Están siendo días muy convulsos en el seno del desarrollo independiente de videojuegos. La compañía Unity, creadora del conocido motor gráfico y que emplean mayormente estudios indies para la creación de sus obras, anunciaba hace unas fechas el cambio de políticas, que obligaría a las compañías a pagar una tasa de hasta 20 céntimos por cada descarga que se produzca de sus juegos. A los estudios no les salen las cuentas.
Tras las quejas públicas de importantes estudios independientes como los creadores de Cult of the Lamb o Slay the Spire, ahora hemos sabido que un empleado de Unity ha amenazado a su jefe en la empresa y ha obligado a cerrar las oficinas temporalmente. Así lo explicaba en el día de ayer el portal Eurogamer, pero con el paso de las horas la situación se ha ido aclarando hasta dar con el culpable.
Hey y’all, just a reminder to think before you target Unity employees. This morning we learned that law enforcement notified several Unity offices of credible threats.
This fucking sucks.
— Javier Busto (@_JavierBusto) September 14, 2023
Un empleado de Unity amenaza a la empresa
Todo empezó en la tarde de ayer, cuando el diseñador sénior de productos XR en Unity, Javier Busto, escribía lo siguiente en su cuenta de Twitter:
“Hola a todos, solo un recordatorio para que penséis antes de dirigiros a los empleados de Unity. Esta mañana nos enteramos de que las autoridades notificaron a varias oficinas de Unity acerca de amenazas creíbles”.

Más tarde, el periodista Jason Schreier explicaba que se trataba de una “amenaza de muerte creíble” y que había obligado a cerrar temporalmente las oficinas de Unity en San Francisco, California y Austin, Texas. Poco después era la propia compañía estadounidense la que hacía saber que esos cierres se habían producido a falta de esclarecer la situación y asegurarse de que no había peligro real para los trabajadores de Unity.
Según ha contado Polygon en el día de hoy, la policía de San Francisco ha detenido al sospechoso, que ha resultado ser un empleado de la propia Unity, que había amenazado a su jefe a través de las redes sociales. Aunque no está claro todavía qué medidas se tomarán contra esta persona, sí conocemos que no trabajaba en las oficinas de San Francisco.

La tensión ha escalado en las últimas horas por los mencionados cambios de políticas, que muchos estudios han denunciado por hacerse traicionando su confianza en Unity y poniendo en peligro su viabilidad económica. Por el momento Unity sigue sin recular a pesar de que las críticas tanto de aficionados a los videojuegos como de los propios desarrolladores no dejan de acumularse.