Como cada año, los pilotos pertenecientes a las diferentes categorías del mundial de motociclismo se enfrentan para ver quien es el mejor. Cuando nos encontramos a mitad de la temporada de MotoGP, Moto2 y Moto3, Milestone ha lanzado su nueva entrega de la licencia vinculada a esta competición, MotoGP 17. Milestone vuelve a tomar la competición de MotoGP recuperando la base de la licencia tras el experimento del juego vinculado al piloto italiano, Valentino Rossi, que dejó en un segundo plano la competición oficial. De este modo, la competición sobre dos ruedas por excelencia regresa con una propuesta que parece tener los objetivos mejor definidos.
Milestone nos ha acostumbrado a realizar buenas propuestas vinculadas a un planteamiento que ha pecado, como norma general, de progresar con demasiada cautela. En esta ocasión, MotoGP 17 se ofrece como un producto que bien puede mantener las bases de sus antecesores, pero ha cogido prestada la evolución de otros títulos de la compañía, como puede ser el caso de RIDE 2, y ha trabajado para incluir una mayor diversidad de modos de juego para ampliar la propuesta. MotoGP 17 llega para exponer una propuesta que satisfaga a los amantes de la competición con interesantes novedades, como puede ser el Modo Representante, donde además de competir en la pista, gestionaremos la escudería con la que participamos.
Regresa la competición de MotoGP con una propuesta bien definida
Ser piloto o ser leyenda
MotoGP 17 se fundamenta en la competición oficial de MotoGP, donde contaremos con los pilotos oficiales de las diferentes categorías, abarcando desde la categoría reina, hasta la división previa a esta competición, la Red Bull MotoGP Rookies Cup. Es de este modo, MotoGP 17 presenta en un principio una buena diversidad de modos de juego, que parten desde las típicas propuestas rápidas, hasta las modalidades que implicarán al jugador en carreras profesionales.
No obstante, en esta ocasión podemos ver que se han implicado en hacer llegar dos interesantes modos de juego, por un lado, el modo desafío, vinculado a la Red Bull MotoGP Rookies Cup, donde tendremos que acceder para superar una serie de retos de tiempo y competir vía marcadores. Esta opción se ofrece como una alternativa a los diferentes modos de juego multijugador que ofrece MotoGP 17, donde podemos destacar el modo Temporada Cooperativa, con la que competiremos codo con codo con un amigo vía online. Campeonatos y carreras a parte, no solo podremos introducirnos en la piel de los pilotos actuales, habiendo a disposición de los usuarios una serie de leyendas de la historia del motociclismo disponibles para competir, junto a sus legendarias motocicletas. Es así como podemos emular a Luca Cadalora y su Ducati, o aquellas extraordinarias y salvajes motos turbo que llevaron pilotos como Mike Doohan o Alex Criville.
Resulta apasionante emular aquellas batallas a bordo de motos con turbo salvajes
Uno de los principales problemas que podemos encontrarnos a la hora de encontrar diversidad en todos estos modos de juego ajenos a los Modo Carrera, es que las licencias oficiales parecen obligar a limitar los contenidos. Pese a la introducción de pilotos clásicos, que harán especial ilusión a los más veteranos, la falta de circuitos se hace notar. Es precisamente la ausencia de circuitos como Laguna Seca, Fuji, Nurgburgring, Donington Park y otros que han sido parte del mundial, lo que se añora. Las licencias otorgan grandes satisfaccioines por poder introducirse en la piel de nuestro héroe deportivo, pero limita mucho una experiencia que podría personalizarse.
Crea tu propio camino
Claro que todos estos modos de juego resultan “ineficaces” cuando un apasionado de esta competición compite a través de un juego, donde siempre se ha echado el guante a esos modos que emulan una carrera profesional. Es ahí donde entra el Modo Piloto de MotoGP 17, donde partiendo de la citada copa de rookies, se competirá por ascender a través de Moto 3, Moto 2 y MotoGP. Es un modo de juego recurrido que, en ciertos aspectos, dista mucho de ser lo que puede llegar a ser. De hecho, resulta un poco controvertido el sistema de progreso incluido, ya que únicamente se basa en la reputación.
A la hora de progresar en este modo de juego, cada carrera será una oportunidad de ganar reputación, la cual será mayor según se cumplan los objetivos, o se configure la partida a un nivel de exigencia mayor. Es decir, que ganaremos más reputación simplemente por correr una carrera al 100% de longitud, no usar ayudas o incrementar la dificultad. El modo comienza con dos carreras a “cara de perro” en la categoría Rookie con una KTM. Dos carreras con una desventaja de 9 puntos, donde si ganamos ambas, ganamos el campeonato. Esto puede parecer importante para llamar la atención de las escuderías de Moto3, pero la verdad, solo es un medio para conseguir los primeros puntos de reputación.
La gestión del progreso vía reputación resulta ineficaz, dado que no resulta creíble en absoluto
A partir de ahí, no serán las escuderías las que nos remitan un mensaje mostrando interés, sino que seremos nosotros quienes “canjeemos” la reputación para poder entrar en la que nos dé la gana. Cuando comienza la temporada, o en los períodos de traspaso, se ofrece la opción de que camino seguir, todo en base a la reputación que tengamos. Esto obligará a permanecer durante unas carreras allá donde vayamos. Este sistema no ofrece una sensación de estar compitiendo, de tener un contrato, de que las escuderías sean las que toman la decisión, sino un medio para ir consiguiendo las mejores motos porque queremos. El que la reputación se vea multiplicada por la dificultad, la longitud de la configuración del gran premio, no resulta alentador, porque reduce mucho la longevidad de este modo de juego.
Y es que lo más frustrante, en cierto modo, es darse cuenta de que si nos gusta sumergirnos en una experiencia que aborde la simulación, vemos recompensados nuestros éxitos con un porcentaje extra de reputación. Con todo esto, si jugamos sin demasiadas exigencias, al terminar el primer campeonato prácticamente podemos optar a competir en MotoGP o ascender a uno de los equipos punteros de la división. No es la mejor manera de hacer frente a una experiencia que debería exigir al jugador más implicación, más esfuerzo y tesón.
No hace falta mucho para conseguir ascender hasta MotoGP en el Modo Carrera si juegas sin ayudas, contra IA dificil o en fines de semana completos
Gestiona tu equipo
Ahora bien, si hay un modo de juego que resulta novedoso y mucho más interesante es el Modo Representante. Este modo de juego es uno de esos modos que viene requiriéndose desde que Toca Race Driver introdujo algo similar, y que expone una manera diferente de enfrentarse a cada carrera y campeonato. MotoGP 17 ha decidido gestionar este modo de juego ofreciendo la oportunidad de gestionar una escudería desde dentro, pero sin ahondar demasiado en los aspectos contables. Ahora bien, habrá que ajustarse a un presupuesto muy limitado al principio, donde dará para coger entre un par de motos y contratar a uno de los pilotos más baratos.
Cada Gran Premio supone un balance económico que nos permitirá gestionar los recursos de nuestra escudería
De este modo, gestionaremos el patrocinio, la decoración y los diferentes recursos que dispondrá el equipo. Todo ello vinculado a un equilibrio económico que al principio expone muchos límites. Una vez tengamos esto, será el momento de competir, donde el objetivo es conseguir superar los objetivos marcados por el patrocinador y obtener así más dinero para poder invertir. De este modo, podemos ver que el equipo se gestiona a partir de estos ingresos, optando a mejoras de investigación para el rendimiento de la moto o de diferentes recursos que ampliarán las opciones. Es ahí donde encontramos opciones para ingresar más dinero, para optimizar el desarrollo y rendimiento de moto y pilotos o para conseguir reputación.
Todo esto sirve para que, a lo largo de la competición, vayamos adquiriendo lo necesario para dar los siguientes pasos. Pasos que nos harán ascender a Moto2 y MotoGP, fichando más pilotos jóvenes y obteniendo nuevos patrocinios. Es así como, además de pilotar en cada Gran Premio, podemos enriquecer una experiencia más profunda, pues todo lo que decidamos afectará a nuestras opciones de éxito, de las que también participará el equipo. Es un modo de juego interesante que suple, con garantías, las carencias evidentes del Modo Piloto, que resulta demasiado plano e insustancial.
El Modo Representante implicará al jugador mucho más, no solo por competir directamente, sino por gestionar a otras promesas
Exigencia de competición
Todo lo que se ha ido mostrando hasta ahora, son aspectos que enriquecen una experiencia que se fundamenta en competir. Competir en la pista, donde hay que considerar los aspectos referidos a las físicas y la conducción. Milestone sigue dando buena cuenta de su constante progreso en el desarrollo de sus juegos, donde la aportación de RIDE es innegable en las mejoras introducidas en las físicas de MotoGP 17. Claro está, que la diversidad de motos y trazados que tiene RIDE 2 permite tener sensaciones más diversas y que el nivel de exigencia en MotoGP 17 se adecúa a un concepto algo más arcade.
No obstante, existe un rango de opciones interesante que convierten MotoGP de un juego arcade hasta un simulador bastante exigente. Si bien, los diferentes modos de juego de progreso comienzan con motos de baja cilindrada y potencia, que prácticamente se pueden exprimir sin mesura, cuando se asciende a Moto2, MotoGP o se disfruta de las motos históricas, todo toma cierto sentido. El control del freno combinado, el control del gas, las configuraciones para cada circuito, comenzarán a ser significativas. Batir los récords, ser más rápidos en la pista y sacar los codos ofrecerá una experiencia realmente apasionante.
Introducirse en el casco y sentir la velocidad es un desafío realmente excitante
De hecho, la IA en los niveles más elevados, resulta competente en tiempos. Con esto, si no nos dedicamos en profundidad, será complicado hacer frente a toda la complejidad de la propuesta. Si eliminamos las ayudas a la conducción y subimos el nivel de la IA, resultará un desafío de lo más gratificante. Es así como nos vemos obligados a establecer un setup correcto, al menos, lo más correcto posible. No es del todo complicado, si bien se puede usar el configurador automático, donde daremos pistas al ingeniero para que haga los cambios, el configurador manual mantiene esas normas arcade sin unidades y con criterios relativos.
No obstante, en carrera, el comportamiento de la IA es demasiado agresivo, sobre todo en las primeras categorías donde se ven algunas incongruencias. Resulta complicado explicar que los pilotos que consiguen un tiempo determinado en clasificación, puedan rebajar dicho tiempo en torno a 2 segundos durante la carrera. Es algo que ocurre en Moto3, donde la IA se comporta, en muchas ocasiones, con excesiva agresividad y se relevan sin perder excesivo tiempo. Cuando llegamos a categorías superiores, la complejidad de la conducción parece afectarles también a ellos, donde se molestan y los tiempos se mantienen ajustados, salvo que puedan aprovecharse de rebufos.
Hay dos maneras de ajustar los settings de la moto, manual o guiado
De hecho, otro aspecto que parece ser algo que podría mejorarse, es como el desgaste de la carrera afecta de forma diferente a la IA y al jugador. La temperatura de los neumáticos o su desgaste, parecen exclusivos del jugador, donde si no gestionamos bien este aspecto, sobre todo en categorías como Moto2 y MotoGP, dará igual la ventaja que tengamos. Considerando que una moto es más fácil de adelantar que un coche, no considerar el desgaste puede acabar con nuestras aspiraciones, retrasando nuestra posición en el mejor de los casos.
La carrera tiene diferentes fases, estrategias y gestión, como la que habilita la trazada seca cuando deja de llover
Y es precisamente en este aspecto, el de la evolución de la carrera, donde podemos vernos satisfechos con la experiencia propuesta, dado que además de cómo evoluciona la moto, podemos comprobar que la pista evoluciona del mismo modo. Esto es notable, sobre todo, cuando la meteorología es variable. Hacía tiempo que se venía requiriendo en estos juegos que se considerase algo más que estado mojado o seco, y como la pista se va secando en la trazada es algo que realmente resulta muy interesante y que condiciona notablemente la experiencia en carrera.
Es evidente que si sumamos los modos de juego, sobre todo en el caso del Modo Representante, la conducción sirve para ahondar en una experiencia muy profunda y apasionante. Competir, gestionar, evolucionar y disfrutar de MotoGP 17 será sencillo para los amantes de esta competición.
La conducción hereda las bases de RIDE 2, un gran simulador, pero con mucha menos diversidad de motos
Inmersión irregular
Hasta ahora, hemos dado cuenta de los aspectos más relevantes de MotoGP 17, su jugabilidad y opciones de juego. Pero también hay que hacer alusión al apartado gráfico, donde MotoGP 17 regresa a las retransmisiones televisivas. Es de este modo que el juego toma prestadas las secuencias de presentación de Dorna para presentar cada uno de los 18 circuitos del mundial oficial. El juego se ofrece doblado al castellano, no obstante, el doblaje se reduce a la secuencia de presentación de cada sesión, con una voz enlatada y poco original que se repite de forma insulsa y poco atractiva.
MotoGP 17 no introduce mejoras importantes en este apartado, que vuelve a pecar de lo mismo. Si bien el modelado de las motos es correcto, incluso haciendo alusión a las animaciones de las suspensiones y mecánica, todo lo demás sigue mostrando un estancamiento que lleva años y ediciones siendo un lastre. Sobre la moto, los pilotos se ven poderosos, bien representados y con animaciones que dan un espectáculo visual acertado. Pero cuando atendemos a otros aspectos, como es la recreación de los escenarios, las animaciones cuando se bajan de la moto o la representación de los pilotos, MotoGP 17 no da la talla del mismo modo.
No resulta complicado sentir la pasión por la competición viendo el modelado de las motos
Resguardados por el casco, los populares pilotos de las diferentes categorías de MotoGP no son visibles en ningún caso. No hay una escena de podio al finalizar la carrera, no se les verá nunca sin el casco, resultando un poco complicado reconocerles, aunque se hayan cuidado los matices que lo permitiría. Por otro lado, los circuitos, se muestran tal y como son en realidad, pero fuera de la pista, todos esos elementos y construcciones adicionales se ven pobres, obsoletas y carentes de mimo. La pasión por el motociclismo es algo más que representar con todo lujo de detalle las motos, incluyendo el sonido del motor. Pero a la hora de recrearlo en un juego, se puede exigir algo más, sobre todo, cuando se llevan varios años con un progreso demasiado escaso.
Si a esto le añadimos ciertas ‘rascadas’ en la tasa de frames que podrían originarse por algunas animaciones del hud que pueden evitarse, o bien porque hay una falta de optimización notable, el juego comienza a desvelarse como un producto mejorable. De hecho, no solo es encontrarse con algunos momentos en los que la tasa de frames falla por algún motivo, ya que son momentos aleatorios, sino que se hace demasiado notable la existencia de tearing. Que el juego intente mantener una tasa de frames estable y que esta oscile tanto por encima como por debajo, resulta un problema que deberían solventar.
Más allá de las motos, todo puede mejorarse de forma notable
A la hora de jugar, siempre y cuando no se sucedan estos defectos, MotoGP17 consigue introducir al jugador en la competición con bastante acierto. Esto sucederá, sobre todo, si contamos con las cámaras desde el casco, aunque en los juegos de motos suele ser una cámara menos usada que en los coches, dado que todavía no se ha conseguido transmitir con fidelidad o eficacia la información que nos permita descuidar la posición del piloto y la moto sobre la pista. No obstante, la opción resulta espectacular, más cuando se ronda los 390km/h.
Pasión por el motociclismo
MotoGP 17 es un título que consigue captar la atención de los amantes de esta competición, sobre todo, porque se ha conseguido un producto que puede involucrar al jugador más allá de las carreras. El Modo Representante es el principal protagonista de una propuesta que ofrece, por lo demás, más de lo mismo. Quizás este aspecto es algo que disuadirá a muchos, pero tras un año de pausa, las ganas de competir en MotoGP pueden ser suficientes para dar una oportunidad a este juego.
Milestone acostumbra a tomarse las secuelas con cambios demasiado escasos y eso puede ser un defecto importante para verse atraído. La opción de poder gestionar una escudería, sin duda, es una opción que puede convencer a cualquiera. Siendo una opción que nos gustaría encontrar en otras muchas propuestas de conducción, incluso deportivas, permite sumergirse en algo más que el pilotaje, llegando a implicarse con los pilotos novatos que se contratan para aspirar a ganar cualquier carrera y campeonato. El Modo Piloto resulta algo plano, pero también cumplirá con las principales necesidades, y poder competir con motos clásicas de la historia de la competición, añadirán ese punto que se ve completado por el modo desafío de la Rookies Cup.
Hay una interesante diversidad de medios para alcanzar la cima de MotoGP
Lamentablemente, el esfuerzo en ofrecer diversidad de modos de juego no se ha visto compensado con un esfuerzo en lo técnico. Sin desmerecer, el principal problema que encontramos no es que pueda verse mejor, sino que existen problemas de rendimiento típicos, como la tasa de frames y el tearing, que pueden ser puntualmente molestos. Una oportunidad de ofrecer un juego apasionante, que tiene una jugabilidad fabulosa y modos de juego intrigantes. MotoGP 17 es una buena alternativa, es una gran propuesta que cumplirá con creces con los amantes de esta competición.
