El pasado 6 de septiembre llegó Destiny 2 a nuestras consolas. Se trata de la secuela »real» de la IP que Bungie lanzó en 2014 tras muchísimos años dando vida a una gran saga como Halo. En seguida, el juego se convirtió en un éxito gracias a unas mecánicas de juego que se mantuvieron idénticas a lo que vimos en el primer juego, lo que significa un gunplay muy placentero, y mejoras en todos los niveles, empezando por la narrativa y terminando por la sensación de recompensa constante, algo fundamental en el sistema de juego de Destiny.
Bungie ha ido actualizando el juego con nuevo contenido y eventos, pero parece que, tras la llegada de la primera incursión, el ocaso y la Prueba de los Nueve, los jugadores empiezan a perder el interés en Destiny 2. Como vemos en Reddit, el portal Destinytracker ha registrado una caída del 78% en el número de jugadores de Destiny 2 en tan sólo seis semanas. Tras un pico de 3,6 millones de jugadores en el PvE y otros 3,5 en el PvP, parece que ahora el número está en 1,5 para el PvE y unos 800.000 para el competitivo.
Esto es algo que sólo podría arreglarse con un nuevo contenido »grande» para el juego. Toca esperar a que Bungie de un primer paso, pero la primera expansión del juego no debería tardar en llegar. Si nos remontamos a lo visto en el primer Destiny, en la recta final de año deberíamos ver la primera expansión. Veremos si con esto recuperan jugadores aunque, eso sí, seguro que hay muchos usuarios que buscan una edición completa para hacerse con este nuevo juego.
Para comparar con lo que le ha pasado a Destiny 2, parece que un juego de la saga Call of Duty tarda unos seis meses en perder jugadores a este ritmo.