Un debate recurrente, como hay muchos, que nuevamente saca a la luz la conveniencia de mantener el formato físico en las consolas, algo que en Microsoft ya promovió un prototipo para Xbox One que no contaría con soporte para discos, incluso con una edición mini que se ha venido rumoreando para un lanzamiento futuro. No obstante, el mismo motivo que evitó que Xbox One prescindiese de el sigue en el aire, no obstante, parece que la próxima generación podría ser la primera que realmente podría escindirse de este elemento y contar única y exclusivamente con un mercado digital. Esta es la suposición que plantea Robbie Bach en una entrevista a GeekWire, donde asegura que la próxima generación probablemente no cuente con formato físico.
«¿Que si tendrá soporte físico? Probablemente no, y ¿cómo se ve eso?¿Es una caja para juegos o es más?¿Cual es el equilibrio entre Apple TV y lo que ofrece Xbox One o Playstation 4? Son cuestiones interesantes que habrá que lidiar con ellas», plantea Bach, donde «esa generación será algo totalmente nuevo», concluye. Es evidente que a estas alturas no se puede hablar de relevo, aunque puede que esta generación no sea tan longeva como la pasada. El debate sobre su conveniencia es recurrente, si bien, tenemos un claro ejemplo de plataformas que prescindieron del formato físico, si bien, la mayoría son plataformas pequeñas que se sustentan de pequeños juegos, la calidad de los Triple A hacen que cada día superen el peso y lleguen a cifras escandalosas para depender únicamente de la descarga.
Del mismo modo, la conectividad sigue su progreso, de modo que de aquí a unos años, la diferencia de conexiones y su planteamiento sean diferentes, con lo que habrá que esperar a ver como evoluciona el mercado para consensuar su conveniencia. Si bien, Microsoft se planteó en firme si la actual generación podía sustentar este tipo de mercado, con Steam como una referencia que puede servir para ver los beneficios que ofrece, así como su conveniencia, de aquí hasta que venga la próxima generación puede haber cambiado la situación y dejar a un lado un resquicio del pasado que, en parte, parece tener cada vez menos sentido, salvo por cuestiones de coleccionismo.