones de cambio de arma y de agacharse en Black Ops 6, y lo cierto es que lo noté de manera considerable.
Hay muchas opciones que podemos modificar, como por ejemplo las zonas muertas de los sticks, algo que si bien es cierto que a priori no debería preocuparnos, ya que el mando cuenta con palancas efecto Hal que impide la aparición del temido drifting, puede llegar a ser un filón a explotar por los más entusiastas. Lo importante es la amplia profundidad de personalización que ofrece, y eso está fuera de toda duda.
Conclusiones – Análisis del Razer Wolverine V3 Pro
Si te preguntas si el nuevo mando Pro de Razer merece la pena, la respuesta rápida es que sí. Es un mando que logra embaucarte desde el primer momento en el que lo coges, gracias a la comodidad que ofrece y a esa sensación de notar que «todo está en su sitio». Además, la inclusión de la tecnología Meca-táctil, tanto en sus botones como en la cruceta, resulta todo un acierto, ofreciendo una experiencia fantástica tanto en funcionalidad como en acabados.
Las palancas traseras están en el lugar donde deben estar, y la capacidad de acortar el recorrido de los gatillos es simplemente fantástica. Además, la aplicación con la que podremos modificar el comportamiento del dispositivo es realmente completa, por lo que incluso dos personas con el mismo mando podrían tener experiencias muy diferentes. Quizás podríamos echar en falta alguna palanca más y una duración de batería un pelín más elevada para que fuera un mando perfecto. Pero lo cierto es que el Razer Wolverine V3 Pro es el mejor mando que he probado nunca.