Una de esas historias que ha causado grandes decepciones es la de Homefront: The Revolution. Tras un primer juego que prometió más de lo que ofreció, la situación complicada de THQ lastró el desarrollo de una segunda entrega que desde un principio, apareció como un proyecto muy ambicioso e interesante. Con muchos problemas en su desarrollo, cuando Deep Silver presentó el producto en el que se había convertido Homefront: The Revolution, causó un gran revuelo por ofrecer un proyecto realmente ambicioso e interesante.
No obstante, la conocida historia del producto que fue comercializado, es algo que ha dejado desolados a muchos que esperan que haya nuevos juegos en el género shooter, que exploten nuevas vías de disfrutar de este género de acción. Siendo Homefront: The Revolution, un juego que no cumplió con las expectativas, la mayoría de aspectos que decepcionaron fueron aspectos que daban cuenta de un producto que no había sido completado. Desde Deep Silver, Paul Nicholls, ha compartido unas palabras con el portal MCV, donde reconoce que «se han aprendido muchas lecciones de Homefront».
Por un lado, elogia a los chicos de Dambuster, asegurando que estos «hicieron un gran trabajo», donde reconoce que hoy día «la calidad es vital en el mercado» y apunta a que Homefront: The Revolution es lo que se consiguió «en el tiempo en el que se lanzó el producto». Una fecha de lanzamiento que denotó haber sido fijada a la desesperada, dados los continuos retrasos que lastraron un proyecto que tuvo que ver la luz años atrás y que no querían que se volviese a retrasar.
Pero ahora es un momento de reflexión que ha permitido percatarse de que no hacer caso de los plazos y de no comprobar la calidad del producto en el momento, deparó una gran decepción tanto para la comunidad, como para el estudio, como para la editora. Homefront: The Revolution vio la luz con demasiados fallos de base, lastrando un producto que parecía precoz, pero que mantenía esa propuesta ambiciosa que en muchos aspectos resultaba muy interesante. Una situación contradictoria para los usuarios, que vieron como una gran idea se veía lastrada por errores fundamentales, que no son comunes en proyectos de la talla de Homefront: The Revolution.
Habrá que comprobar si Deep Silver ha aprendido realmente la lección y si, con el tiempo, pueden volver a dar una oportunidad a la licencia. Quizás, a la tercera, va la vencida y consiguen ese juego que la licencia merece desde su primer título.