Shantae and the Pirate’s Curse es la tercera entrega de una saga que inició su andadura hace más de una década en Game Boy Color. Un título de gran calidad, con un desarrollo plataformas de scroll lateral, a los que nos tenía bastante acostumbrados por entonces la portátil de Nintendo. Dado que el juego obtuvo buenas críticas y se ganó una buena cantidad de seguidores, una segunda parte fue estrenada años más tarde en otra exitosa plataforma portátil: Nintendo DS. Ahora, la siempre encantadora Shantae llega también a Xbox One, protagonizando su tercera aventura, que ya apareció el pasado año en formato digital para Wii U y Nintendo 3DS. Os contamos los entresijos de su estreno a continuación con nuestro análisis de Shantae and the Pirate’s Curse.
Shantae, genio y bailarina
Shante se estrena en Xbox con este juego, por lo que es posible que muchos de los jugadores de Xbox One no hayan tenido la ocasión de acercarse previamente a esta saga. Pero esta tercera entrega no solo continúa de forma directa con casi todos los elementos jugables de sus anteriores juegos, sino que también lo hace en cuanto narrativa. Shantae es una chica medio genio, que cuenta como arma principal con su morada melena, que no duda en emplear a modo de látigo agitando su cabeza. También iremos adquiriendo poco a poco nuevas habilidades, además diferentes objetos consumibles que nos harán la vida más sencilla, y mejorando nuestra cantidad de salud coleccionando calamares corazón. En su nueva aventura, Shantae se ve de pronto envuelta en problemas debido a que el alcalde ha vendido la ciudad a cambio de un puñado de chocolatinas, tal como suena. Partiremos entonces en compañía de su antigua enemiga Risky para recuperar sus poderes.
Si no habéis jugado a los anteriores juegos, tampoco os preocupéis demasiado, ya que podréis seguir la historia sin problema, y su impacto en el juego no es importante. Tampoco tendréis demasiado problema para pillar las continuas bromas y chistes repartidos a lo largo del juego, desde algunos hilarantes diálogos al propio diseño de los escenarios o enemigos. Y es que probablemente uno de los mayores aciertos de Shantae and the Pirate’s Curse sea ese sentido del humor, que además de sacarnos más de una sonrisa, es una parte fundamental de su encanto. Importante también aquí el hecho de que el juego llegue traducido al español.
Shantae and the Pirate’s Curse es un título que mantiene la mayoría de las mecánicas de sus otras entregas. Se trata de un juego de plataformas de scroll lateral clásico. Contamos, eso sí, con pequeñas particularidades. Pinceladas de exploración y de RPG, además de una buena cantidad de conversaciones, que ni siquiera se hacen pesadas, por la presencia constante del humor ya mencionado.
A lo largo de la aventura iremos visitando diferentes escenarios distribuidos en una serie de islas. La exploración dentro de estos es importante, aunque no alcanza las cotas de los metroidvania más profundos. Por lo que vernos obligados a recorrerlos más de una vez puede resultar una experiencia algo pesada, que aletarga y perjudica el ritmo de la aventura. A estas alturas preferimos que, de contar con elementos de exploración, su importancia e interés sean mayores y aporten algo más al juego que una duración más amplia; que por cierto no está nada mal, rondando las 12 horas de juego, más aún si nos preocupamos de buscar algunos secretillos.
Shantae and the Pirate’s Curse recicla demasiado del pasado, y le cuesta llegar a profundizar en sus diferentes elementos jugables, no solo en la exploración. Los ligerísimos tintes roleros no alcanzan tampoco a provocar esos síntomas de adicción asiduos. Y en sí mismo el propio plataformeo, a pesar de contar con un control sólido y preciso, no llega a satisfacer del todo. Despachar a los enemigos resulta por lo general algo insulso, y las fases de plataformas pocas veces suponen un reto verdaderamente interesante. Con todo esto no estamos hablando de un juego aburrido, sino de un título entretenido, agradable y bastante correcto en todos su apartados, pero no podemos terminar de quitarnos de encima esa sensación de que falta algo, y que el juego podría haber dado más de sí.
Esa misma profundidad que se echa en falta es fruto de estas carencias y da lugar a una dificultad demasiado sencilla. Un punto que resta, porque a la larga, a pesar de ser en términos generales una aventura amena y simpática, puede perder interés. Además de que no llega a suponer un reto, en momentos puntuales nos encontramos con algún pico de dificultad que nos puede pillar por sorpresa y obligar a repetir una zona si nos hemos olvidado de guardar la partida. No obstante, conforme avanzamos y obtenemos nuevas habilidades, el gameplay va sumando algunos enteros, pero sin llegar nunca a despegar del todo en cuanto a ritmo y complejidad.
Tan encantadora como siempre
WayForward nos vuelve a traer un título pixelado, que gustará a los nostálgicos de los 16 bits, pero también a los fans de los anteriores juegos. Sin embargo, en Xbox One desluce algo, y probablemente (no lo he probado) la versión en la que mejor luzca sea en 3DS, por eso de tener la pantalla una resolución menor.
En cualquier caso, el juego es atractivo visualmente, y mantiene un apartado artístico continuista con los juegos anteriores, colorido, simpático, y también muy variado en cuanto a diseño de personajes, niveles y enemigos con especial mención a los jefes finales. Una pena que a la hora de enfrentarnos a estos últimos esa variedad no quede lo suficientemente reflejada. Las melodías, tan sencillas como el resto de su apartado técnico, cumplen sobradamente.
Conclusión
En definitiva, Shantae and the Pirate’s Curse es un juego muy a tener en cuenta para los amantes de las plataformas, los de los 16 bits, y los de la propia saga. Para los demás quizás no tanto. Pero es un título entretenido, bonito, agradable y que derrocha simpatía que nos sacará algunas sonrisas y hará pasar buenos ratos. Sin llegar a alcanzar la profundidad de otros juegos del género, cumple sobradamente con su propósito, y con su precio. Una interesante incorporación al catálogo digital de Xbox One.