Wildlands es el nuevo producto de Ubisoft, un shooter táctico en tercera persona desarrollado en mundo abierto y perteneciente a la serie Ghost Recon.
Durante el mes de febrero, hemos podido participar en dos betas bastante interesantes en las que la compañía gala nos ha prestado un par de provincias bolivianas para conducir como en Forza Horizon 3 y realizar asaltos tácticos cual elefantes en una cacharrería.
Los fantasmas se desatan el corsé para dar rienda suelta a la justicia en el inmenso narcoestado en el que se ha convertido Bolivia y donde tendremos que poner de rodillas al cártel de Santa Blanca, una organización criminal de origen mexicano que ha puesto contra las cuerdas al gobierno del país y a sus habitantes, inundando su hogar con sangre y cocaína.
En Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands tomaremos parte en un operativo de hasta cuatro jugadores formados por la IA o por otros usuarios. Para la inteligencia artificial, contaremos con una serie de órdenes a las que accederemos a través de un simple selector. Reagrupación, espera, «ir a« y disparar serán las opciones que tendremos a mano y que nuestros compañeros virtuales acatarán a la perfección. También contarán con habilidades como hacer un disparo sincronizado, donde solamente tendremos que seleccionar un objetivo y el tirador del equipo tomará una posición ventajosa para abatir al enemigo a nuestra señal, o tomar posiciones de ataque desde dentro de un vehículo. La IA no molesta en ningún momento y he de decir que son bastante eficaces, además, se adaptan a nuestro perfil de situación-conducta.
A falta de un modo player vs player, podremos completar la totalidad de la campaña con amigos o desconocidos en infinidad de misiones cooperativas que podremos abarcar mediante el uso del sigilo o la acción directa. La libertad de ejecución es el pilar principal en el que se sustenta el título, ya que aparte de afrontar las situaciones a nuestra manera, no tendremos que seguir necesariamente un guión lineal para completar una trama principal que esperemos esté a la altura del sello Tom Clancy.
Para devolver la paz a la zona de conflicto, contaremos con el apoyo de la milicia rebelde y nuestro enlace en la CIA, que marcará las directrices para acabar con el imperio de «El Sueño«, cabeza del cártel de Santa Blanca.
Necesitaremos recabar información en diferentes localizaciones mediante informes, pruebas visuales y grabaciones, para avanzar en la Operación Matarreyes y acercarnos progresivamente hasta la cúpula de la organización, activando de esta manera las misiones principales. En el camino y a base de agresivos interrogatorios, asesinatos lícitos, balas y persecuciones, llegaremos hasta los objetivos clave. Acabando con ellos, desestabilizaremos al cártel mermando su capacidad de seguridad, influencia, contrabando y producción.
Los narcoterroristas no serán la única amenaza que enfrentaremos, ya que también tendremos que lidiar con «La Unidad«, una fuerza policial permisiva -hasta cierto punto- con los secuaces de Santa Blanca. Cuentan con mejor equipo, blindaje y apoyo de asalto, por lo que no conviene pasearnos con nuestros rifles automáticos por delante de ellos.
Cabe destacar que tendremos un selector de dificultad dividido en arcade, estándar, avanzado y extremo. En arcade se nos ofrece una experiencia de juego más relajada donde los enemigos tardarán más en localizarnos y en los niveles más altos se busca más la simulación con enemigos extremadamente letales, perspicaces y hábiles que nos exigirán habilidades tácticas notables.
Las fuerzas rebeldes sí estarán de nuestra parte y para estrechar lazos y conseguir su apoyo total, deberemos salvar a sus miembros de las garras del cártel y realizar incursiones de aprovisionamiento en busca de recursos necesarios para su causa, liberar al pueblo de Bolivia del imperio narco. Comida, combustible, trabajos de comunicación y medicinas que obtendremos en los asentamientos enemigos, lugares inhóspitos y mediante la consecución de misiones secundarias. Estos recursos podrán ser usados en nuestro propio beneficio, ya que con ellos podremos mejorar las distintas habilidades de nuestro personaje a las que sumaremos las de los milicianos, que podrán ofrecernos vehículos, hombres armados para ser usados como distracción o incluso ataques de mortero.
Ya sabemos como se las gasta Ubisoft en materia de coleccionables, así que aparte de recursos e información sobre el cártel, también encontraremos puntos de habilidad, armas, piezas para estas y una especie de condecoraciones o medallas propiedad de los miembros de Santa Blanca.
El árbol de habilidades es amplio y complejo. Después de desbloquear nuevas habilidades, podemos aumentar su eficacia máxima hasta acabar desbloqueando una habilidad épica, que dotará de un plus a nuestras capacidades físicas o la de nuestros gadgets.
Y hablando de artilugios, nuestro mejor amigo en Ghost Recon Wildlands será el dron, ya que con esta pequeña aeronave no tripulada, podremos inspeccionar cuarteles, asentamientos o puntos de control enemigos antes de comenzar el asalto. El dron puede marcar objetivos, servir como explosivo móvil, curar a compañeros caídos, llamar la atención de los enemigos para alejarlos de una posición concreta y muchos más usos que podremos otorgarle gracias a su propia rama en el árbol de habilidades. En definitiva, la herramienta preferida de los Ghosts.
En algunos emplazamientos, los narcos contarán con generadores de corriente, armas fijas, baterías antiaéreas, alarmas e inhibidores de señal que inutilizarán nuestro dron. Algunos asaltos deben tomarse con más paciencia y planificación que otros, tendremos que destruir cierto equipo enemigo si queremos terminar la misión de manera satisfactoria.
Aparte del dron, tendremos a nuestra disposición visión nocturna, térmica, binoculares, paracaídas, todo tipo de granadas, señuelos y explosivos plásticos que podremos usar para acabar con los narcotraficantes y los policías corruptos de La Unidad.
Para dar caza a nuestras presas y movernos por las 21 provincias que conforman el país, -aunque en las pruebas técnicas solo pudimos ver 2- contaremos con el clásico viaje rápido entre zonas seguras intermedias y con la ayuda de bastantes vehículos con los que recorrer los amplios parajes que nos ofrece el mapa, desde diferentes coches, camiones o motos, hasta lanchas, helicópteros, carros de combate y avionetas.
En general, el sistema de conducción es lo suficiente arcade como para no preocuparnos con sus mecánicas, simples y divertidas. Los vehículos soportan de manera sobrenatural los paseos montaña arriba y abajo, con una tracción de diez y pueden cruzar a través de bosques, terreno árido o enfrentarse a inclemencias temporales sin problema. Algo irreal para lo que se supone que nos quiere ofrecer el juego, pero resulta muy divertido, sobre todo cuando ves a tus colegas despeñarse por barrancos. Lo cierto es que a pie tampoco tendremos graves problemas para movernos por los diferentes terrenos, a fin de cuentas, somos súper-soldados americanos, HOOAH!
Además, tendremos a nuestra disposición más de 70 armas a elegir entre fusiles de asalto, de francotirador, subfusiles, ametralladoras ligeras, compactas, escopetas y pistolas de mano. Aparte de armas «especiales» que obtendremos de los enemigos más importantes. Todas nuestras herramientas de guerra son total y completamente personalizables, miras, accesorios para el cañón, camuflajes… Por lo que podremos adecuarlas a nuestro estilo de juego en cualquier momento desde el menú. Todas podrán ser utilizadas desde una vista en tercera persona y en primera, para apuntar con la mira de hierro u ópticas con aumento.
Hago un pequeño inciso para deciros que el aspecto de nuestro personaje también podrá ser personalizado totalmente al principio del juego, pudiendo elegir desde el género, hasta tatuajes, chaleco de combate, color de la ropa, mochilas, accesorios, parches, etc. Podremos actualizar nuestro estilo en el vestíbulo del menú cada vez que lo creamos necesario. No parece que podamos cambiar la apariencia física de nuestros compañeros del escuadrón Ghost manejados por la IA.
Y volviendo a las armas, sus proyectiles, aparte de tener caída conforme a la distancia a la que son disparados, pueden atravesar diferentes superficies, inutilizar cualquier foco de luz para crear puntos ciegos y destruir elementos explosivos, vehículos, alarmas o candados que encontraremos en el escenario. Podremos llevar tres armas a la vez, dos principales y una de mano.
Los paisajes y pueblos, la vida cotidiana que llevan los NPC, cómo reaccionan ante nosotros si vamos con el arma desenfundada, sus conversaciones, la programación de la radio local controlada por el cártel e infinidad de detalles que hemos podido observar en Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands están realmente conseguidos, el ciclo día-noche, la climatología dinámica, los diferentes ecosistemas que te sumergen en la tierra boliviana, la distancia de dibujado, iluminación… El conjunto ofrece una experiencia fantástica que raya a un buen nivel gráfico y técnico aún tratándose de pruebas en fase beta y no del producto final.
Todavía hay bugs y pequeños fallos que podrían pulirse, como por ejemplo su -en ocasiones- errático sistema de coberturas automáticas, cuerpos que desaparecen por arte de magia, ciertas texturas, la propia interfaz que a veces peca de ser algo agobiante y algún que otro problema en la detección en tiempo real de colisiones.
Aunque abrace la cultura de la «casualización», con menos comandos de actuación para el equipo o más libertad para «hacer el gamba» comparado con anteriores títulos de la franquicia, este nuevo Ghost Recon ofrece un vasto terreno a explorar y su componente táctico, no necesariamente obligatorio para disfrute completo del juego, ofrece decenas de horas y opciones jugables para todo tipo de usuarios.
Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands saldrá a la venta para Xbox One el próximo martes 7 de marzo y esperamos que lo disfrutéis. Golpead rápida, silenciosa e invisiblemente, como fantasmas.