Tres años de trabajo y unas 1.500 libras han dado como resultado Max Payne Retribution, una película creada sin ánimo de lucro que cuenta una historia ambientada en el sórdido universo creado por Remedy allá por 2001. El actor Joan James Muixi, que sólo ha participado en cortos hasta ahora, da vida a Max mientras que Gracie Tyrrell encarna a Mona Sax, el antiguo amor del detective venido a menos. Ambos tendrán que resolver sus diferencias para combatir a Jack Lupino, uno de los villanos del primer videojuego, así como el principal antagonista de la pésima adaptación de Max Payne en 2008.
A continuación os dejamos con Max Payne Retribution, la película fan sobre el juego de Remedy. Son 44 minutos que no están nada mal aunque, eso sí, sólo en inglés con subtítulos también en dicho idioma:
Mientras tanto, los fans de la saga de videojuegos seguimos esperando una improbable cuarta entrega (improbable debido al final del tercer juego de la saga, que fue desarrollado por Rockstar). Max Payne fue uno de los juegos más influyentes de la historia y un ejemplo de cómo crear buenos títulos de disparos en tercera persona con un control ágil y una buena narrativa. Tras Remedy, Rockstar cogió el testigo y le dio una vuelta de tuerca a la fórmula creando un juego mucho más cinematográfico que se apoyaba en una tecnología brutal tanto para crear un apartado visual sobresaliente como para permitirnos disparar de forma libre utilizando el característico tiempo bala.
¿Se animará Rockstar con un nuevo Max Payne? Ojalá, pero primero que saquen Red Dead Redemption 2 y hablen sobre los DLC de historia de GTA V, que llevan años en el limbo.