Otro año más llega a su fin y ya tenemos puesta la mirada en el que viene, del que todo esperamos grandes cosas. Ha sido también un año intenso y repleto de novedades en Dead by Daylight, el videojuego de terror multijugador asimétrico de Behaviour Interactive que ha seguido creciendo, especialmente a raíz del confinamiento que arrancó en el primer cuatrimestre del año. Es por ello que hoy queremos hacer balance y queremos comentarte todo lo que ha cumplido Dead by Daylight en 2020 y lo que queda pendiente para 2021. Lo haremos partiendo de nuestra lista de deseos que elaboramos hace justo un año y que hoy miramos con la perspectiva que da el tiempo.
Comencemos primero por lo que Dead by Daylight ha cumplido durante este 2020 tan extraño. Dos de nuestras grandes peticiones eran la llegada del crossplay y de los servidores dedicados en consolas, algo que hemos disfrutado desde hace muchos meses y que ha mejorado ampliamente la experiencia de juego. La transición hacia la nueva generación de consolas también ha sido satisfactoria y exactamente como esperábamos. Behaviour ha ofrecido gratuitamente el juego a todos aquellos que ya tenían la versión old-gen, con progresión cruzada incluida y con mejoras técnicas que hacen que el salto generacional merezca la pena. Finalmente, también se nos ha cumplido el deseo de ver licencias de videojuegos. Concretamente ha sido Silent Hill la que ha llegado al juego (justo una de las que proponíamos) a través de Pyramid Head y Cheryl Mason.
Un segundo apartado vamos a dedicarlo a las cosas que se han cumplido a medias, pues podrían haber estado más pulidas o acertadas. La penalización de las desconexiones es una realidad en Dead by Daylight desde hace unos cuantos meses, pero son tan escasas que los usuarios siguen haciéndolo casi impunemente. Un claro punto a mejorar de cara a 2021. El matchmaking, con sus altibajos, ha experimentado una mejora, pero insuficiente a todas luces. También ahora tenemos la oportunidad de obtener células áuricas de forma “gratuita”, aunque solo sea adquiriendo la Grieta de pago para que nos sean devueltas a medida que vamos subiendo de nivel. El meta ha variado. No todo lo que nos hubiera gustado, pero el cambio de la Ruina ha resultado ser un acierto y ahora vemos más variedad en las builds de asesino, si bien todas las de superviviente son demasiado parecidas.
Terminaremos con todo aquello que no se ha cumplido y que queda como asignatura pendiente para el 2021. Los hitboxes siguen siendo uno de los grandes problemas de Dead by Daylight, incluso a pesar del hit validation. No ha habido nuevos modos de juego ni ha llegado el servidor de pruebas a consolas, algo que seguimos demandando activamente porque también haría partícipes a los usuarios ajenos al PC y permitiría, además, evitar problemas y bugs como vemos tan habitualmente. Por último, las grandes licencias cinematográficas que le faltan al juego (Viernes 13 y Alien) siguen resistiéndosele a Behaviour. Esperemos que en algún momento pueda cambiar.
Este es nuestro balance del 2020 de Dead by Daylight, al que todavía le quedan muchas cosas por hacer de cara al 2021. Te invitamos a que nos dejes en la caja de comentarios lo que tú crees que debe mejorar el título de Behaviour Interactive en este nuevo año que entra.