A punto de cerrar este año 2016, uno de esos juegos que se acercan a uno de los géneros o ambientaciones más recurridas ha llegado a Xbox Game Preview. Los juegos de corte espacial han llegado con más fuerza que nunca a los diferentes catálogos, donde proyectos como Elite Dangerous han abierto nuevas fronteras a la comunidad de jugadores. Otros títulos han intentado indagar más allá de la galaxia conocida y uno de los más esperados también nos convertirá en pioneros. Con esa premisa, Astroneer llega a Xbox One y Windows 10 haciendo valer Xbox Play Anywhere, ofreciendo un producto que despertará la curiosidad.
Y es que Astroneer es un producto curioso, que se afianza en aquellas premisas que convirtieron a No Man’s Sky en uno de los juegos más esperanzadores. Ahora bien, parece que Astroneer mantiene a día de hoy esos principios en los que la exploración prima sobre la acción. Un juego que ha llegado a Xbox Game Preview con una versión alpha en un estadío de su desarrollo muy temprano y que ha requerido de una actualización para no colmar la paciencia de los aventureros. Efectivamente, Astroneer nos pone en la piel de un astronauta que tendrá que saciar su curiosidad, su ingenio, sus capacidades tácticas y paciencia, por partes iguales.
Astroneer nos hace llegar un universo repleto de planetas, los cuales se generarán de forma procedural en cada partida y según vayamos explorándolos. Esto proporcionará una gran diversidad de opciones, donde cada partida es nueva, donde cada experiencia nos exigirá un poco más. A día de hoy, en la build 0.2, nos hemos encontrado un juego que no goza del privilegio de ofrecer todo lo que se intentará hacer llegar cuando esté terminado. Y es que una de las bazas más interesantes que podemos augurar para el futuro, es la llegada de opciones multijugador cooperativas. No se trata de un juego de acción, pero la cooperación podría añadir un importante aliciente a lo que promueve la experiencia de exploración de Astroneer.
Claro que, antes de poder formar parte de un grupo de astronautas, hay que saber bien cuales son los fundamentos que promueve Astroneer. Un juego que combina elementos fundamentales, como es la supervivencia, que será la que nos limitará en un primer instante nuestra capacidad de exploración. Una vez comenzamos a comprender nuestro cometido, sobre todo con la recolección de materiales que permiten expandir y mejorar nuestros recursos, el crecimiento de la curiosidad hará que explorar el planeta sea una combinación de elementos. Marcarse unos hitos y enfrentarse a lo desconocido es algo que alimentará las ganas de seguir disfrutando, pese a hacerse en solitario.
Uno de los posibles alicientes del juego es que en un futuro pueda disfrutarse con otros amigos, no se ha especificado con cuantos, si con uno o con un grupo mayor. Lo que puede ser una experiencia bastante interesante, que despierta la curiosidad del usuario, y que requiere de ella, puede ser una verdadera fiesta si tomamos en cuenta la proposición de llevar a cabo un modo multijugador cooperativo. Incluso, quien sabe si, de algún modo, en un futuro pueden añadir determinadas misiones o tareas, ser algo más explícitos en como proceder que como lo han hecho en esta versión.
En Astroneer hay dos elementos de vital importancia, la base, a partir de la cual salimos y podemos expandir construyendo estructuras que proporcionarán ventajas varias, y la que permite obtener mejoras para el propio personaje. Existe un fuerte componente de crafting, donde algunos elementos básicos son realizables con recursos comunes. Es así, con un poco de fundamento y pensando bien cómo proceder, la manera de obtener más y más recursos. Los planetas no son cuerpos cilíndricos sólidos, ofrecen una red de cuevas ingente de la que podemos sacar valiosa información. Explorar y obtener recursos comunes, o raros, visitar naves que se han estrellado, conocer mejor el entorno y hacer frente a las dificultades, hacen de Astroneer una experiencia realmente abrumadora.
Ya hemos considerado como debemos actuar en torno al crafting, donde manejaremos dos tipos, el que afectará al propio astronauta, otorgando mejoras, así como el que permitirá expandir la nave, investigar objetos que otorgan nuevas tecnologías y construir una nueva nave que nos permita visitar otro planeta. Todo está reunido en una única experiencia que nos deja, un poco a la mano de dios, sin saber muy bien como actuar y que hacer. Pero es experimentando, investigando, explorando, cómo se retoma la labor que los ancestros de la humanidad tuvieron que afrontar para salir de su entorno. Salir de la zona de confort, aventurarse en un planeta desconocido y autogenerado, para una experiencia que tendrá, en un futuro, la opción multijugador cooperativa (si todo sale como es debido).
Abandonados a nuestra suerte, comenzaremos en torno a nuestra cápsula, considerando que esta nos proporciona el preciado oxígeno requerido para sobrevivir. A partir de ahí, iremos expandiéndonos, investigando y recolectando, con un aspirador gigantesco, recursos que nos permitirán proseguir nuestra aventura. En el fondo, lo que hemos llamado ‘aspirador’ no se trata de un aspirador, como es lógico, sino que es una herramienta de terraformación que permite recolectar materiales, pero también generar nueva tierra o aplanar el terreno. Una herramienta de terraformación que lo es todo, dado que gracias a ella podremos recolectar materiales que serán de vital importancia para construir una serie de accesorios.
Accesorios que nos permitirán crear caminos con un suministro de oxígeno, mejorar el rendimiento de nuestros recursos energéticos, que necesitamos para usar la herramienta de terraformación. Avanzar, alejarse del confort y la seguridad del hogar y explorar un planeta vacío de vida, pero lleno de oportunidades. Incluso, llegado el momento, una vez tengamos la tecnología, las instalaciones y los recursos necesarios, podremos alejarnos en la comodidad de nuestro vehículo lunar. ¿Quién puede rechazar esta opción?
Descubrir secretos es lo siguiente, ya que, como hemos dicho, encontraremos otras aeronaves estrelladas y otros elementos desconocidos en el planeta. De ahí que hayamos citado que es un juego que necesita que el jugador se implique, que sea curioso, que tenga ese afán de conocimiento. Aunque de una forma bastante curiosa, investigar objetos que aparecen como desconocidos, posteriormente proporcionará mejoras de todo tipo, solo son pasos que hay que seguir para ir descubriendo lo que ofrecerá el planeta y el juego. Gran parte del progreso se ve limitado por tener que encontrar recursos, algunos de los cuales podrán generarse a partir de sus materias primas. De este modo, instalaciones como el laboratorio, la impresora o la fundición son prioritarios en nuestra aventura. Con un poco de cabeza, paciencia y curiosidad, la experiencia propuesta en Astroneer ofrecerá todo lo que necesitemos.
Hasta la fecha, hemos visto que el juego ofrece una experiencia plana, sobre todo por la ausencia de una acción que lastró el concepto original de otros juegos enfocados del mismo modo. Pero que no haya alienígenas que atacar, que no haya una competencia no implica que estemos exentos de correr peligro. Y es que la falta de oxígeno, las tormentas de arena, gases nocivos en cuevas, caídas por terraplenes… existen muchos peligros que habrá que descubrir y que evitar enfrentar. No somos aventureros de acción, estos astronautas apuestan más por la investigación como los antiguos científicos de la edad media. Además, contamos con el mismo grado de conocimiento, donde cualquier paso puede ser el primero para descubrir algo que nos ayudará en nuestro conocimiento y porvenir.
Algo que resulta extraño es encontrar pruebas de que no somos los primeros en llegar a los planetas. De hecho, sin más explicación, encontraremos algunas estructuras artificiales, como son satélites u otras naves estrelladas. En la carrera por conseguir el conocimiento y sobrevivir a los nuevos entornos, hay otros pioneros que fracasaron. Un fracaso que se ofrece como una oportunidad de obtener algunos recursos que, por avatares del destino, pueden ser prioritarios para evolucionar tecnológicamente y tener acceso a instrumental capaz de construir esos elementos. Litio, aluminio, cobre… incluso piezas ya construidas. Todos esos pioneros que sacrificaron su vida o no tuvieron suerte en su aventura, nos vendrán de perlas.
Hemos citado las tormentas de arena, peligrosas y letales, pero también bellas. Y es que sin que se puedan sacar conclusiones, a estas alturas, de lo que técnicamente ofrece Astroneer, nadie puede negar el diseño que se está empleando con este proyecto. Un diseño peculiar, que goza de más cariño que espectacularidad, que no distrae, pero que puede embelesar. Ser testigos de un amanecer, ver como el planeta gira y en torno a él hay más planetas, ver como el viento huracanado levanta el polvo y arrastra grandes objetos. Las peculiaridades distan mucho de convertir Astroneer en una experiencia que nos acerque como Elite Dangerous a un entorno realista, pero no busca eso. Busca ofrecer un entorno que parece de juguete, con vegetación que parece resultado de la papiroflexia y que goce de ese estilo entrañable.
Es así cómo se construye una experiencia que busca entretener, pero no por ello hay que compararlo con otros títulos que buscan ser más fieles a lo que sería en la realidad una exploración espacial. Salir del cascarón, más bien de la cápsula en la que somos lanzados al planeta, nos abre un mundo de peculiaridades. Un entorno colorista, que rompe con la monotonía de otros entornos. Existen elementos que denotan un buen trabajo en el uso de algunas técnicas, como es la iluminación. Tanto por la procedente del astro que descubre el día cada vez que surge por el horizonte, tanto por el foco que permite hacer algo menos siniestras las red de cuevas que hay bajo la superficie, el contraste de colores y brillos resultan bastante espectaculares.
No podemos obviar, bajo ningún concepto, que el juego se encuentra en un estado prematuro de su desarrollo. Quizás demasiado para haber visto la luz en Acceso Anticipado. Pero superados los primeros problemas por conflictos gráficos que detenían el juego, la estabilidad permite disfrutar de una tasa de frames más estables. Es algo que puede resultar complicado, dado que el juego goza de muchos elementos que comprometían cualquier rendimiento. Y es que terraformar no resulta nada sencillo y a estas alturas todavía se generan algunos errores. De hecho, uno de los aspectos que no se ha descuidado son las físicas. A diferencia de otros juegos, que también buscan explotar el mismo concepto, cuando terraformamos alrededor de él, este sufrirá los avatares de la gravedad. Al menos, este aspecto está más cuidado, pese a estar hablando de una build muy temprana.
Es obvio que un producto tan innovador, con unos recursos tan limitados, se expone en estas fases anticipadas al producto final con modestia. Esa modestia es algo que implica que los jugadores que opten a adquirirlo ahora, en esta fase alpha, incluso cuando lleguen a una build más evolucionada, tendrán que soportar errores y fallos que, por otro lado, no tienen mayor relevancia. Y es que que todavía haya algunos efectos que no se ven bien, como son sombras y gradientes, la presencia de un popping aleatorio y caprichoso, conflictos con la terraformación… Se pueden sufrir algunas experiencias frustrantes, como puede ser intentar generar terreno debajo nuestro, que a veces, nos engulle.
Todo esto puede ofrecer momentos graciosos, pese a lo frustrante, donde morir es algo “normal” si no se tienen en cuenta las precauciones debidas, pero podemos recuperar nuestros objetos si nos acercamos al lugar de nuestra muerte. La realidad es que, pese a todo esto, el producto se ofrece como algo carismático, entrañable y bello. Una belleza humilde, pero no por ello menos atractiva. El contraste, el colorido, la gran cantidad de detalles que surgen y las ganas que cada uno pone para disfrutar del juego, harán que cualquier conflicto y deficiencia durante el desarrollo, pase inadvertida.
Un diseño que permite disfrutar de otro modo, más desenfadado, para que no resulte una experiencia excesivamente científica o plana. Aprender, descubrir y explorar proporcionará una gratificante sensación que se puede disfrutar más con un bello entorno. Pero es una belleza que denota un trabajo más cariñoso que representativo de potencia gráfica. Un entorno que parece de dibujos animados, pero que podremos moldear gracias a nuestra herramienta de terraformación. Recordar, además, que estos entornos han sido autogenerados, con las típicas y modernas técnicas procedurales, lo que incrementa, sobre todo, la diversidad.
Una diversidad que justifica querer seguir jugando, ya que uno de los factores más importantes es como suscita curiosidad a cada paso que se da. Una experiencia que está por descubrirse, en la misma dimensión que está por ser desarrollada y ofrecer más opciones y contenidos. Queda un largo camino, muchas horas de trabajo, pero el resultado puede ofrecer un producto mágico que está disponible para los que desean ser parte de este desarrollo. Gracias a Xbox Game Preview se ofrece esta opción, la de poder apoyar un proyecto tan carismático como ambicioso.
Un proyecto que tiene muchos fundamentos para convertirse en una de las experiencias del año que viene, sobre todo, de conseguir hacer llegar esa experiencia cooperativa. Explorar el espacio de una forma atractiva y entrañable es posible gracias a Astroneer. Disponible en Xbox Game Preview, Astroneer solo ha dado un primer paso, un pequeño paso en su desarrollo, un gran paso para su comunidad de Xbox.