Hace unos meses, nuestro compañero Cristian nos trajo un primer avance de Lords of the Fallen, un avance que titulaba: »los fans de la desesperación están de enhorabuena», y es que no podía taner más razón. Tras tres cuartos de hora de demo jugable en la pasada Gamescom, os traemos las impresiones sobre uno de los juegos más frustrantes que han pasado por mis manos a lo largo de toda mi vida gamer. ¿Queréis sudar? No os apuntéis a un gimnasio, comprad una Xbox One y el 31 de octubre haceos con Lords of the Fallen.
No es otro juego de fantasía medieval
El género de la fantasía medieval estos últimos años parece una constante en el mundo de los videojuegos, ya sea con producciones multimillonarias como Skyrim o The Witcher 2, otros más pequeños como Rogue Legacy, producciones patrias como Castlevania Lords of Shadow y Mirror of Fate y otros más enfocados a experiencias diferentes, como la saga Demon y Dark Souls. Todos ellos pertenecen a géneros distintos, distintas formas de jugarlos y distintas plataformas, sin embargo el tema del caballero y el castillo es recurrente.
Precisamente, el título que nos ocupa, Lords of the Fallen, bebe de todos los anteriores, tanto que se presentó con una pretensión muy clara y ambiciosa, el ser una mezcla entre Skyrim y Dark Souls, algo que nos pareció demasiado optimista hasta que supimos quien está al frente del proyecto, el productor de The Witcher 2. Desde entonces, el mundo del videojuego empezó a prestar atención a este título que en los vídeos parecía un Darksiders, por el diseño del personaje principal, que se jugaba como Dark Souls.
Si queréis descubrir algo más sobre la historia de Harkyn, el protagonista del título, leed el avance que os recomendamos al principio, para saber por qué terminé desesperado y sudando la demo de este juego… seguid leyendo.
¿Creéis que Dark Souls es difícil?
Aunque, como hemos visto, Lords of the Fallen se inspira en varios títulos, está claro que la referencia absoluta es Dark Souls, hasta el punto de que todos en algún momento u otros nos hemos referido a este título como el ‘Dark Souls de nueva generación’ algo que salta a la vista, hasta que te pones a los mandos. Según nos explicaron la gente de Deck 13, la partida que la prensa pudimos probar de forma exclusiva estaba en un punto avanzado de la aventura. Esto es bueno y malo. Bueno porque teníamos un montón de armas, armaduras, escudos y magias para personalizar a Harkyn, pero malo porque nos habíamos saltado todo el tutorial y la curva de dificultad que, se supone, ofrecerá el título desde el principio. El gameplay que ilustra estas líneas corresponde a lo que pudimos jugar en el stand de Koch Media (que es quien distribuye el título en Alemania y no Bandai Namco, como aquí).
Como veis en el vídeo, sólo, y digo »sólo», teníamos ante nosotros tres enemigos. Dos mindundis y un jefe final. Sólo tres enemigos nos separaban de nuestro objetivo y sólo (esta vez con todo el sarcasmo del mundo) me tiré media hora con uno de ellos, ¿para qué? para no terminar matándolo, lo máximo que pude quitarle fue media barra de vida. Pero voy a empezar desde el principio.
Ahí estamos nosotros, con una armadura ‘tocha’ y ante nosotros un puente. »Un sólo enemigo en mitad del puente, chupao», pensamos, pero en cuanto nos acercamos a este primer guardián y besamos el suelo sin saber ni por dónde nos ha venido el golpe empezamos a darnos cuenta de por dónde van los tiros. Tras cinco intentos en los que no conseguía rodar a tiempo, en los que notaba pesado a mi personaje, en los que la barra de estamina se agotaba… uno de los desarrolladores se acercó y me hizo la pregunta más extraña que nadie me ha hecho nunca: »¿Eres jugador de Dark Souls? se nota». ¿Pero qué? ¿No se supone que si vienes de Dark Souls este Lords of the Fallen iba a ser un paseo? Pues no, amigos, no podéis estar más equivocados. Lords of the Fallen toma la jugabilidad de Dark Souls y la potencia. Somos un tanque en movimiento, pesamos, tenemos que acostumbrarnos al retardo a la hora de rodar, tenemos que acostumbrarnos a correr, al peso de las armas, etc, si queremos salir victoriosos. Sí, sé que eso ya está en Dark Souls, pero aquí está aumentado en varias potencias.
Conforme vemos que el bastón y el escudo por defecto nos impiden avanzar, nos equipamos con otro tipo de armamento con el que, al menos, podamos esquivar en condiciones al ser más ligero. Me equipé una especie de garras con las que no quitas apenas vida pero bueno, pude salir indemne de este primer combate. Llegué al punto de control y respiré. Por fin había cruzado el puente, quince minutos después, pero lo que me esperaba tras esto era peor, mucho peor.
Mientras que el guardián era un enemigo de melé, en una cámara al final del puente nos esperaba uno que era capaz de levitar y lanzar magia. ¿Cómo me lo pasé? Pasando de él y yendo hasta el ‘coliseo’, donde de verdad se encontraba el reto de la demo. Durante el juego podremos hacer eso, pasar de los enemigos y llegar al siguiente punto de control, el problema es que si hacemos eso, no ganaremos puntos de experiencia que, por seguro, echaremos de menos más adelante. Tras varios intentos de acabar con el jefe final, me intenté calmar viendo los menús de personalización, menús que nos darán varias opciones a la hora de modificar todos los aspectos de nuestro personaje, equipamiento, magias, pociones, armaduras, etc. Además de todo el equipamiento del que podremos disponer (hay menú de pausa, como veis, que a la vez son muy visuales e intuitivos), tendremos varias opciones de ataque con cada tipo de arma. Como en la saga Souls, podremos tener un arma en cada mano, arma y escudo, arma a dos manos y realizar golpes potentes y otros más rápidos e ineficaces, por norma general. El objetivo es que cada jugador juegue como le guste jugar, lo que siempre es de agradecer ya que las posibilidades a la hora de combatir son inmensas.
Tras explorar los menús, volví a la carga contra el jefazo de las dos espadas, hasta que desistí, no porque no fuese capaz de derrotarlo, sino porque llegaba tarde a la presentación de The Witcher. Apuesto que si hubiese tenido otros 45 minutos más habría sido capaz de acabar con él. Seguramente.
Las vistas al infierno
La demostración que pudimos disfrutar lo hicimos en un PC high-end, aunque gente que jugó en el stand de la feria, demo con menos contenido, me confirmó que en las Xbox One donde se mostraba el juego se veía bastante bien. El nivel de texturas es bastante alto, así como todo el tema de partículas y humo. Hay una magia en la que creamos un doble de nuestro caballero que resulta bastante espectacular. El juego es fluido, en PC, y se ve realmente definido. Espero que en consolas se mantenga la resolución 1080p y una tasa de 30 frames estables.
En cuanto al apartado artístico hay poco que decir. Los escenarios dan la sensación de ser mastodónticos, no en cuanto a posibilidades de exploración, sino en su diseño de estructuras colosales, con un diseño bastante atractivo en el que destaca nuestro personaje, muy del estilo de Darksiders 1 pero más oscuro y adulto. Todo muy gótico, algo que e encanta.
El sonido acompañaba, los efectos especiales como magias, choque de espadas, escudos, el acero contra el suelo, el viento que sopla en el puente, todo está muy conseguido. No había banda sonora en el tramo que jugamos, pero tampoco la eché en falta, llega un momento en que sólo estás pendiente de no morir, pasando de banda sonora, de gráficos, de todo.
La cita, 31 de octubre
En definitiva, Lords of the Fallen es un juego que marcará un antes y un después. La obsesión por los juegos difíciles parece que va a más y no quiero imaginarme la próxima interacción de la saga ‘Souls’ en la nueva generación. La jugabilidad es muy buena, aunque hay que acostumbrarse, el diseño es acertado y los efectos de sonido acompañan pero, lo más importante es que el juego consigue su objetivo, el frustrar al jugador.
La campaña durará unas 15 horas, aunque desde el estudio dijeron que el juego sería infinito debido al modo Nuevo Juego + y a las posibilidades de exploración que tendrá el título. Sólo espero que la historia acompañe y que doten al juego de un guión a la altura, algo que parece que se cumplirá a tenor de algunos de los trailers y a quien está detrás del juego. Quien quiera un Dark Souls de nueva generación que se vaya preparando, quien se frustraba con la saga de From Software que ni se acerque a este Lords of the Fallen, sus mandos correrán el peligro de salir volando por la ventana.
¿Cómo defino Lords of the Fallen con una palabra? Desesperante.