Los sistemas de calificación por edades como PEGI o CERO, este último correspondiente al mercado japonés, suelen determinar el tipo de contenido que podemos encontrar en un videojuego determinado. El sistema de calificación japonés se diferencia respecto al occidental en el uso de diferentes letras, donde A es la calificación para todos los públicos y Z es la pensada únicamente para el público adulto. Pues bien, ayer mismo el mayor minorista de Japón, Nojima, ha confirmado que dejará de vender este tipo de productos de forma inmediata.
El anuncio ha sido realizado mediante un comunicado de prensa (a través de techraptor) en el que menciona que la interrupción en la venta de todos los juegos con una calificación por edades de CERO Z es inmediata, lo que afectará a todo el mercado japonés, ya que se trata de un minorista que tiene un total de 210 tiendas repartidas por todo el territorio del país del Sol naciente.
Nojima, el mayor minorista de Japón, dejará de vender juegos CERO Z
La decisión ha sido tomada para «proporcionar un entorno de compra más seguro para todos los clientes que visitan las tiendas», a pesar de que la práctica habitual de Japón suele ser la de tener apartados específicos pensados para mayores de 18 años en sus tiendas, lo que separa los productos pensados para todas las edades de aquellos que requieren que seamos mayores de edad para poder llevarnos el producto a casa.
Este cambio de política en Nojima puede suponer un efecto domino terrible para el desarrollo de videojuegos. Cabe destacar que, entre algunos juegos populares que han sido clasificado con CERO Z por el organismo de regulación japonés, encontramos ejemplos como la franquicia Resident Evil, Assassin’s Creed Valhalla, Grand Theft Auto V y otros muchísimos ejemplos. Sin ir más lejos, juegos como The Callisto Protocol cancelaron su lanzamiento en Japón por haber sido calificado como CERO Z.
Y es que, si los desarrolladores ven que en territorios tan importantes como es el japonés no pueden vender juegos bajo esta clasificación, muy probablemente llevarán a cabo cambios que les permita entrar en una calificación más baja, para así poder estar presentes en las principales estanterías de los minoristas de Japón. Todavía es pronto para saber si efectivamente afectará de esta forma al desarrollo de videojuegos, pero de lo que no hay duda es de que esta decisión supondrá un antes y un después dentro del mercado japonés.