El pasado 14 de noviembre de 2022, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó novedades respecto al acuerdo de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Como ya sabréis, si habéis seguido este proceso, después de contar con el apoyo favorable de distintos organismos internacionales en materia de la competencia, es el turno de los europeos. Sin embargo, tanto la CMA británica como la Comisión Europea están poniendo bastantes trabas a la compra, entendiendo que podría dar lugar a una situación de monopolio. Y, precisamente, el último comunicado de la Comisión Europea así lo ha manifestado.
La Comisión Europea pone en duda la compra de Activision Blizzard por Microsoft y abre nueva fase en la investigación:
Por el momento, la Comisión Europea no ha dado un «no» rotundo al proceso de compra, sino que simplemente ha acordado continuar con las investigaciones a realizar, por entender que la llegada de Activision a Microsoft podría dar lugar a una posible situación de monopolio. En concreto, la Comisión Europea se está amparando en el artículo 6.1.c) del Reglamento (CE) nº 139/2004 del Consejo, de 20 de enero de 2004, sobre el control de las concentraciones entre empresas (Reglamento comunitario de concentraciones), según el cual:
«Artículo 6
Examen de la notificación e incoación del procedimiento
1. La Comisión procederá al examen de la notificación tan pronto como la reciba.
(…)
c) Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 2, si la Comisión comprueba que la concentración notificada entra en el ámbito de aplicación del presente Reglamento y plantea serias dudas en cuanto a su compatibilidad con el mercado común, decidirá incoar el procedimiento. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 9, los procedimientos se concluirán mediante decisión, con arreglo a lo establecido en los apartados 1 a 4 del artículo 8, a no ser que las empresas afectadas hayan demostrado a satisfacción de la Comisión que han abandonado la concentración«.
Por ello, ha concedido un plazo de 15 días para que las partes interesadas (tanto Microsoft y Activision como las restantes compañías de videojuegos cuya situación pueda verse afectada por esta situación) remitan sus posiciones. Sobre estas posiciones, la Comisión Europea probablemente realice un examen previo y finalmente emita su decisión, declarando que la operación es compatible o no con el mercado común.