Microsoft ha tomado la decisión de eliminar a Twitter de su plataforma de publicidad Digital Marketing Center (DMC) a partir del 25 de abril. Esto significa que cuando se desactive, los propietarios de pequeñas y medianas empresas que la utilizan para administrar campañas publicitarias en redes sociales como LinkedIn, Facebook o Instagram, ya no podrán programar, crear ni administrar tweets.
Esta plataforma hace uso de la inteligencia artificial para optimizar y automatizar campañas de marketing digital y permite a los anunciantes interactuar con los clientes directamente a través de mensajes. ¿Y a qué viene el cambio? Pues a que la API de Twitter tiene un nuevo plan de suscripción empresarial por el que pretende cobrar 42.000$ al mes que Microsoft no está dispuesta a pagar.
Abandonar la API de Twitter impacta en todos
Mientras que a Microsoft «le crecen los enanos», Elon Musk sigue «haciendo amigos». El todopoderoso magnate se atreve con todo y no ha dudado en atacar abiertamente a la tecnológica a través de su propia plataforma. En cuanto la noticia se publicó en las redes, y más concretamente en la del pajarito azul, su nuevo propietario intervino acusando a Microsoft de hacer pruebas ilegales con la API de Twitter y amagó con presentar una demanda a la compañía.
La animadversión que genera el personaje entre los usuarios de su propia plataforma se pudo palpar desde el primer minuto, pero las opiniones más interesantes llegaron de quienes conocen las aplicaciones y tienen acceso a su feed. Hay que tener en cuenta que este aumento en la cuota va a tener un efecto de bola de nieve que va a impactar en muchos desarrolladores de aplicaciones de terceros, pues ya no podrán permitirse mantener sus aplicaciones, muchas de las cuales se conectan (como las consolas Xbox) y agregan más funciones que la aplicación oficial de Twitter.
Ante algunos de ellos, Musk hizo hincapié en las supuestas malas prácticas que habría realizado Microsoft: “Estoy abierto a ideas, pero robar la base de datos de Twitter, desmonetizarla (eliminar anuncios) y luego vender nuestra información a otros, no es una solución ganadora».
Habrá que ver en qué se queda todo esto y si finalmente se abre una demanda a Microsoft por su uso con la API de Twitter. Es conocido que Elon Musk habla mucho, pero si bien presentar demandas en Estados Unidos es muy sencillo, aportar pruebas y ganar un caso ya es arena de otro costal.