Este año 2018 está cargado de surrealismo. Los videojuegos están siendo atacados por multitud de colectivos ya que muchos tienen la creencia de que son culpables del mal de este mundo. Ahora le toca el turno a la Asociación Nacional del Rifle. Ese club en el que niños pueden empuñar armas y los mayores pueden sentirse orgullosos mientras apuntan al objetivo.
Las estadísticas lo dejan claro, durante este año 2018 hay aproximadamente 1.25 tiroteos escolares en los Estados Unidos de América por semana. Se trata de una estadística que debería dejarnos helados y con ganas de resolver lo que está pasando. Este dato deja fuera los tiroteos masivos que tienen lugar fuera de las escuelas. Todo el mundo parece querer poner fin al problema y lo más fácil es buscar un culpable que poco tenga que ver con las preciadas armas de fuego que portan en país. Una vez más no se duda ni un momento y rápidamente se da una respuesta que los libera de toda responsabilidad, deben ser los videojuegos, dicen.
En su conferencia anual celebrada durante el fin de semana, la Asociación Nacional del Rifle tuvo a David Grossman presente, un orador habitual de la NRA, y activista de Pro-Gun, que rápidamente culpó a la cultura popular, específicamente a los videojuegos violentos, de las miles de muertes relacionadas con las armas en América cada año:
«No se trata de las armas», afirma Grossman, «las armas siempre han estado ahí». Son las películas enfermizas, los programas de televisión y especialmente los videojuegos enfermizos en todo el planeta los que están creando niños enfermos».