Valkyria Revolution es el spin-off de la saga Valkyria desarrollado por Media Vision, publicado en España por Deep Silver y el primero en llegarnos a los usuarios de Xbox. El juego nos ofrece grandes cambios respecto a sus predecesores, sobre todo en el sistema de combate. Aunque presente fallos notables, Valkyria Revolution es una gran historia por la que merece la pena apostar.
Valkyria Chronicles, el origen de la saga
Valkyria Revolution es un spin-off de la saga original cuyo primer título fue Valkyria Chronicles (2008). Este juego nos ofreció un JRPG táctico ambientado en una versión paralela de la II Guerra Mundial. El Teniente Welkin Gunther fue el protagonista de la historia, cuyo objetivo fue proteger Galia del acoso externo de la Alianza Imperial.
Valkyria Chronicles II vio la luz en 2010, siendo secuela directa de su predecesor. Este título recuperó el “sistema Blitz” de combate táctico por turnos que ya conocimos en Valkyria Chronicles. Valkyria Chronicles III fue la tercera parte que compone la saga principal, aunque su estreno se limitó a Japón en 2011.
Al margen de sus videojuegos, Valkyria es una saga prolífica que cuenta con versión anime y manga. El anime contó con 26 episodios estrenados en 2009 y tomó como argumento el desarrollado en Valkyria Chronicles.
Por otro lado, Valkyria Chronicles cuenta con tres manga en su haber. Valkyria Chronicles: Wish You Smile nos presenta unos personajes e historia completamente nuevos, alejados de los videojuegos. Valkyria Chronicles: Gallian Chronicles fue el segundo manga, basado ligeramente en el primer título de la saga de videojuegos y el último manga publicado fue Valkyria Chronicles: Anthology Comic. SEGA se encargó de guionizar las tres historias.
Valkyria Revolution es el último título que se ha desarrollado hasta la fecha de la saga. Se trata de un spin-off de la saga principal que nos traslada a un universo diferente.
El mundo en guerra por el Círculo de los Traidores
Valkyria Revolution nos presenta un mundo ficticio, muy similar a la Europa de la época de la Revolución Industrial, ambientado en el año 1954 E.C. En un tranquilo jardín conoceremos a un impaciente estudiante y a su maestra, Richelle, que le contará la verdadera historia del Círculo de los Cinco: cinco personajes considerados como traidores por su país (Jutland) y muertos como tales, cuya historia no es la que la Historia ha hecho creer.
Es entonces cuando comienza la verdadera historia de Valkyria Revolution, que transcurre años antes, en 1853 E.C. El juego nos presenta un mundo que toma como base la Revolución Industrial pero con muchos más avances. La acción principal tiene lugar en en Jutland, un Estado rico en un mineral enormemente codiciado y escaso: el Ragnito, principal elemento utilizado para ese enorme crecimiento industrial.
El Imperio de Ruzhien, ansioso por acceder a las minas de Ragnito, decide bloquear económicamente a Jutland. Y no solo eso, sino que su intención es aislarlo completamente evitando que los demás estados limítrofes negocien con él. Pero por supuesto, Jutland no se quedará de brazos cruzados y procurará por todos los medios librarse del sometimiento del Imperio.
El Imperio de Ruzhien no solo será peligroso por su poderío armamentístico y económico, sino por su arma especial: las Valkyrias. Seres con poderes semi divinos, capaces de acabar con cualquiera con un simple canto.
El líder de la rebelión será Amleth Grønkjær. Amleth no solo será el capitán del Vanargand, escuadrón anti-valkyria de Jutland, sino también el líder del Círculo de los Cinco (traidores). Valkyria Revolution nos presenta una historia con un profundo entramado político, donde nada es lo que parece y los motivos que llevan a los personajes a actuar son mucho más complejos de lo que inicialmente podemos creer.
Unos combates bien ejecutados, aunque algo simples
Valkyria Revolution nos ofrece un RPG que combina estrategia con acción en tiempo real, poniendo especial atención en nuestra capacidad organizativa. El juego no solo nos permitirá combatir, sino también mejorar nuestras armas, poderes y conocer a los personajes hablando más con ellos en la ciudad de Elsinore, capital de Jutland.
Nuestro objetivo principal será defender el Estado de Jutland de la amenaza constante del Imperio de Ruzhien y sus aliados. Para ello tendremos que completar distintas misiones, que estarán disponibles en el Cuartel General del Vanargand. Allí podremos elegir entre completar misiones principales directamente o realizar primero las llamadas misiones tácticas, que tendrán carácter secundario. Las misiones tácticas no serán simples misiones “de relleno”, sino que tendrán su utilidad: cuantas más hagamos, más aseguraremos nuestro territorio y nuestras fronteras frente a los ataques del Imperio. Sin embargo, si las ignoramos Jutland será más débil ante los ataques. Una vez decidamos realizar una misión principal o secundaria, dará comienzo el combate.
Los combates serán en tiempo real, alejados de lo que típicamente se ha podido ver en el resto de la saga. Una vez formado nuestro equipo de cuatro compañeros, nos lanzaremos al campo de batalla. Cada personaje contará con unas armas específicas, abarcando desde espadas hasta armas de fuego y granadas. Además los poderes serán de gran utilidad en nuestros enfrentamientos, pudiendo invocarlos para acabar con nuestros rivales del Imperio.
Valkyria Revolution nos permite manejar a todo nuestro equipo, así que no habrá personaje predefinido que manejar obligatoriamente. Podremos además designar el papel que queremos que cumpla en la batalla o dejarlos a su libre albedrío y ocuparnos solo de manejar a nuestro personaje. En cualquier caso, en la opción “battle palette” (paleta de batalla) podremos asignarles las armas y poderes que nosotros queramos.
Los combates son bastante sencillos y no presentarán grandes dificultades al jugador. La vida se recuperará escondiéndonos detrás de algún saco de arena o pared y esperando algo de tiempo. Por su parte, la barra de magia se recuperará a medida que golpeemos enemigos.
Como es lógico, los bosses presentarán mayor grado de dificultad (en especial las valkyrias), pero nada que resulte exageradamente difícil. Valkyria Revolution presenta dos modos de dificultad: fácil y normal, pero aconsejamos que escojáis el nivel normal porque quizá el fácil os resulte demasiado sencillo y no os suponga un gran reto.
Algo muy útil de los combates es la barra superior que indica cómo va variando el dominio de ambos estados enfrentados: Jutland y Ruzhien. Si vamos ganando terreno y venciendo a nuestros enemigos, el color azul dominará al color rojo en la barra. Sin embargo, si Ruzhien recupera fuerzas, podremos observar cómo el color rojo va aumentando. Algo que resulta muy útil para saber cómo se encuentran las fuerzas enemigas en un momento dado y para calcular la duración de los combates.
Las magias son un gran añadido para la aventura
Los poderes de Valkyria Rvolution son bastante importantes no solo de cara a los combates, sino también en las mejoras. Los hechizos se obtendrán matando enemigos, completando misiones o encontrándolos en cajas. Una vez conseguidos, podremos utilizarlos como magias que pueden equiparse a nuestros personajes pero también como puntos a gastar para mejorarlos tácticamente.
Estas magias pertenecerán a los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire, que podrán combinarse para mejorar el árbol de habilidades de nuestros personajes. El uso de los distintos elementos resulta también importante en los combates. Por ejemplo, al enfrentarnos por segunda vez a la Valkyria, tendremos que contrarrestar sus ataques con los del elemento contrario que nos indiquen.
Por tanto, las magias son un elemento bastante significativo, que tiene una utilidad destacada incluso fuera del combate. Algo que aporta mucho más interés a los poderes que vayamos consiguiendo.
La historia y su diseño artístico: sus grandes atractivos
El punto fuerte de Valkyria Revolution se encuentra en su historia. Desde el principio ya sabemos que Amleth y sus cuatro compañeros van a traicionar a Jutland, así que nuestro interés se centra en descubrir cómo y sobre todo por qué. Las primeras horas de Valkyria Revolution pueden parecernos algo tediosas, pero que la introducción no nos engañe. Valkyria Revolution nos ofrece una historia profunda y compleja, que nos irá atrapando a medida que se vaya dibujando.
Por desgracia, no se puede decir lo mismo respecto a sus personajes. Valkyria Revolution nos ofrece un amplio abanico de ellos, pero no llegan a resultarnos todo lo interesantes que podrían haber sido. Dejando de lado los Cinco Traidores y Ophelia, la princesa de Jutland, nos costará conectar con el resto de personajes.
Otro de los grandes apartados que nos ofrece Valkyria Revolution es su diseño artístico. El juego es un auténtico deleite visual, con unos diseños de escenarios y armas al estilo dibujo animado que resultan muy llamativos. No obstante, igual que sucede con sus personalidades, los personajes resultan bastante planos y vacíos, carentes de una expresión que sin duda le habría venido de maravilla a un juego con esta trama.
Finalmente, la música no pasa desapercibida. El compositor Yasunori Mitsuda se encargar de ofrecernos una banda sonora muy lograda, que acompaña en todo momento la aventura.
Elsinore no nos ofrece grandes posibilidades de exploración
A pesar de ser un RPG, Valkyria Revolution no nos ofrece posibilidades de exploración. Sus mecánicas serán prácticamente las mismas: completar una misión, volver a Elsinore para mejorar lo que deseemos, activar otra misión y vuelta a empezar.
Elsinore será el centro de toda la acción, desde donde decidiremos qué hacer y a dónde ir. La ciudad nos ofrece distintas localizaciones, como la taberna, el cuartel general del Vanargand, o el cuartel de los Cinco. En cada localización habrá distintos personajes con los que podremos interactuar con distintas finalidades: que nos den misiones, conseguir más información de la historia o incluso pertenecer a clubes de amigos.
No obstante, Elsinore está limitada a una sola calle, lo que resulta algo pobre. En vez de ofrecernos una ciudad abierta que poder investigar, Media Vision nos ofrece una simple calle con diferentes puestos de compraventa (de ropa, materiales o armas). Una vez alcanzado la frontera, se nos desplegará un menú que nos indicará a dónde queremos ir a continuación. Por tanto, aunque sea el epicentro de Jutland, Elsinore resulta algo simple en su diseño.
La falta de traducción, ese gran pero de Valkyria Revolution
Uno de los grandes fallos que presenta Valkyria Revolution son sus escenas. Aunque las escenas de larga duración sean marca de la casa de todo JRPG, lo cierto es que en Valkyria Revolution llegan a resultar demasiado pesadas, cortándonos el dinamismo del juego. Muchas escenas rondarán fácilmente la media hora, llegando a resultarnos cargantes. Lo peor será que, para enterarnos bien de la historia, tendremos que estar pendientes de todas ellas.
Sin embargo, el gran problema no son tanto las escenas como la nula localización del juego. Valkyria Revolution nos llega completamente en inglés o japonés, dificultándonos enormemente su comprensión. Además no nos presenta un inglés básico, comprensible para todos los públicos; se trata de un inglés complejo, acorde a los profundos entramados políticos que nos ofrece Valkyria Revolution. Además, la historia se contará principalmente en esas escenas, así que si queremos enterarnos bien de la trama no tendremos más remedio que verlas todas.
Conclusión: un buen juego, pero no para todos los gustos
Valkyria Revolution nos ofrece una historia compleja, que nos irá atrapando a medida que vayamos conociéndola. Es cierto que sus largas escenas y su escasa traducción pueden resultarles pesadas a algunos jugadores. Pero al mismo tiempo, eso será precisamente lo que encante a muchos otros. Del mismo modo, el cambio de género gustará a los fans del combate cuerpo a cuerpo, mientras que desencantará a los más puristas de la saga Valkyria y de la estrategia más tradicional.
Aun así, Valkyria Revolution es un título bien ejecutado. Presenta carencias, pero cumple con lo que quiere ofrecer. Puede que no sea el mejor título de la saga, pero sí uno al que merece la pena dar una oportunidad.