La ciudad de MindsEye se siente diferente a partir de esta semana. Build A Rocket Boy ha inyectado nueva vida a su ambicioso proyecto con la tercera actualización para PC, un paquete masivo de 11GB que promete redefinir la experiencia. Los jugadores descubrirán que el parche más grande hasta la fecha no solo corrige fallos, sino que reconfigura elementos fundamentales.
Este despliegue técnico incorpora, según se especula, todas las mejoras previamente desplegadas en consolas, marcando un punto de inflexión para la versión de escritorio. La pregunta flota en el aire: ¿esta monumental inyección de código transforma realmente la fluidez del juego o se queda en ajustes superficiales?
El impacto más tangible se siente en el rendimiento bruto y la temida tartamudez. Pruebas con hardware puntero, como una GeForce RTX 5090, revelan un incremento en los fotogramas mínimos (61 FPS frente a 53 FPS previos en 4K/DLSS Calidad) y una suavidad notablemente mejorada, haciendo la experiencia con DLSS Frame Generation finalmente disfrutable.
Sin embargo, esta ganancia tiene un contrapunto intrigante: el bullicioso tráfico de la ciudad ha sido sutilmente reducido, dejando algunas zonas iniciales con una sensación de vacío inusual. ¿Fue este tráfico el principal culpable de los frenazos? La respuesta no es sencilla, pero el juego gana en fluidez lo que quizás pierde en densidad atmosférica momentánea.
El parche más grande de MindsEye ya está disponible mejorando en gran medida el rendimiento y estabilidad del título
Más allá de los fotogramas, el parche es un meticuloso cirujano digital. Afina el «esqueleto» técnico: la estabilidad general mejora drásticamente, reduciendo cierres inesperados. El comportamiento de la IA recibe un bisturí agudo, corrigiendo desde enemigos que disparaban en dirección opuesta hasta reacciones erróneas a impactos en la cabeza.
La interacción con el entorno se pulva: entrar en cobertura es más intuitivo, la locomoción en escaleras se sincroniza con precisión milimétrica y la manipulación de armas durante transiciones gana naturalidad. Hasta la destrucción de vehículos suena más visceral, con cristales estallando con un crunch satisfactorio.

La lista de correcciones es extensa como un mapa urbano, abordando desde errores de progresión frustrantes (como puntos de control erróneos o fallos en misiones específicas como «Clash of the Egos» o «Industrial Espionage») hasta detalles visuales molestos (personajes estirados, efectos VFX parpadeantes, cambios bruscos de clima).
Se solucionan rarezas como jeeps lanzados al espacio al reventar sus neumáticos o Jacob volviéndose invisible al salir de un vehículo bloqueado. Incluso el módulo de creación Build MindsEye recibe su dosis de optimizaciones y correcciones de UX, mejorando la búsqueda de activos y la estabilidad al crear contenido. Es un barrido exhaustivo contra espectros persistentes.