Siempre ha existido un paradigma sobre las secuelas de productos populares que aseguraba que “segundas partes nunca fueron buenas”. No obstante, parece que la franquicia Star Wars no entiende o no quiere entender este popular dicho. Tanto en las adaptaciones cinematográficas como en videojuegos, la franquicia siempre ha presentado segundas partes de alto nivel, tales como “El Imperio Contraataca” o “Star Wars: Battlefront 2”, siendo considerados como dos grandes ejemplos de como hacer secuelas, en sus determinados mercados.
Con la llegada de Fallen Order, Respawn Entertainment consiguió dar un vuelco a la situación de la franquicia en el mercado de videojuegos. Después de los irregulares Battlefront desarrollados por DICE, Star Wars necesitaba un soplo de aire fresco, y los creadores de Titanfall lograron dárselo con una aventura que combinaba elementos de franquicias tan conocidas como Uncharted, Prince of Persia o incluso Dark Souls en determinados aspectos.
Tras el anuncio de Star Wars Jedi: Survivor, muchos temieron que esta secuela no estuviera a la altura de las expectativas, especialmente por la prisa que desde Electronic Arts se puso en un proyecto que en un primer momento no tenía intenciones de nacer (solo los fantásticos resultados de la precuela motivaron esta decisión). Y la mejor noticia es que parece que en Respawn Entertainment tampoco quieren entender el popular dicho anteriormente mencionado, algo que ejemplifica Titanfall 2 y este nuevo juego basado en el universo de Star Wars. Si quieres conocer todo con el máximo nivel de detalle, acompáñanos en nuestro análisis de Star Wars Jedi: Survivor.
Análisis de Star Wars Jedi: Survivor
El camino del Jedi
La historia de Star Wars Jedi: Fallen Order nos presentaba a Cal Kestis, un joven padawn que tuvo que esconderse del Imperio después de la ejecución de la Orden 66, y que tras un complicado camino, acompañado de Greez Dritus, la maestra Jedi Cere Junda, la Hermana de la Noche Merrin y su inseparable droide BD-1, consiguió convertirse en Caballero Jedi, después de hacer frente a La Segunda Hermana y a Darth Vader.
Star Wars Jedi: Survivor comienza de una forma muy diferente. En esta nueva aventura, Cal está completamente solo. “Abandonado” por sus compañeros, Kestis, que está obsesionado por tratar de derrocar al Imperio, ha sido considerado como uno de los terroristas más peligrosos de la Galaxia, tras una serie de golpes realizados con nuevos compañeros, como el Cazarrecompensas Bode, una suerte de Han Solo que presenta una historia más profunda de lo que podría parecer en un primer lugar.
Sin embargo, tras varios golpes, el joven Caballero Jedi es consciente de que sus acciones apenas tienen una incidencia real en el orden de la Galaxia. Cansado de esconderse, el juego plantea una historia en la que nos muestra las preocupaciones de sus protagonistas, profundizando en el desarrollo de sus personalidades y del camino que decidieron emprender, buscando un lugar en el que, tal vez, logren estar lejos de las manos del Imperio.
Respawn Entertainment ha logrado ejecutar este planteamiento con maestría, acompañándolo además de una dosis de lore que los fans más acérrimos de la franquicia llevan años esperando: La Alta República. Una serie de hechos acontecidos en esta época (concretamente unos 300 años antes) serán el pilar narrativo de la aventura, que gracias a la gran cantidad de detalles de la época, abrirá el “apetito” de todos aquellos que esperan las nuevas adaptaciones cinematográficas de la franquicia.
Pero si hay algo a destacar en esta nueva aventura, sin lugar a dudas ese es el camino de Cal Kestis como Jedi. El personaje ha sido construido con una profundidad digna de elogio, donde Kestis deberá enfrentarse a un enemigo al que no puede derrotar con la espada: él mismo. A lo largo de la aventura la dualidad del bien y del mal, del lado luminoso y el lado oscuro, estará presente de forma constante, ejemplificando un proceso de madurez superior al visto en Fallen Order.
La Galaxia es muy grande
Respawn Entertainment hizo de la experiencia metroidvania un pilar fundamental de la jugabilidad de Fallen Order, y este elemento no solo repite en Jedi Survivor, sino que se expande de una forma muy inteligente, aunque quizás no logre convencer a aquellos que busquen una experiencia narrativa que se desarrolle de forma lineal: será muy común entrar en una zona y perderte por ella durante varios minutos, incluso horas.
La principal novedad a destacar es el nuevo mapa que el estudio ha incorporado, uno de los elementos más criticados de la primera entrega. En esta ocasión, el mapa sí servirá para posicionarnos correctamente, sabiendo en todo momento donde nos encontramos y hacia donde tenemos que ir. Y otra mejora que va por una línea similar es la de los viajes rápidos. Otro de los Talones de Aquiles del juego original, dado el planteamiento de backtracking del mismo, que en esta ocasión se ve resuelto. Podremos viajar a (casi) todos los puntos de meditación que encontremos, lo que hace mucho más llevadera la exploración de una zona concreta, sin necesidad de patearse el planeta entero.
Hablando de los planetas, en esta ocasión el trabajo de Respawn ha sido fantástico. Variedad es la primera palabra que nos viene a la mente al hablar de las localizaciones del título. En esta ocasión se ha optado por incluir un puñado de planetas que en ningún momento se hacen insuficientes, por una razón muy sencilla: algunos de ellos presentan varios biomas. Lo que mejor explica el trabajo realizado por el estudio es que en un momento de exploración pasemos de estar en una frondosa selva a dar con una base imperial, y todo ello sin perder ni un ápice de detalles reconocibles en cada uno de estos escenarios.
Explorar en Jedi Survivor es sublime no solo por el cómo, sino también por el por qué. Tomando nota una vez más de los elementos peor valorados del original, en esta ocasión el mundo estará repleto de coleccionables útiles, ya sea a nivel jugable a nivel de personalización (dejando de lado los ponchos). Mazmorras, mejoras para las estadísticas del personaje, nuevas ropas y espadas, e incluso NPCs que nos brindarán nuevas habilidades. Todo eso (y más) se encuentra repartido por las diferentes localizaciones de Jedi Survivor, lo que hace de la exploración una experiencia doblemente satisfactoria.
Deja el poncho, coge tu hábito
En varios vídeos promocionales, Respawn Entertainment hizo hincapié en que ha escuchado a la comunidad para esta nueva entrega, y otro ejemplo (y ya van unos cuantos) es el nivel de personalización que encontramos en el juego. Si en el primer juego podíamos modificar poco más que los ponchos de Cal y la apariencia de nuestra espada láser, aquí las opciones se multiplican. Ahora no solo contaremos con una gran cantidad de ropa con la que equipar a nuestro Jedi, sino que también tendremos un mayor grado de profundidad a la hora de mejorar nuestras principales armas, así como al pequeño BD-1. Y sí, hablamos de armas porque en esta ocasión no solo modificaremos nuestro sable láser, sino también el bláster del que os hablaremos más adelante.
Pero lo mejor de todo, es la capacidad de modificar la apariencia misma de Cal. Aunque el personaje muestra un acabado más adulto que el visto en la primera entrega, la posibilidad de modificar sus peinados y vello facial pueden convertir el desarrollo de la trama en algo mucho más serio o cómico, dependiendo de lo que escojáis. Visto el camino que debe recorrer, mi elección preferida ha sido optar por el pelo y barba larga, que encajan a la perfección con todo a lo que debe hacer frente nuestro protagonista.
Y si con eso pensabais que el equipo había cumplido, todavía hay más. Star Wars Jedi: Survivor pone a nuestra disposición la posibilidad incluso de plantar un jardín. El sistema no es demasiado profundo, pero lo cierto es que los amantes de juegos como Stardew Valley pasarán horas tratando de encontrar sus semillas favoritas, para tener el jardín más colorido de la galaxia. Es un pequeño apunte, pero que de seguro conseguirá engatusar a más de uno.
Un auténtico Caballero Jedi
Al igual que un experto en la fuerza no debe pasar por un entrenamiento inicial de un joven padawan, Respawn Entertainment ha optado por ofrecernos una jugabilidad consciente de donde viene desde el primer momento. La gran mayoría de habilidades que aprendíamos a lo largo del primer juego (doble salto, correr por las paredes, o hacer uso de la fuerza) se encuentran presentes en el juego desde el primer momento. Esto hace que el juego sea mucho más fluido desde el primer momento.
Cal ahora es más ágil, gracias sobre todo a unas animaciones que han sido refinadas hasta ofrecer un acabado fantástico, que se traslada no solo a las fases de combate, sino también a las de plataformeo. Y es que, si antes comentábamos que la exploración era una gozada, en parte también es gracias a esto. Además de las habilidades ya aprendidas, aquellas que iremos desbloqueando a lo largo de la aventuran harán que en muchas ocasiones no queramos hacer uso ni del viaje rápido. Gran importancia en este sentido tiene el gancho, un utensilio que utilizaremos constantemente para desplazarnos por el mapa.
Hablando de habilidades y mejoras, el juego presenta un sistema de mejoras más profundo que el visto en la primera entrega, pero sigue haciendo uso del árbol de habilidades que ya estaba presente en el primer título. En este caso las mejoras se dividen en tres apartados: Supervivencia, Espada Láser y Fuerza. Cada una de ellas se ramificará en varios apartado, y tendremos que ser nosotros los que decidamos donde invertir los puntos de experiencia, algo que incidirá directamente en nuestra forma de jugar.
No obstante, donde realmente brilla Jedi: Survivor es en sus combates. La base jugable es exactamente la misma que en la anterior entrega, pero ahora todo es mejor. Los bloqueos, esquives, parrys y ataques rápidos y fuertes vuelven a estar presentes, pero con un refinamiento muy superior, gracias a la mejora de animaciones que comentábamos anteriormente. Pero donde está la auténtica virtud de esta nueva entrega es en la introducción de las posturas.
Como si de juegos como NiOh se tratase, el juego nos ofrecerá 5 posturas diferentes, la cuáles cambiarán por completa la forma en la que peleamos. A la hora de la verdad, tan solo podremos tener equipadas 2 de ellas al mismo tiempo (contando con la capacidad de intercambiarlas a través de los puntos de meditación o los bancos de trabajo), pero supone un gran cambio en la experiencia, ya que dependiendo de la que escojamos, nuestra forma de jugar cambiará. ¿Quieres acabar con un buen número de enemigos al mismo tiempo? La postura de láser doble será tu mayor aliada. ¿O prefieres intercalar golpes rápidos con tiros de un bláster? Entonces el sable láser + bláster es lo que buscas.
Sin embargo, la experiencia no sería tan satisfactoria si no nos encontrásemos con una buena IA, y Jedi: Survivor la tiene. Nuestros enemigos se coordinarán a la perfección (en algunas ocasiones incluso demasiado bien), logrando que algunos combates supongan un completo reto. Si bien es cierto que los momentos más satisfactorios son aquellos en los que nos enfrentamos a un número reducido de enemigos, las peleas contra una gran multitud también nos sacarán algún wow si encaramos bien el combate.
Y no os equivoquéis. Star Wars Jedi: Survivor no es un machacabotones. El juego penalizará que lancemos ataques a diestro y siniestro sin pensar realmente cuando y como atacamos, especialmente en las peleas contra Jefes Finales. El juego está repleto de ellos, ya sea por exigencias del guion o como consecuencia de nuestra exploración, y la verdad es que donde más brilla la jugabilidad es al enfrentarnos a ellos. En la gran mayoría deberemos de hacer uso de todas las opciones que el juego pone a nuestra disposición. Bloquear, atacar, esquivar, usar la fuerza o ejecutar un parry. Todas ellas estarán presentes en estas peleas, y al hacer uso de ellas dejarás combate que ni el propio George Lucas habría soñado rodar.
Camino al Lado Oscuro
Star Wars Jedi: Survivor ha estado acompañado de una gran polémica por el estado en el que el juego ha llegado al mercado, y no es para menos. Caídas constantes de fps (tanto en modo rendimiento como en calidad, siendo el segundo más estable), texturas que no cargan, bloqueos de varios minutos e incluso crasheos (hasta 3 ocasiones en la última hora y media de juego) nos han acompañado a lo largo de las más de 30 horas que nos ha tomado terminar la aventura. Es incomprensible que un juego haya llegado en este estado, especialmente cuando nosotros hemos tenido acceso a él tras varias actualizaciones.
Una vez mencionado esto, y dejando de lado el apartado de rendimiento, lo cierto es que nos encontramos ante un juego que gráficamente luce un acabado fantástico. A pesar de seguir haciendo uso de Unreal Engine 4, el juego evoluciona respecto a lo visto en Fallen Order, a pesar de seguir presentando algunos problemas que ya encontramos en la primera entrega. Los rostros de los personajes secundarios o NPCs tienen un acabado pobre, algo que contrasta en demasía con el de nuestros protagonistas: Cameron Monaghan luce a la perfección como Kat Kestis.
Pero como decimos, el juego luce un acabado realmente bonito en todas sus localizaciones, algo que también tiene que ver el apartado artístico que mencionábamos anteriormente. En general, el apartado gráfico es bastante superior al de Fallen Order, algo a destacar teniendo en cuenta que nos encontramos ante mundos mucho más grandes y detallados, pero que se ven empañados por un rendimiento injustificable para un AAA.
Finalmente, a nivel sonoro el juego vuelve a contar con el compositor Stephen Barton, que presenta una banda sonora con gran maestría, que es capaz de potenciar los momentos más dramáticos cuando toca. Además, también harán acto de presencia algunas de las partituras clásicas de John Williams, por lo que será una delicia auditiva para los fans. Y por si todo eso fuera poco, el juego viene completamente doblado al castellano, con un nivel francamente bueno.
Análisis de Star Wars Jedi: Survivor – Conclusiones
Star Wars Jedi: Survivor es el claro ejemplo de más y mejor. El juego toma las bases de la primera entrega, y potencia todas y cada una de ellas para ofrecer un producto mucho más redondo. La exploración es realmente satisfactoria, la jugabilidad es divertida y capaz de tenernos enganchados durante horas, y la historia muestra una serie de conflictos que comprende a la perfección el camino de un Jedi que no ha tenido la formación adecuada.
El único pero que le encontramos al último trabajo de Respawn Entertainment es su rendimiento. Ya no solo porque las bajadas de fps sean continuas, algo que empaña una jugabilidad tan refinada como la que ofrece el juego, sino porque hay momentos en los que llega a ser frustrante lo mal que funciona el juego. No obstante, si pasamos eso por alto (en la medida de lo posible), nos encontramos posiblemente ante uno de los mejores juegos de Star Wars de la historia.