El coronavirus se ha convertido en una amenaza a nivel global y, ante el número creciente de infectados en todo el mundo son muchas las compañías que han comenzado a tomar medidas de seguridad. Mientras la organización del E3 evalúa la viabilidad del evento y Psyonix ha cancelado el Campeonato Mundial de Rocket League, ahora ha sido la compañía norteamericana Bungie la que ha hecho saber a través de un comunicado que sus oficinas de Seattle (zona en la que el coronavirus está siendo especialmente problemático en Estados Unidos) y las del resto del mundo permanecerán cerradas un tiempo; los empleados trabajarán desde sus casas.
“Hemos estado trabajando activamente en los planes durante las últimas semanas para garantizar la salud y la seguridad de nuestros empleados y socios, tanto a nivel local como global. Si bien la salud y la seguridad son nuestra principal prioridad, también reconocemos la importancia de mantener la continuidad de las operaciones comerciales regulares de Bungie y hemos construido rápidamente una infraestructura de trabajo remota para respaldarlas. Esto incluye la entrega de nuestros planes de contenido actuales, el mantenimiento de Destiny 2 y el desarrollo continuo del juego.
Hoy, hemos activado esta infraestructura y política de trabajo totalmente remota para todos los empleados de Bungie en todo el mundo, con el objetivo de priorizar la seguridad de nuestros empleados y continuar desarrollando y entregando a nuestra comunidad un juego que amamos”.
Se trata de la segunda medida de peso que toma Bungie en los últimos días, pues hace poco te contamos la noticia de que el estudio creador de la saga Halo había decidido eliminar las cajas de botín de Destiny 2. Una cuestión polémica de la que no se ha dejado de hablar en los últimos años y que ahora incluso ha llegado a la política española.