Sega no descarta subir el precio de sus juegos de ahora en adelante, apoyando y formando parte de esta práctica que levanta muchas suspicacias y que, como es obvio, no gusta a los jugadores. Últimamente, la editora ha vivido una gran época en lo que respecta a la venta de sus juegos, e igual de importante, la popularización en el terreno mainstream de su mascota Sonic.
Cuando te va tan bien, guardar las formas y jugar sobre seguro no son prácticas muy populares. Lo cierto es que Sega tiene en la palma de su mano a millones de fanáticos, tanto nuevos adeptos como veteranos que se ven ilusionados con la editora debido a la calidad y las propuestas frescas de algunos de sus proyectos. Sin dudarlo, es un momento perfecto para ser holgados y permitirse encarecer un poco sus productos.
Sega no descarta subir el precio de sus juegos, viéndose afectados las continuaciones de Sonic y Persona
La información es recogida por VGC, y llega de la última reunión de ganancias de Sega, donde se dedican a rendir cuentas y vislumbrar el porvenir de la compañía a quienes invierten capital en la empresa. Por fortuna, esta práctica de declaraciones sinceras es abierta al público, así que nos podemos enterar de muchos movimientos de las principales desarrolladoras antes de que estas se lleven a cabo.
Dándose inicio al nuevo año fiscal que culminará el 31 de marzo de 2024, los informes del pasado año fiscal otorgadas en abril dan un mejor panorama de hasta que punto Sega puede ser más temeraria. Es en el último año donde los juegos empezaron a costar 70 dólares (con el cambio a 80 euros). Para el CEO de la empresa matriz Sega Sammy, Haruki Satomi, la práctica de subir el precio de algunos de sus juegos no debería descartarse.
La idea de Sega, en un futuro cercano, será la de vigilar las condiciones del mercado, para así decidir que juegos serían los idóneos para sufrir un aumento de precio. Sin duda, los títulos futuros de sus sagas más famosas serán los primeros sobre el radar, esto para medir el éxito de un moderado aumento de precio que los beneficie, en lugar de espantar a los jugadores de todo el mundo, que viven en una coyuntura económica complicada.