Se acabó lo que se daba y lo que estaba siendo un chollo para muchos jugadores de Xbox en los últimos tiempos. Ya sea por la devaluación de una moneda, por el cambio de divisas o por los distintos impuestos digitales que aplica el gobierno de cada región, la compra en Xbox Stores ajenas suele ahorrar bastantes euros, sobre todo a los usuarios europeos.
Especialmente en países como Turquía y Argentina, sus tiendas digitales suponían un verdadero filón por ofrecer precios muy asequibles al cambio. Sin embargo, Microsoft ha dicho «basta». Desde hace algunos días, se ha vetado la compra de juegos digitales «como regalo» en dichas regiones.
En la siguiente imagen podemos ver las distintas opciones de compra que ofrece la Xbox Store de España en comparación con la de Xbox Store de Argentina, de cuyo desplegable ha desaparecido la opción de compra como regalo.
La opción «comprar como regalo» se ha retirado por uso abusivo
A día de hoy, no sabemos si se trata de una medida temporal o definitiva, pero Microsoft parece haberse dado cuenta de que usuarios con acceso a comprar en las Stores de Turquía y Argentina realizaban compras masivas como regalo, con el fin de ceder o revender los códigos tras recibirlos repetidamente en cuentas de e-mail alternativas.
Por ejemplo, si un juego en España cuesta 35 euros, en Argentina puede salir por unos 12 o 15 euros al cambio incluyendo el pellizco que se lleva el vendedor. WIN-WIN. No obstante, «la policía no es tonta»…
No es ningún secreto para nadie la existencia de algunos portales en internet que se dedican a este lucro, pero también hay algunos particulares que practican la compra y posterior venta de los códigos obtenidos a través de conocidas tiendas de contenidos digitales, como por ejemplo Eneba.
Para el cliente, es tan sencillo como comprar el código y canjearlo mediante una red VPN. Ahora, quienes estaban engordando su videoteca digital van a tener que rascarse un poco más el bolsillo, agotar los códigos que queden a la venta o buscar alguna otra opción de legalidad dudosa.
