Suma y sigue para Microsoft y Xbox. Habiendo llegado a su fin el 30 de septiembre, el cierre del primer trimestre fiscal ha dejado en las arcas de la compañía un total de 3.610 millones de dólares, cifra que supera por los pelos a la del año pasado en las mismas fechas con 3.593 millones de dólares.
Con estas cifras en la mano, los ingresos de Xbox han aumentado en un 0.47 % con respecto a los resultados financieros del ejercicio de 2022, lo cual supone un récord para la compañía con el mejor primer trimestre de la historia conseguido por los ahora dirigidos por Phil Spencer.
Xbox Series y Game Pass, motores del mejor primer trimestre
Si nos detenemos a desglosar la participación de la división de gaming en estos resultados presentados, vemos que los ingresos por hardware, gracias a la alta demanda de Xbox Series S y Xbox Series X, han aumentado en un 13 % aportando 800 millones de dólares.
Sin embargo, en servicios y contenido ha habido una caída del 3 %, pero ahí estaba Xbox Game Pass para compensarlo con un nuevo crecimiento en las suscripciones.
Tras los nuevos resultados conseguidos, Satya Nadella, CEO de Microsoft, declaró que:
Hemos visto un crecimiento de uso en todas las plataformas gracias a la fortaleza de la consola. Las suscripciones a PC Game Pass crecieron un 159% respecto al año pasado y con el juego en la nube estamos transformando cómo se distribuyen, juegan y ven los videojuegos. Más de veinte millones de personas han usado hasta la fecha el servicio para jugar juegos por streaming.
En cuanto al hardware, el directivo añadió:
A medida que miramos hacia las Navidades, ofrecemos el mejor valor en gaming con Game Pass y Xbox Series S. Casi la mitad de los compradores de Series S son nuevos en nuestro ecosistema.
Pese a lo que puedan decir las malas lenguas, todo parece irle de cara a Microsoft con su división gaming. Durante el año fiscal 2023 la compañía espera completar la compra de Activision Blizzard por la que pagará 68.700 millones de dólares. Siempre y cuando se lo permitan, claro.