Desde hace ya un tiempo, las entregas anuales de Call of Duty están cada vez más en entredicho no solo por la evidente perdida de calidad que hay entre lanzamientos, también por la necesidad de que trabaje en la serie prácticamente todos los estudios de Activision para poder cumplir con los plazos. Tras la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, Phil Spencer confirmó que le daría a los equipos la libertad de trabajar los juegos que quisieran, incluso recuperar IPs clásicas, y parece que la idea de dejar de hacer entregas anuales de Call of Duty es un sentimiento que comparten gran parte de los trabajadores.
«Empleados de alto nivel» han discutido ya dentro de Activision la posibilidad de abandonar el plan de lanzamientos anuales de Call of Duty que se siguen actualmente, de acuerdo a Bloomberg. Por poner un ejemplo, Toys For Bob, creadores de Crash Bandicoot 4, recientemente sufrió una ola masiva de despidos y fue redirigido a colaborar en la serie Call of Duty.
Sin embargo, esta no sería una idea motivada por la nueva situación de la compañía, parece ser que lleva un tiempo rondando por de Activision-Blizzard. De acuerdo a Bloomberg, Call of Duty: Vanguard ha cosechado un descenso en ventas del 36% en Reino Unido respecto a las cifras de la anterior entrega de la serie. Un desgaste por parte de los jugadores que, incluso habría llevado a adelantar el lanzamiento del Call of Duty 2022 para intentar paliar el fracaso de Vanguard. Lo que añadiría aún más presión a la cadena de desarrollo.
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Este artículo sugiere un cambio de cara «el año que viene o más tarde«, aunque aún no está demasiado claro que pasará. En verano de 2023 se completará la adquisición de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, y Phil Spencer confirmó que Call of Duty seguirá en PlayStation, pero todavía no se ha concretado nada acerca de su plan de lanzamientos.