Paradojas de la vida, ¿o no?. Leland Yee, senador del partido demócrata de California, ha sido condenado a 5 años de prisión por corrupción y tráfico de armas. Lo que resulta curioso del caso es que este senador realizó una cruzada contra los videojuegos violentos proponiendo, (de forma infructuosa) al Tribunal Supremo de EEUU, a ubicar cualquier material sexual para adultos (pornografía) al mismo nivel que la venta de videojuegos de alto contenido violento.
Yee, pillado en una compleja operación policial cuando intentaba vender armas de gran calibre a rebeldes filipinos, llegó a expresar públicamente su descontento con juegos violentos alegando que estos eran responsables de algunos tiroteos (como la trágica matanza de Connecticut) o que los jugadores sentían placer por la violencia: «Los jugadores deben silenciarse y no hablar. No tienen credibilidad en debate alguno dado que sienten placer con la violencia del mismo modo que la industria (de los videojuegos) lo siente ante el dinero«.
Yee ha admitido su error ante el tribunal que lo ha condenado: «Acepto plenamente la responsabilidad de mis actos y mis crímenes. Esto me perseguirá el resto de mi vida«, aunque Charles Breyes, juez del caso, ha declarado con rotundidad que: «Los crímenes que usted ha cometido derivan a un rotundo ataque a las instituciones democráticas».