Aparte de todo lo que se embolsará Bobby Kotick tras la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft como mayor inversor de la compañía, 371 millones de dólares (3.908.698 de acciones a 95 dólares por acción), si finalmente Microsoft decide echar al actual CEO tras cerrar el acuerdo en verano de 2023, Kotick recibiría una importante prima por su despido. cerca de otro 300 millones de dólares.
Se desconoce si la cláusula sigue vigente a día de hoy, pero si este hecho se hubiese producido en 2020 el acuerdo de la compañía con el directivo recoge que por su marcha de la compañía «durante el período de 12 meses posterior a un cambio de control», Kotick habría recibido una indemnización por un total de 293 millones de dólares (vía VGC). Lo más llamativo de esta cláusula es que no importaría si es o no por una causa justificada, «sin causa o por una buena razón».
Por el momento, ambas partes han decidido no concretar cual será el futuro de Kotick tras el cierre del acuerdo de compra en verano del año que viene, tan solo se ha confirmado que el polémico directivo permanecerá en su puesto hasta el cierre de la operación y después, Activision-Blizzard responderá ante Phil Spencer como CEO de Microsoft Gaming. Analistas de varios medios como The Wall Stree Journal apuntan a que, en efecto, Bobby Kotick abandonará la compañía una vez pase a formar parte de Microsoft, pero todavía no es algo oficial.
En cualquiera de los casos, durante lo próximos meses la operación tendrá que pasar por un sinfín de estudios y papeleos que incluso podrían llegar a cancelar el acuerdo si las leyes antimonopolio estiman que una posible exclusividad de Call of Duty en Xbox puede ser considerada como práctica anticompetitiva.