La primeras conclusiones de la CMA británica han salido a la luz y, en principio, no son favorables. El organismo defensor de la competencia ha estimado, de forma provisional, que la compra de Activision Blizzard por Microsoft podría dañar la competencia y se ha mostrado contraria a que se lleve a cabo. Sin embargo, esto no significa necesariamente que la compra no vaya a llevarse a cabo. Para empezar, el proceso aún no ha finalizado, terminando el 26 de abril de este año. Por el momento la CMA ha abierto una nueva fase para que los intervinientes en el proceso y terceros interesados presenten sus alegaciones a estas decisiones provisionales, teniendo como fecha límite el 22 de febrero.
Por otro lado, si bien la CMA ha propuesto ciertas condiciones extremas para que la compra se lleve a cabo, como vender Call of Duty a un tercero y separarla de resto de Activision Blizzard, también ha comentado la posibilidad de llevar a cabo «soluciones de conducta», que son menos gravosas. Y precisamente una de ellas es garantizar que Call of Duty continúe siendo una IP third-party; algo que Microsoft no ha dejado de repetir y de mantener (como, por ejemplo, a través del acuerdo con Nintendo), pero que no está siendo del agrado de Sony.

Las valoraciones provisionales de la CMA son negativas, aunque sigue abierta la vía del diálogo.
Activision Blizzard desmonta los argumentos de la CMA y promete apoyar a los consumidores:
Frente a esta situación, Activision Blizzard ha decidido no quedarse callada. Como viene siendo habitual cada vez que salen novedades relacionadas con los organismos defensores de la competencia, Lulu Cheng, Jefa de Comunicaciones de Activision Blizzard, ha querido desmontar a la CMA y sus conclusiones provisionales en Twitter:
La CMA lanzó una encuesta a los jugadores británicos. En ella se mostró que alrededor del 75% de los encuestados estaba a favor de la compra. Principalmente alegando que «Sony y Nintendo son más fuertes que Microsoft en los videojuegos y la fusión ayudará a Microsoft a ser mejor competidor contra ellas».
A la CMA le preocupa que el acuerdo pueda fortalecer la posición de Microsoft en el mercado de los videojuegos en la nube. Pero Sony está tan adelantada que ni siquiera considera que Xbox Game Pass sea su competencia real.
A la CMA le preocupa que el acuerdo pueda «impactar en las consolas y plataformas rivales». Pero esto va sobre una sola de ellas: Sony. La CMA no menciona en ninguna parte a Nintendo, que ya ha aceptado la oferta de Microsoft de acceso de Call of Duty durante 10 años. Llevando los juegos a MÁS consolas.
Aunque a la CMA solo le preocupe una competidora, las preocupaciones son infundadas.
Sony es la líder del mercado por mucho.
Tener que defender ese dominio resulta en más competencia, no en menos.
A Sony también se le ha ofrecido 10 años de acceso de Call of Duty, lo que pueden aceptar en cualquier momento.
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