Aunque ya ha pasado tiempo desde que se confirmó la adquisición de Bethesda por parte de Microsoft, todavía colean muchas cuestiones sobre lo que supone para la industria. Lo principal es que ahora los estudios que antes eran parte de Zenimax Media ahora son parte de Xbox Game Studios y con ello, sus licencias. En pleno debate sobre cómo actuar, sobre todo por los posibles acuerdos previos a la compra, el futuro se plantea de otro modo muy diferente. De hecho, el fundador de Bethesda cree que aquello que posee Xbox no puede llegar a Sony.
Christopher Weaver, fundador y director de la compañía hasta 2002, comenta en una entrevista concedida a Inverse, que la compra de Bethesda ha sido un golpe de efecto realmente importante. Por un lado, conoce bien toda la compañía y asegura que es de las pocas que han probado su capacidad de crear auténticas experiencias AAA.
De hecho, advierte que la fecha de su anuncio no ha sido para nada casual. «No creo que haya sido un accidente que este anuncio haya ocurrido tan cerca del anuncio de Sony PS5». De hecho, puede llegar a verse que con este anuncio se ha dejado de lado casi cualquier influencia de los hardwares de Sony, añadiendo un valor inestimable a la apertura de reservas de las nuevas consolas de Xbox.
Y es que, según Weaver, “hay solo un número limitado de creadores probados de AAA. Lo que Microsoft posee, Sony no puede obtenerlo «. Y es por ello que, salvando los posibles acuerdos y proyectos ya iniciados, las posibilidades de ver las licencias de Bethesda en otras consolas deberían ser prácticamente nulas. Pero es una decisión que dependerá de Microsoft, y hay muchas probabilidades, por lo que se puede ver en la comunidad, e incluso por lo que sugiere Weaver, de que Microsoft deje escapar la oportunidad de que licencias como The Elder Scrolls, Fallout, DOOM, Wolfenstein y otras, vean la luz en consolas de la competencia.
Independientemente de que el valor de Xbox Game Pass vaya a verse incrementado de forma notable, pues de primeras los juegos de Bethesda se lanzarán en el servicio de lanzamiento, la exclusividad también da notoriedad a la marca. Algunos analistas han sugerido que el objetivo de la compra era dar más valor a los servicios de suscripción y a la propia marca Xbox, pero Weaver lo tiene claro, es «un brillante contraataque contra Sony».
Sea como fuere, la primera consecuencia de esta compra, es poder ver los juegos de Bethesda en Xbox Game Pass. Cara a futuro, habrá que esperar para comprobar realmente el alcance de las decisiones que se tomen. Parece más que obvio que Microsoft tiene todo el poder para conseguir que esas grandes licencias vean la luz solamente en el ecosistema Xbox y convertirlos en exclusivas.