Cuando nos han llegado a exponer tantos mundos basados en la magia y las múltiples dimensiones, la mayoría de ellas exponen juegos que intentan guiarnos por una historia más o menos narrada. Pero tenemos una nueva oportunidad de vivir ese tipo de aventuras, ligado al concepto rolero de guerrero, mago y pícaro, con un toque de otro de esos juegos que han causado furor en los últimos años, Minecraft. Portal Knights aparece como una propuesta más focalizada en una ambientación, pero que usa las bases que han hecho a Minecraft una de las experiencias más vastas y extraordinarias para los jugadores ávidos de creatividad.
Portal Knights nos lleva a un universo vinculado a unos portales mágicos que sirven de puerta para poder visitar nuevos mundos. Unos mundos que descubren un universo predeterminado donde cada uno presentará recursos específicos. Sin necesitar de una nave espacial ni un traje de astronauta, ataviados con nuestras indumentarias definidas por la clase, podremos ahondar en una experiencia amplia, diversa y profunda, donde sin tener que envidiar a las evidentes referencias, expone un concepto más centrado en una dirección.
Una propuesta muy diversa que se aleja de Minecraft con toques RPG
La propuesta plantea como un universo ha sido destruido por la ruptura de una gran greita que ha dispersado el mundo por el espacio. Esta división separa el reino en muchas pequeñas piezas de terreno, entre las que se puede viajar gracias a unos portales mágicos que han aparecido. De este modo, Portal Knight expone una aventura con acción, exploración, algo de RPG y ciertos fundamentos de creatividad y crafting.
Conquista, crea, comparte, y explora un universo mágico, el que propone Portal Knights.
Portales que unen mundos
Nada más comenzar, apareceremos en un pequeño pero enorme mundo, donde se irán dando las indicaciones oportunas para que vayamos comprendiendo este nuevo concepto. No tardaremos en ver las similitudes con Minecraft, pero si que vemos que se aporta un ámbito diferente en aspectos como el combate y el progreso de jugador. Y es que Portal Knighs expone ese mismo concepto de cubos que destruimos para sacar recursos, recursos que sirven para construir objetos y objetos que podemos usar para múltiples fines.
Pero pronto nos daremos cuenta de que este mundo en el que nos encontramos no es más que un pequeño paso en una aventura mucho más grande. A la hora de explorar y buscar recursos, iremos coleccionando unas pequeñas piezas azules con las que construir los cubos con los que completaremos un portal. Un portal que da acceso a un siguiente nivel, un siguiente mundo en otra dimensión. Cada mundo tiene sus peculiaridades, recursos y enemigos, donde la experiencia va ligada a un progreso de jugador. El nivel de los enemigos viene, más o menos, fijado según el mundo, lo que ayuda a percatarse de que estamos ante un juego que no se puede tomar a la ligera.
Cada porción expone un extenso mapa con muchos secretos a los que costará llegar
De hecho, pese a que se puede avanzar por los mundos con cierta rapidez, nos daremos cuenta de que no es una buena idea y de que cada uno de ellos tiene un sin fín de posibilidades. Ese primer mundo, donde asentaremos nuestra base, puede ser terraformado, ofrece muchos recursos que servirán para establecer los primeros objetos requeridos para avanzar.
Construye, cosecha, evoluciona
Las opciones de crafting son muy diversas y variadas, permitiendo personalizar, mejorar, y construir más estructuras y equipamiento
Progresar es algo necesario, donde no solo debemos mirar el nivel que mide nuestra vida, mana y fuerza, también por las posibilidades que se van desbloqueando. Cuando obtenemos recursos, podemos observar, por ejemplo, que al cosechar plantas obtenemos semillas. Si no plantamos esa semilla, podríamos deforestar y quedarnos sin recursos. Hay que plantear cierta estrategia para no quedarnos sin los medios que nos permitirán construir nuevos objetos y progresar.
Es por eso, que de primeras puede ser muy recomendable ir controlando el entorno en el que está esa primera choza donde encontraremos el taller con el que construiremos estructuras con las que poder ampliar nuestro refugio o base. Acceder a nuevos objetos, nuevas opciones y más aventuras. Cuanto mejor nos preparemos, más podremos avanzar.
En este apartado, bien podemos notar las similitudes con Minecraft, donde nos podemos perder cavando. Pero hay que tener cuidado con cuanto cavamos, pues cada mundo tiene pequeñas parcelas de terreno que flotan en el aire. De este modo, no solo es cuestión de plantearse viajar por los portales, cada uno de estos escenarios esconde cuantiosos secretos en el interior de la roca o tierra, y suspendido en pedazos en el cielo. Plantearse recorrer todos estos mundos y explorar todo el juego será una tarea muy complicada, asegurando horas de juego que, si bien se pueden afrontar solo, el modo cooperativo lo hará inmensamente más divertido.
Iremos evolucionando buscando recursos y construyendo nuevas herramientas para evolucionar todas las opciones y accesorios
Caballeros de los portales
Portal Knight es un juego que hemos presentado como un Minecraft, y en gran parte de su concepto recuerda al juego de Mojang. Pero tiene ciertos aspectos que lo diferencian de forma notable. Portal Knights también aborda el multijugador cooperativo online, pero lo aborda en base a un sistema de caracteres personalizables encasillados en las míticas clases de los RPG, el guerrero, el mago y el pícaro. Cada uno puede portar su espada, varita mágica o arco. Cada jugador puede plantear desarrollar varios personajes diferentes, con una herramienta de personalización bastante extensa que permite hacer identidades únicas.
A partir de aquí, importa poco si son uno dos o hasta cuatro jugadores los que cooperarán en la aventura, pues las misiones, la exploración, los descubrimientos, los enemigos, todo está ahí de forma extraordinaria para garantizar horas de diversión. ¿Que decíamos que es un Minecraft? Claro que sí, dado que se puede construir todo tipo de estructuras, siendo mucho más divertido, fácil y rápido hacerlo en compañía. Claro que a la hora de abordar la acción, las estrategias, las combinaciones, todo resulta mucho más divertido y en vez de abordarlo como un caballero legendario y solitario, hacerlo como un grupo es todavía más apasionante.
Una propuesta con combates interesantes y un modo cooperativo que resulta extremadamente divertido
Comparaciones odiosas
Portal Knigths parece depender mucho de Minecraft, pero la realidad es que este aspecto solo ha delimitado un interesante aspecto visual donde a los cuadriculados escenarios se añaden personajes que no son tan pobres en diseño. Un diseño interesante, que recuerda mucho a Happy Wars o a los Miis de Nintendo. Graciosos y bien ejecutados, bastante expresivos y con un acabado correcto, sin lucimientos. De hecho, todo el juego es así, colorido, con una diversidad interesante de ambientes, incluyendo mazmorras oscuras iluminadas por la tenue luz de las antorchas.
Es así como se prepara una aventura que permite combinar ese ámbito de crafting con exploración y misiones que ahondan en mazmorras y en tareas de mensajero y recolección. Obtener puntos de experiencia, mejorar el personaje, obtener acceso a nuevas fórmulas, seguir explorando y enfrentándose a enemigos cada vez más poderosos hasta conseguir conocer el origen de esta gran ruptura. Hacer frente a este conflicto resulta muy interesante y atractivo, donde lejos de fomentar un típico RPG, las originales e innovadoras opciones permiten visualizarlo de otro modo sin perder atractivo.
Explorar no es lo único, también hay misiones que nos otorgarán dinero para comprar objetos únicos
Ese carácter desenfadado le sienta bien, del mismo modo que introducir combates ayuda a que la propuesta no sea tan plana o dependiente de la creatividad como otros. Esta combinación permite al jugador centrarse en muchas posibilidades, que apetecen aventuras, se afrontan, que apetece evolucionar, se evoluciona, que apetece explorar, hay un buen número de mundos y secretos por descubrir.
El control puede resultar algo tosco o impreciso, donde se puede usar una cámara en primera persona, salvo en los combates. Estos obliga a verse desde la cámara en tercera persona, lo que no es un problema. Con un sencillo sistema de fijar enemigo, golpear y esquivar, se puede plantar cara a cualquier enemigo. De hecho, con el paso de los niveles nos daremos cuenta de lo importante que es evolucionar el personaje, pues la dificultad de algunos combates es bastante exigente. No es Dark Souls, pero tampoco es un pasatiempos de pulsar botones sin ton ni son.
Algo conocido y algo por conocer
Aquellos que se sienten abrumados por la extensión y diversidad de Minecraft, Portal Knights les ofrece una oportunidad de disfrutar de nuevas experiencias sin sentirse tan abrumados. Como si fuese una combinación de Minecraft y Happy Wars, Portal Knights se centra en combinar determinados aspectos de acción, RPG y libertad en una propuesta muy interesante.
Su ambientación es correcta, aunque no ayuda a olvidarse de los títulos que parece tomar como referencia. Pero a la hora de jugar, se puede notar que la propuesta se amplia con esos toques de RPG que podrían ser más propios de otras propuestas. Un sinfin de posibilidades de divertirse, con combates bastante interesantes, un catálogo de objetos que craftear bastante extenso y la convicción de que con amigos es un juego que puede dar muchas horas de juego.
Menos extenso que Minecraft, más rolero que Happy Wars y menos serio que los RPG convencionales, Portal Knights es una propuesta interesante que puede dar muchas horas de juego inocente. Puede parecer una propuesta casual, pero si os introducís en uno de esos portales y viajáis a nuevos mapas, es posible que os consiga regresar al mundo real.